SAN JUAN.- La líder del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, rechazó hoy la posible junta de supervisión fiscal sobre Puerto Rico que el Partido Republicano en el Congreso valora acompañe la normativa para la reestructuración de la millonaria deuda de la isla caribeña.
"Los poderes excesivos que tendría la junta propuesta en el borrador 
para discusión del presidente del Comité de Recursos Naturales, Rob 
Bishop, ni se acercan a algo que el Partido Demócrata apoyaría. En su 
forma actual, la junta propuesta ejercería un control indebido y 
antidemocrático sobre los residentes y el Gobierno de Puerto Rico", 
indicó Pelosi en un comunicado.
Subrayó que hay una crisis fiscal y una deuda pública "que pesan 
sobre las vidas de muchos compatriotas estadounidenses en Puerto Rico", 
por lo que pidió un avance con soluciones en la legislación destinada al
 asunto de la imposibilidad del Estado Libre Asociado de cumplir con sus
 acreedores.
La junta de supervisión fiscal sobre Puerto Rico que el Partido 
Republicano en el Congreso de EE.UU. estudia para Puerto Rico, que se 
situaría por encima de Gobierno y Legislativo local, provocó también la 
reacción de los miembros de origen puertorriqueño de la Cámara de 
Representantes estadounidense Nydia Velázquez y José Serrano.
"Agradecemos a Rob Bishop sus esfuerzos para redactar legislación 
para hacer frente a la crisis financiera en Puerto Rico. Reconocemos que
 es un proceso difícil y que hay muchas partes interesadas", apunta el 
comunicado.
Aunque reconocen que se trata de un borrador que se puede modificar, 
los legisladores de origen puertorriqueño apuntan que la junta de 
supervisión debilita el Estado de derecho de Puerto Rico, ya que le 
permitiría, por ejemplo, declarar nulas leyes salidas de las cámaras de 
Puerto Rico y promulgar normativa que debería ser aceptada por el 
Gobierno local.
"Dichos poderes no proporcionan supervisión, sino más bien usurpan el
 papel del propio Gobierno democráticamente elegido de Puerto Rico", 
señala el comunicado, tras indicar que los poderes de la junta son 
"inquietantes" y casi "peligrosos".
El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Paul Ryan, 
también se pronunció y dijo que el asunto de la deuda impagable de la 
isla caribeña de 72.000 millones de dólares puede tener repercusiones en
 Estados Unidos, por lo que agradeció la iniciativa de Bishop de puesta 
en marcha de un borrador sobre el tema.
"Este borrador es legislación reflexiva e integral que da las 
herramientas necesarias para hacer frente a sus problemas fiscales y 
presupuestarios sin un rescate de los contribuyentes. Espero con interés
 trabajar con el comité para que podamos situar a Puerto Rico en el 
camino hacia la salud fiscal".
El periódico "The New York Times" publicó en su edición del pasado 
jueves que la mayoría del Partido Republicano en el Congreso prepara 
legislación para que Puerto Rico pueda reestructurar una deuda impagable
 que ronda los 72.000 millones de dólares, pero que aparejada a esa 
normativa se incluirá una junta de supervisión fiscal.
La información del periódico neoyorquino está basada en la 
"filtración" del borrador en el que trabajan los congresistas 
estadounidenses, que señala que esa junta contaría con supervisión total
 sobre el Gobierno y Legislativo puertorriqueños en cualquier asunto de 
índole económico y financiero.
Gobierno, Legislativo y oposición de Puerto Rico rechazaron de forma 
rotunda una junta de supervisión fiscal impuesta desde Washington.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, llegó a decir
 que la junta vendría "a sustituir al Gobierno electo y a sobreponerse a
 la democracia", posición compartida por presidentes de las cámaras 
legislativas locales.
Inaceptable para el gobernador
El gobernador Alejandro García Padilla también consideró inaceptable que el Congreso de Estados Unidos establezca una junta de control fiscal que usurpe los poderes de Puerto Rico. Para el mandatario "no es aceptable" que el Congreso federal proyecte crear una junta de control fiscal que, en la práctica, se arroga los poderes del gobierno puertorriqueño.
"En el borrador, una junta que sustituye al gobierno de Puerto Rico no es aceptable", indicó García Padilla a los periodistas en La Fortaleza, sede del ejecutivo.
Advirtió que de implantarse la junta de control fiscal federal, sus miembros podrían cesantear empleados y "no tendría que rendir cuentas al pueblo".
"Sería una junta no electa, que decide qué servicios se dan; la matrícula en la Universidad de Puerto Rico, los peajes, las facturas de agua y luz sin tener que rendir cuentas", afirmó.
Consideró que lo que no puede hacer esa junta "es cargarse la democracia de Puerto Rico", un Estado Libre Asociado (ELA) a Estados Unidos desde 1952.
García Padilla aseguró que derrotar la medida legislativa en el Congreso de Estados Unidos es introducirse enmiende y se aprueben las enmiendas, "lo que es más difícil".
Sobre el desafío, hizo un llamado al liderazgo político del país "a que hagamos causa común. Si vamos separados no vamos a alcanzar el objetivo".
Puerto Rico tiene una deuda de 70.000 millones de dólares, por lo que el plan es considerado una estrategia para favorecer a los acreedores, incluidos los fondos buitres.
"Lo más importante aquí es que estemos juntos y no divididos, como en el tema de estatus, de la ley de cabotaje, de la paridad en el Medicaid y Medicare", dijo el mandatario, quien comenzó una ronda de consulta con políticos de diversas corrientes ideológicas.
Inaceptable para el gobernador
El gobernador Alejandro García Padilla también consideró inaceptable que el Congreso de Estados Unidos establezca una junta de control fiscal que usurpe los poderes de Puerto Rico. Para el mandatario "no es aceptable" que el Congreso federal proyecte crear una junta de control fiscal que, en la práctica, se arroga los poderes del gobierno puertorriqueño.
"En el borrador, una junta que sustituye al gobierno de Puerto Rico no es aceptable", indicó García Padilla a los periodistas en La Fortaleza, sede del ejecutivo.
Advirtió que de implantarse la junta de control fiscal federal, sus miembros podrían cesantear empleados y "no tendría que rendir cuentas al pueblo".
"Sería una junta no electa, que decide qué servicios se dan; la matrícula en la Universidad de Puerto Rico, los peajes, las facturas de agua y luz sin tener que rendir cuentas", afirmó.
Consideró que lo que no puede hacer esa junta "es cargarse la democracia de Puerto Rico", un Estado Libre Asociado (ELA) a Estados Unidos desde 1952.
García Padilla aseguró que derrotar la medida legislativa en el Congreso de Estados Unidos es introducirse enmiende y se aprueben las enmiendas, "lo que es más difícil".
Sobre el desafío, hizo un llamado al liderazgo político del país "a que hagamos causa común. Si vamos separados no vamos a alcanzar el objetivo".
Puerto Rico tiene una deuda de 70.000 millones de dólares, por lo que el plan es considerado una estrategia para favorecer a los acreedores, incluidos los fondos buitres.
"Lo más importante aquí es que estemos juntos y no divididos, como en el tema de estatus, de la ley de cabotaje, de la paridad en el Medicaid y Medicare", dijo el mandatario, quien comenzó una ronda de consulta con políticos de diversas corrientes ideológicas.


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