
Desde el equipo de gobierno se acusó en una nota a la organización ecologista Greenpeace de "mentir descaradamente" cuando "sabe que las obras están paradas" y de utilizar "métodos tan zafios" como el de "falsear la verdad" a través del empleo de las fotos "de su primer asalto al hotel", el 16 de noviembre de 2005, mientras que la paralización de las obras comenzó el 21 de febrero de 2006.
En estos tres meses, según ellos, Azata finalizó las partes del hotel que ahora la organización ecologista "denomina como pruebas evidentes" de que se ha seguido construyendo.
Por último, el equipo de gobierno que preside Cristóbal Fernández instó al colectivo conservacionista a "acudir a los tribunales" si tiene "constancia" de que "se ha cometido ese desacato a la orden del juez" y no utilizar la estrategia de que "mientras más grande sea la mentira, más gente se la creerá".
El pasado 12 de julio, unos 30 activistas de Greenpeace desembarcaron en el hotel de El Algarrobico y acusaron a la empresa Azata de que, a pesar de la orden de paralización, había seguido trabajando en el hotel, ya que el estado de las instalaciones "no era el mismo" que en febrero de 2006.- (EP)
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