LONDRES.- La organización benéfica británica Oxfam, que advirtió de que la  demanda de alimentos habrá crecido un 70 por ciento en el año 2050, dijo  que los elevados precios de los alimentos, el clima y las sacudidas  financieras habían agravado la crisis del hambre, y que el sistema  alimentario mundial había fracasado.
"El sistema alimentario está bastante estropeado en el mundo", dijo  la consejera delegada de Oxfam, Barbara Stocking, a periodistas,  anunciando el lanzamiento de la campaña Grow debido a que 925 millones  de personas pasan hambre cada día.
"Todos los indicios son que el número de personas que pasan hambre está aumentando", dijo Stocking.
El hambre estaba empeorando debido a la creciente inflación de los  precios de los alimentos y las subidas de los precios del petróleo, las  luchas por territorios y agua y un gradual cambio climático.
"Ahora hemos entrado en una era de creciente crisis, de conmoción  sobre conmoción: vertiginosas subidas de precios alimentarios y del  petróleo, devastadores acontecimientos climáticos, crisis financieras y  contagio mundial", dijo Oxfam en un comunicado.
Titulado "Cultivando un mundo mejor: justicia alimentaria en un mundo  limitado por los recursos", el informe dijo: "La escala del desafío no  tiene precedentes, pero tampoco lo tiene el premio: un futuro sostenible  en el que todo el mundo tenga suficiente para comer".
Oxfam cree que una forma de controlar la inflación de los precios de  los alimentos es limitar la especulación en los mercados de futuros de  materias primas agrícolas. También se opuso a que se utilicen alimentos  como materias primas para biocombustibles.
"La especulación financiera debe regularse, y acabar con el apoyo a los biocombustibles que desplazan los alimentos", declaró.
Stocking dijo que ella favorecía la introducción por parte de los  reguladores de límites de posiciones en contratos de futuros de materias  primas agrícolas, subrayando que la especulación financiera agravaba la  volatilidad de precios.
El informe dijo: "El enorme desequilibrio en la inversión pública en  agricultura debe ser corregido, redirigiendo los miles de millones ahora  invertidos en agricultura industrial insostenible en los países ricos  hacia la satisfacción de las necesidades de los productores de alimentos  de pequeña escala en países en desarrollo".
El informe dijo que el fracaso del sistema alimentario se derivaba de  fracasos de los gobiernos para regular e invertir, lo que significa que  compañías, grupos de interés y élites habían podido saquear recursos.
"Ahora las grandes potencias, las viejas y las nuevas, deben  cooperar, no competir, para compartir recursos, generar elasticidad y  afrontar el cambio climático", declaró.
"La crisis económica significa que hemos avanzado decisivamente más  allá de la era del G-8, cuando unos pocos gobiernos de países ricos  intentaban elaborar soluciones globales por y para ellos mismos".
"Los gobiernos de los países más pobres deben tener también un sitio  en la mesa, porque están en las líneas de frente del cambio climático,  donde se libran muchas de las batallas: sobre tierra, agua y alimentos".

 
 
 
 
 
 
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