NUEVA YORK.- El precio del petróleo de Texas 
entró en una fase bajista, que los analistas definen como "bear market",
 tras un ciclo histórico de días a la baja que restó un 20 % su valor 
desde su máximo del 3 de octubre, tendencia que arrastró hoy a Wall 
Street porque lo achaca a una desaceleración del crecimiento global.
 Los datos de ayer dejan el precio del petróleo intermedio de Texas WTI),
 tras un descenso del 0,8 %, en 60,19 dólares el barril, si bien durante
 la jornada llegó a estar a 59,26 dólares, su nivel más bajo en nueve 
meses.
 La racha de diez días consecutivos de retrocesos de los 
contratos del petróleo de Texas es la más larga desde 1984 en el crudo 
estadounidense.
 La causa coyuntural de las últimas 
bajadas radica en las nuevas sanciones de Estados Unidos a Irán de esta 
semana, lo que ha llevado a un aumento en la producción no solo en EE.UU
 -ya cuenta con 886 plataformas tras sumar 12 nuevas esta semana-, sino 
también en Arabia Saudí y Rusia.
 Pero a todo ello hay
 que sumar que finalmente Estados Unidos ha decretado una exención 
temporal otorgada a ocho países, que son los mayores importadores de 
crudo iraní, como China, una medida destinada a evitar un 
sobrecalentamiento en este mercado aunque pongan en tela de juicio la 
efectividad de las sanciones de Donald Trump.
 Con la 
nueva tecnología por satélite, Estados Unidos puede controlar con 
bastante precisión las extracciones e incluso el volumen del mercado 
negro, según la prensa estadounidense.
 Si bien a una 
bajada del crudo se le pueden asociar cuestiones positivas en el 
abaratamiento de la producción y en el coste final de los productos para
 los consumidores, a los inversionistas de Wall Street no les está 
gustando nada.
 Según los analistas de la bolsa de 
Nueva York, la tendencia bajista puede achacarse a una reducción del 
crecimiento económico internacional, un mal escenario para inversiones 
de futuro porque los márgenes de beneficio se estrechan.
 La tendencia preocupa mucho en Wall Street, en donde además se prevé 
una nueva subida de los tipos de interés en diciembre, porque el 
petróleo no es la única materia prima que va a la baja, pues ocurre algo
 parecido con el cobre, el platino y la gasolina.
 
Estos productos básicos son vistos generalmente como indicadores 
principales para el crecimiento económico global, las que se utilizan 
para todo, desde la construcción de viviendas hasta el desarrollo de 
todo tipo en las ciudades, unas cuestiones que son más sensibles en los 
países emergentes, según los analistas de Estados Unidos.
 En este contexto, el Dow Jones de Industriales, el índice de referencia
 del parqué neoyorquino, terminó la jornada con una caída de más de 200 
puntos, un 0,77 por ciento, mientras que el S&P 500 perdió un 0,92 
por ciento.
 La peor parada fue el Nasdaq, donde 
cotizan un buen número de empresas tecnológicas, que bajó un 1,65 por 
ciento arrastrada por la caída de importantes compañías como Facebook y 
Amazon, que perdieron alrededor de un 2 %, o Netflix, que se dejó más de
 un 4,5 %.
 La bajada del "oro negro" puso así en 
guardia a los inversores de Wall Street porque lo ven como un claro 
síntoma de desaceleración económica internacional. 

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