
Si el ejecutivo dijo que "haría todo lo posible" para que la petrolera siguiera siendo "independiente y española", el popular aseguró hoy que hará "lo imposible" para que no se produzca la venta. Rajoy apeló a la "seguridad estratégica nacional".
"Con la energía en manos rusas seríamos un país de quinta división", advirtió el líder de la oposición durante la clausura del XI congreso provincial del PP de Almería. A su juicio la situación hace que resulte "notable" el contraste con el resto de Estados que integran la UE, donde se aboga por una reforma energética "precisamente para no depender de fuera".
Rajoy acusó al Gobierno de tomar una decisión que no se ha hecho, ni nunca se hará en el contexto europeo para "solucionar los problemas personales de un empresa a la que apoya", en referencia a Sacyr.
Además, recordó que el Estado concedió un crédito de 7.000 millones de euros para el rescate de Repsol YPF. "Y ahora que no lo pueden pagar, hay que vender el suministro energético español a los rusos con el apoyo del Gobierno", criticó.
Como él mismo explicó, Rajoy no había utilizado nunca la opinión del ex presidente del Gobierno como un argumento para reforzar una de sus tesis. Pero las cosas y contextos cambian. El popular le utilizó como "elemento de autoridad" y "por primera vez" para reforzar su negativa a la venta de las acciones de Repsol, ya que el ex dirigente socialista se mostró contrario a la operación.
Ahora, impedir la venta de casi el 30% de las acciones de Repsol YPF, que poseen Sacyr Vallehermoso y La Caixa a Lukoil, es una cuestión de "seguridad estratégica nacional", advirtió, contundente, Mariano Rajoy.
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