
Principalmente, según consideró Biden, porque la crisis "es mucho peor" de lo que nadie podía pensar. En este sentido, señaló que incluso algunos miembros del Congreso, tanto demócratas como republicanos, fueron tanteados para conocer su postura por la posible aprobación de "un poderoso y atrevido" segundo paquete de estímulos.
Además, señaló que "va a tener lugar una inversión significativa de 600.000 ó 700.000 millones de dólares, quizá más", para reactivar la economía. El problema "de este asunto es que estamos hablando de una cifra en la que nadie había pensado antes", matizó Biden. Por ello, la economía se convertirá en la prioridad de la Administración Obama, según explicó el vicepresidente.
"Será lo más importante que abordaremos en la nueva administración: para ser capaces de tener peso en el resto de ámbitos -desde la política exterior a la nacional- hay que ser capaces de cortar esta hemorragia, y detener la pérdida de empleos".
"Me preocupa especialmente el hecho de que nuestras predicciones, ya de por sí muy pesimistas, terminen siendo peores si no se pone en práctica este tipo de impulso fiscal", declaró Strauss-Kahn.
Además, alertó que "el descontento social que se va a generar es sólo parte del problema", ya que lo verdaderamente preocupante es que "toda la sociedad va a sufrir por ello".
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