LONDRES/PARÍS.- El magnate estadounidense Elon Musk, propietario de 'X' (antes, Twitter) ha cargado duramente contra el Gobierno del Reino Unido y su primer ministro, el laborista Keir Starmer, acusándolo de reprimir con demasiada dureza a los ciudadanos y de dirigir «un estado policial tiránico».
Musk, el hombre más rico del mundo y aliado clave de Donald Trump, ha mencionado en sus redes sociales un polémico caso de explotación sexual de más de 1.500 niñas en el norte de Inglaterra entre 1997 y 2013, en el que se culpó a las autoridades de no haber tomado medidas.
«En Reino Unido, delitos graves como la violación requieren la aprobación de la fiscalía antes de que la Policía pueda acusar a los sospechosos. ¿Quién estaba a cargo del CPS (la fiscalía general del Estado) cuando a las bandas de violadores se les permitía explotar a niñas sin enfrentarse a la Justicia? Keir Starmer«, ha escrito.
Un ministro del Gobierno británico, Wes Streeting, ha denunciado que Musk está «mal informado». Desde que los laboristas británicos regresaron al poder hace seis meses y el país se viera sacudido por unos disturbios antiinmigrantes entre el 30 de julio y el 5 de agosto, Musk multiplicó sus comentarios sobre la actualidad de Reino Unido, asegurando incluso que una «guerra civil» es «inevitable» y que «deberían organizarse nuevas elecciones».
Ante estas críticas, el ministro británico de Salud ha lamentado que «algunas de las críticas hechas por Elon Musk son errores de juicio y está mal informado». «Pero estamos dispuestos a trabajar con él, quien creo que tiene un papel importante que desempeñar con su red social para ayudarnos a nosotros y a otros países a abordar este grave problema. Si quiere trabajar con nosotros y arremangarse, estaremos encantados de darle la bienvenida«, continuó Streeting.
En sus mensajes en redes sociales, Musk exigió también la liberación del agitador británico de ultraderecha Tommy Robinson, recientemente condenado por los tribunales a 18 años de cárcel por violar una decisión judicial que le prohibía repetir comentarios difamatorios sobre un refugiado sirio.
El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se sumaron este lunes a las críticas del sábado del canciller alemán, Olaf Scholz, contra Elon Musk, tras las declaraciones del multimillonario estadounidense sobre temas de política interna de países europeos.
El premier británico ha lanzado un duro ataque contra Musk y le he acusado de "diseminar mentiras y desinformación" en el escándalo de las bandas de captación sexual en el Reino Unido. Sin llegar a mencionar su nombre, Starmer cargó contra el propietario de X y contra los políticos del Partido Conservador por "llamar desesperadamente la atención amplificando lo que dice la ultraderecha".
"No toleraré un debate basado en mentiras sin levantar la voz", advirtió el premier en un tono crispado durante la presentación de sus reformas del Sistema Nacional de Salud (NHS), que pasaron a segundo plano ante la polémica de la explotación sexual de menores.
"Tampoco toleraré que los políticos se suban al carro, especialmente los que han estado durante 14 años hablando y tuiteando sobre el tema sin hacer nada", recalcó Starmer.
En varios mensajes consecutivos en su cuenta en X desde el día año nuevo, Musk arremetió contra Starmer y le llamó incluso "cómplice" en los casos de violación de miles de menores.
El asesor de Trump rebotó un mensaje sobre "las bandas de captación sexual con ancestros paquistaníes" en suelo británico y amplificó la polémica con sus invectivas contra el premier laborista, lanzadas a sus más 200 millones de seguidores en la red social...
"En el Reino Unido, los delitos graves como la violación requieren la aprobación de la Fiscalía de la Corona para que la policía presente cargos contra los sospechosos. ¿Y quién estaba al frente cuando se permitía que las bandas de captación explotaran a las niñas sin tener que hacer frente a la Justicia? Keir Starmer (2008-2013)".
El hombre más rico del mundo fue aún más allá en sus ataques personales contra Jess Phillips, la alta funcionaria del Departamento de Interior, por oponerse a abrir una investigación pública de carácter nacional sobre las bandas de explotación sexual en la localidad de Oldham. Musk llegó a llamarla "apologista de la violación y el genocidio".
"Para empezar, dejadme decir que la explotación sexual de niños es algo completamente repugnante", declaró Starmer en su fulminante respuesta del lunes. "Y, durante mucho años, las víctimas han sido completamente abandonadas bajo la perversa idea de velar por las relaciones en la comunidades y por la protección de las instituciones".
"Cuando ejercí como fiscal de la Corona durante cinco años, decidí afrontar el problema y por eso reabrí casos que se habían cerrado", agregó Starmer. "En concreto, lancé la mayor acusación contra una banda de explotación sexual de origen asiático en Rochdale, en la primera acción de este tipo".
"Cambiamos la aproximación de la fiscalía ante estos casos para romper los estereotipos y para garantizar que las víctimas fueran escuchadas, sin recibir ningún tipo de críticas en aquel momento", añadió Starmer.
"Cuando dejé mi puesto, teníamos de hecho el mayor número de casos en los tribunales".
"De todo esto hace más de 10 años, y los tories no hicieron nada al respecto", advirtió Starmer, recalcando la pasividad ante la Investigación sobre los Abusos de Menores en todo el Reino Unido presentada en el 2022.
"No hace falta una nueva investigación, lo que necesitamos es pasar a la acción", recalcó, en el momento de defender frente a las acusaciones de Musk a su amiga y colaboradora Jess Phillips por su lucha contra la explotación sexual.
Starmer arremetió por último contra Musk por su apoyo al ultraderechista Tommy Robinson, condenado a 18 meses de cárcel por desacato a la Justicia e incitación a la violencia. "Los que animan a Tommy Robinson no están interesados en la justicia ni en las víctimas, solo están interesados en sí mismos", concluyó Starmer.
La respuesta contundente del premier, después de varios meses de silencio ante las continuas intromisiones de Elon Musk en la política británica, sorprendieron a propios y extraños. Musk se ha convertido en algo así como el mayor troll de Starmer desde las manifestaciones anti-inmigración del pasado verano, tras la muerte de tres niños en un apuñalamiento masivo en Southport, a manos de Axel Rudakubana, hijo de inmigrantes de Ruanda.
Musk llegó a decir entonces que "la guerra civil es inevitable" en el Reino Unido y llegó a comparar tiempo después a Starmer con Stalin, tras el anuncio del nuevo impuesto de sucesiones a los agricultores.
El futuro director de Eficiencia Gubernamental de Trump tendió entre tanto puentes con el líder de Reform UK Nigel Farage, con quien posó recientemente en Mar-a-Lago.
Inesperadamente, Musk le retiró su apoyo durante el fin de semana y aseguró que Farage "no tiene lo que hay que tener" para liderar el partido de extrema derecha, tras el desmarque del propio Farage por su apoyo a Tommy Robinson, una figura muy controvertida en el Reino Unido.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, también acusó este lunes al dueño de X de apoyar a "una nueva internacional reaccionaria" y de interferir en las elecciones, particularmente en Alemania.
"Hace 10 años, si nos hubieran dicho que el dueño de una de las redes sociales más grandes del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en las elecciones, incluso en Alemania ¿quién lo hubiera imaginado?", dijo el presidente galo en un discurso a los embajadores franceses, refiriéndose al apoyo del magnate tecnológico estadounidense al partido de extrema derecha alemán AfD.
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