El ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, ha recalcado que este suceso "demuestra que el régimen sionista no ha logrado ninguno de sus objetivos tras semanas de crímenes de guerra, genocidio y destrucción en Gaza y Cisjordania, con apoyo directo de la Casa Blanca".
"La actividad maligna de la maquinaria de terror de este régimen en otros países es una verdadera amenaza para la paz y la seguridad y supone una grave alarma para la seguridad de todos los países de la región", ha manifestado en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X.
Asimismo, Amirabdolahian ha ofrecido sus condolencias a Hamás por "el martirio" de Al Aruri y otras seis personas en un ataque con dron en Beirut y ha hablado de "cobarde acto terrorista" del que ha acusado directamente a Israel.
En esta línea, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha dicho que la muerte de Al Aruri es parte de "la continuación de los brutales crímenes del régimen sionista contra el oprimido pueblo de palestina" y ha descrito al 'número dos' del brazo político de Hamás como "uno de los más destacados combatientes palestinos", según un comunicado publicado por la Presidencia iraní a través de su página web.
Además, el ministro de Defensa de Irán, Mohamad Reza Ashtiani, ha manifestado que "Estados Unidos ha afectado el equilibrio regional" y ha agregado que "las consecuencias del asesinato (de Al Aruri) les perseguirán".
A las críticas se ha sumado Alí Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien ha dicho que "estas medidas y crímenes brutales revelan la debilidad y frustración del frágil régimen sionista", según ha informado la agencia iraní de noticias Mehr.
"Dado que están haciendo frente a una resistencia épica por parte de los grupos combatientes palestinos y el valiente pueblo en todos los frentes, específicamente desde el inicio de la operación 'Inundación de Al Aqsa' --en referencia a los ataques de Hamás--, todos sus planes han terminado en fracaso en el campo de batalla y recurren a asesinatos cobardes", ha argüido.
"Estados Unidos y sus aliados, como principales responsables de los crímenes en la región, deben tener en cuenta que la Historia no olvidará la cruel matanza de un pueblo indefenso, incluidos niños, ancianos y jóvenes, y de valientes combatientes", ha dicho Velayati, quien ha recalcado que "los grupos de resistencia y los pueblos que buscan la libertad darán una respuesta apropiada a estos criminales".
Junto a Al Aruri murieron otras seis personas, todas ellas identificadas por Hamás como miembros de la formación. Entre ellas figuran Samir Efendi y Azam al Aqra, dos altos cargos del brazo armado del grupo, las Brigadas de Ezzeldín al Qassam.
Los otros cuatro muertos en el ataque han sido identificados como Mahmud Zaki Shahin, Muhamad al Rayes, Muhamad Bashasha y Ahmed Hamud, tal y como ha recogido el diario palestino 'Filastin', vinculado al grupo islamista.
La muerte de Al Aruri en Beirut se vio seguida por un llamamiento a una huelga general por parte de Al Fatá --rival político de Hamás-- que está siendo respetada durante la jornada en Cisjordania y Jerusalén Este para denunciar los "crímenes" de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados.
Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias WAFA, la convocatoria de huelga, a la que se han sumado otras facciones palestinas, incluido Hamás, afecta a todos los aspectos de la vida diaria, incluido el cierre de universidades, bancos y tiendas.
Al Aruri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Considerado el 'número dos' del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.
La noticia ha recibido rápidamente la respuesta de las autoridades de Líbano, Irán o desde la propia milicia palestina, que acusan a Israel de la autoría del ataque. Sin embargo, las autoridades israelíes no se han pronunciado y la prensa local apunta a que el gabinete de Benjamin Netanyahu ha ordenado a sus ministros no manifestase al respecto, tras prometer que acabaría con todos los líderes de Hamás, allá donde estén, en respuesta a los ataques del 7 de octubre.
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