BRUSELAS.- Los Veintisiete países de la Unión Europea han dado su visto bueno a que se puedan empezar las negociaciones con Albania y Macedonia del Norte
 para discutir su ingreso en el club comunitario, tras disiparse las 
reticencias de algunos estados miembro, liderados por Francia, aunque han evitado fijar un calendario para arrancar las conversaciones.
En una decisión consensuada en las reuniones a nivel de embajadores y
 ratificada este martes en el Consejo de Asuntos Generales, la UE ha 
aceptado desbloquear el inicio de las conversaciones. 
La presidenta de 
la Comisión, Ursula von der Leyen, ha mostrado su satisfacción por la noticia, asegurando, en un mensaje en sus redes sociales, que el futuro de los Balcanes occidentales “descansa” en la UE. La decisión del Consejo tendrá que ser ratificada oficialmente en la cumbre de líderes de la UE de esta semana.
Sobre la ausencia de un calendario, el comisario de Ampliación y 
Vecindad, Oliver Varhelyi, ha explicado que no se han fijado fechas 
concretas, dado que el proceso de abrir negociaciones se basará en el “merito propio” de cada candidato, por lo que las conversaciones pueden arrancar indistintamente con Albania o con Macedonia del Norte.
Con respecto de los progresos que espera la UE en materia de reformas
 políticas y judiciales, el comisario húngaro ha loado los últimos 
avances logrados por ambos candidatos, pero ha insistido en que no se 
trata solo de tener la legislación adecuada sino de aplicarla 
correctamente. En sus conclusiones, el Consejo ha establecido nuevas condiciones a Albania para abrir las negociaciones.
Así lo ha reafirmado la ministra croata de Asuntos Europeos, Andreja 
Metelko Zgombic, que ejerce la Presidencia de turno del Consejo, quien 
ha añadido que la condicionalidad no debe ser un obstáculo más para los 
candidatos, sino una herramienta para permitir la aplicación efectiva de
 las reformas.
Ambos han insistido en que se trata de un día histórico para Albania y para Macedonia del Norte,
 y han reivindicado que la decisión se haya adoptado en un momento 
complicado para Europa en medio de la crisis del coronavirus, lo que, a 
su juicio, manda un mensaje de apoyo a la aspiración comunitaria de los 
Balcanes.
De su lado, dirigentes de Macedonia del Norte y de Albania han dado 
la bienvenida a la decisión. Zoran Zaev, exprimer minsitro macedonio que
 ha pilotado el proceso hasta ahora, ha celebrado que ya no haya “más 
obstáculos” para abrir el proceso con la UE, mientras que el primer 
ministro albanés, Edi Rama, ha destacado que esto permitirá mayor 
financiación para el país.
“Es un primer paso“, han señalado fuentes 
diplomáticas, que, no obstante, advierten de que ahora se necesita 
cerrar un acuerdo a Veintisiete para una comunicación formal a los 
países candidatos para explicitar las condiciones de entrada y, por el 
momento, el Consejo está muy dividido a este respecto.
A todo esto hay que sumar que la crisis del coronavirus ralentizará el proceso,
 dado que la actividad legislativa en el Consejo se realiza a través de 
procedimiento escrito ante el impedimento de mantener reuniones 
presenciales. 
Así, se prevé que los meses de abril y mayo sirvan para 
desarrollar el texto conjunto que se presente a Tirana y Skopje, 
mientras que en junio la Comisión presente los marcos de negociación, 
incorporando los elementos de una nueva metodología que presentó en los 
últimos meses.
“Todavía hay que ponerse de acuerdo con las peticiones y exigencias, toca cerrar posturas con un texto consensuado a Veintisiete.
 Lo importantes es que el paso se ha dado y lo que estaba paralizado ya 
no lo está”, han añadido estas fuentes, en alusión al bloqueo que 
ejercían varias capitales hacia las aspiraciones de Tirana y Skopje, 
ante las dudas sobre las reformas pendientes en ambos países.
En este tiempo, la Comisión Europea ha venido defendiendo abrir las 
conversaciones al entender que Albania y Macedonia del Norte cumplen los
 requisitos para comenzar a negociar su entrada al club comunitario. 
Es 
más, Bruselas en las últimas semanas han destacado los avances “tangibles” en sus reformas para alinearse con los estándares europeos
 y apuntaban a la cumbre de Zagreb, entre los líderes de la UE y de los 
Balcanes prevista para el mes de mayo, como el momento para forjar el 
compromiso con los países balcánicos.
Pese a que ambos países han ido de la mano en este proceso y la 
decisión de abrir las conversaciones se adopta para ambos, dentro del 
Consejo existen más dudas en torno a la candidatura de Albania y prueba 
de ello es que ha fijado unas condiciones previas para abrir las 
conversaciones. 
Éstas están centradas en la mejora del sistema judicial,
 la reforma del tribunal constitucional y el refuerzo de la lucha contra
 la corrupción.
“Todo esto son condiciones que deberían ser válidas para cualquier país de la UE“,
 ha asegurado el ministro de Exteriores de Países Bajos, Stef Block, uno
 de los considerados críticos, tras la reunión del Consejo de Asuntos 
Generales.
Las fuentes consultadas consideran que todavía la UE no está en el 
punto de decidir con quién inicia antes la negociación, pero dan por 
hecho que las exigencias que se le haga a un país y a otro serán 
distintas, dado el nivel de desarrollo económico y político de cada uno. 
En particular, la UE tiene el ojo puesto en los procesos políticos y electorales en Albania, así como en la marcha de su reforma de la justicia.
La nueva metodología que planteó Bruselas tiene como objetivo, 
precisamente, hacer más político y ágil el largo proceso de ingreso en 
la UE. Se busca que, por un lado, el proceso sea más atractivo para los 
países candidatos y, por otro, los Veintisiete tengan más poder para 
frenarlo, si no se desarrollan las reformas comprometidas, un gesto con 
el que la Comisión se atrajo a París y a las capitales reticentes.

 
 
 
 
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