
Al mismo tiempo, Lloyds anunció que calculan que el proceso de reestructuración creará 300 nuevos empleos y que los empleados despedidos serán considerados para reincorporarles en estas nuevas posiciones.
El grupo se comprometió a trabajar con los representantes sindicales de los trabajadores de Accord, Unite, GMB y LTU, que ya han sido informados del proceso y que seguirán siendo consultados durante la evolución del mismo.
El banco articulará estos recortes preferentemente a través de bajas voluntarias y recolocaciones en lo que sea posible "para retener su experiencia y conocimiento en el grupo".
La entidad, participada al 43% por el Gobierno británico, anunció hace unas semanas otro recorte de 985 empleos en su filial de financiación de automóviles Bank of Scotland Motor Finance durante los dos próximos años.
El representante del sindicato Unite, Rob MacGregor, señaló en declaraciones a la prensa local que la organización sindical "no aceptará una situación en la que LLoyds haga anuncios de cientos de recortes de empleo a la semana" y acusó al banco de haberse embarcado en una estrategia para despedir a miles de empleados.
"La plantilla debe ser informada de los planes de la compañía en el futuro y no se debe dejar abierta la incertidumbre sobre si podrían ser los próximos en perder su empleo", destacó MacGregor.
Estos despidos, anunciados tan sólo dos días después de que se hiciera pública la dimisión del presidente del grupo, Victor Blank, se repartirán a medias entre Escocia, Inglaterra y Gales.
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