LONDRES.- La salida del Reino Unido de la UE
significa una inmersión en lo desconocido para su economía, que podría
acusar la incertidumbre con un aumento del desempleo y el deterioro de
la imagen "Made in Britain".
Los
partidarios de mantenerse en la Unión Europea escogieron la economía
como su argumento principal de campaña, pero no fue suficiente: el Reino
Unido ahora se enfrentará a los vientos arremolinados generados por su
decisión de romper con Bruselas.
Por ahora, es sólo una tormenta
financiera que cubre la City de Londres, pero que la quinta economía del
mundo abandone el barco europeo tendrá un impacto global.
A
horas de la apertura de las bolsas europeas, la de Tokio cayó más de 8% y
la libra perdió más de 10%, acercándose a la caída del 15% prevista por
el financiero George Soros.
Una caída que podría acabar igualándola al euro, tan vilipendiado por los pro-Brexit.
Se
espera que el impacto económico sea grande y duradero. Y aunque los
expertos están divididos sobre los riesgos, coinciden en que habrá
consecuencias negativas.
El gobierno británico ha advertido que
pueden ser necesarios unos diez años para desvincularse de la actual
relación con la UE y completar todos los acuerdos comerciales
alternativos.
Londres espera "un largo período de incertidumbre"
con "consecuencias para las empresas británicas, el comercio y la
atracción de inversiones".
Las barreras comerciales volverán a
levantarse durante este período, con unos costes de 5.600 millones de
libras anuales (7.200 millones de euros) en aranceles, según la OMC
(Organización Mundial de Comercio).
Además, "muchas empresas están
utilizando el Reino Unido como puerta de entrada a Europa y algunas han
advertido que trasladarían su sede europea en caso de Brexit", recordó
Scott Corfe, director del Centro de investigación económica y
empresarial, que espera un descenso de la inversión de China y Estados
Unidos.
Muchos votaron a favor del Brexit atraídos por las
promesas de reducir la inmigración. De cumplirse, se reducirá la mano de
obra de Europa del este y del sur que ayudó a impulsar la economía en
los últimos años.
Al final, el
crecimiento dinámico de los dos últimos años podría verse frenado y el
FMI estima que la economía del Reino Unido se hundiría en recesión el
próximo año, provocando un aumento del desempleo del 5% actual al 6,5%
en dos años.
Esto reduciría los ingresos fiscales. El Instituto de
Estudios Presupuestarios (IFS) prevé que las arcas públicas dejen de
recibir entre 20.000 y 40.000 millones de libras hasta 2020, una cifra
de la que ya descontó el dinero que Londres enviaba a Bruselas.
Consecuencia:
el Reino Unido podría perder la preciada calificación AAA que la
agencia S&P asigna a la deuda del Reino Unido de forma continua
desde hace medio siglo.
Además, la City de Londres podría perder
su atractivo: los bancos temen perder el derecho a vender sin
impedimentos sus servicios financieros a Estados Unidos y a los países
de la UE.
El banco británico HSBC, y los estadounidenses JP Morgan, Morgan Stanley y Goldman Sachs
prevén trasladar a otros países miles de empleos. El distrito
financiero podría perder hasta 100.000 puestos de trabajo, según el
lobby TheCityUK.
Sectores industriales como el aeroespacial y el
automovilístico sufrirán con las nuevas barreras arancelarias, mientras
que la industria de la construcción ya no podrá recurrir a la
inmigración.
Más allá de todo esto, la marca "Made in Britain" podría verse perjudicada.
"Además
del Brexit, la gente ya se imagina destripándose por un nuevo
referéndum de independencia en Escocia. El Reino Unido no parece tan
seguro como antes", estimó Scott Corfe.
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