SANTANDER.- El economista principal de la Comisión 
Económica de Naciones Unidas (ONU) para África, Andrew Mold, ha 
reivindicado que las ayudas internacionales y 
donaciones por valor de unos 41.000 millones de euros que recibe África 
"no merecen tanta atención" porque el continente africano "genera unos 
ingresos de unos 399.000 millones de euros", es decir, "genera diez 
veces más ingresos de los que recibe".
   Basándose en datos a fecha de 2012 publicados por el Banco 
Africano del Desarrollo, Mold ha indicado que aunque "la gente no tiene 
esta percepción", en África "la movilización de los recursos nacionales 
es mucho más importante que la movilización de los recursos de la Ayuda 
Oficial al Desarrollo (AOD)". De hecho, ha precisado que Angola genera 
unos ingresos anuales por exportaciones de petróleo de más de 45.000 
millones de euros, es decir, más incluso que lo que recibe todo el 
continente.
No obstante, ha puesto de relieve que hay algunos países como Burundi
 que "sí dependen más de las ayudas internacionales", por lo que ha 
reconocido que es necesario debatir "qué hacen los países africanos con 
los impuestos que recaudan". En el caso concreto de Ruanda, donde vive, 
ha explicado que su dependencia de las ayudas externas es de un 44% del 
presupuesto nacional, "pero el Gobierno quiere bajarlo porque supone una
 debilidad política".
   Esto se debe, entre otros motivos, a que los países del este de 
África "no tienen recursos naturales, como el petróleo de Nigeria", pero
 ha incidido en que el continente africano, de media, ha mejorado su 
economía "de forma notable" en plena crisis económica que ha afectado a 
Europa --"el este de África ha crecido el doble", ha precisado--.
   Pese a todo, en una charla que ha dado en el encuentro 'Quo Vadis 
Europa? II', que se ha celebrado durante 
toda la semana en los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad 
Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha reconocido que África "es ya el
 continente donde hay más desigualdad", por delante de Latinoamérica, 
con los países subsaharianos con las tasas "más altas".
   "Esto sorprende porque se piensa que todos los africanos son 
pobres, pero no es así. La mitad de los países del este de África tienen
 más tasas de desigualdad que China, siguiendo el coeficiente Gini, y 
esto está fuera del debate político nacional de los países", ha 
comentado Mold, que ha explicado que "África es cada vez más consciente 
de la importancia de las soluciones regionales para los problemas 
regionales sin depender de Europa o de la ONU".
   En relación, precisamente, con los problemas de desigualdad que 
tiene el continente africano, Mold ha indicado que según las encuestas 
de opinión, "la mayoría" de los ciudadanos de países como Kenia, 
Burundi, Uganda o Ruanda piensan "que sus condiciones de vida no han 
mejorado pese al crecimiento económico".
   Esto se debe, ha añadido, a que "como en España" el sector de la 
construcción es el que ha experimentado un mayor crecimiento económico. 
"La construcción y la explotación de recursos naturales no crean empleo.
 Ha habido una falta de creación de empleo ligada al crecimiento 
económico", ha expuesto.
   Al mismo tiempo, ha comentado que en general ha habido "tasas 
positivas de reducción de la pobreza gracias al crecimiento económico", 
pero que en países como Madagascar las tasas han sido "negativas". 
 "Desde 2001 no se ha reducido la pobreza tanto como se esperaba, incluso
 hay más personas por debajo del umbral de la pobreza por el aumento de 
la presión demográfica", ha puntualizado.
   Y también ha remarcado que África sufre una "alta tasa" de 
"contratos informales". Es decir, de economía sumergida. "Conseguir 
contratos formales es un gran desafío para el África subsahariana", ha 
apostillado.
   Mold también ha destacado que el contexto internacional "ha 
cambiado en África", que ve cómo economías emergentes como Brasil, India
 o China "demandan sus materias primas y recursos naturales". A este 
respecto, ha hecho hincapié en las inversiones de China en forma de 
construcción, por ejemplo, de infraestructuras y carreteras, "como 
contraprestación" a la importación de estas materias por parte del 
Estado chino.
   "África puede elegir por primera vez en la historia con quién 
negocia", ha afirmado en alusión a la creciente inversión, precisamente,
 de los países emergentes en este continente. Es más, ha abogado porque 
los países africanos no firmen pactos comerciales con Europa "porque la 
estrategia no ha salido bien" y se ha posicionado a favor de que los 
firmen con países como los citados --Brasil, India y China--.
   A este respecto, ha puesto de relieve que el presidente de Estados
 Unidos, Barack Obama, "está preocupado porque Estados Unidos está 
perdiendo poder en África con respecto a los países emergentes".
   Finalmente, ha manifestado que en África "hay un fuerte 
sentimiento de que se han producido injusticias" como consecuencia de la
 llamada Justicia Universal, defendida, entre otros, por el juez 
Baltasar Garzón, porque "se juzga a los débiles y no a los fuertes, como 
el exprimer ministro británico, Tony Blair, por invadir Irak".
 "Esto 
saca de quicio a los africanos", ha zanjado.

 
 
 
 
 
 
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