jueves, 15 de junio de 2023

El plan de Occidente para evitar que China robe ideas para producir chips avanzados


MADRID.- Los chips semiconductores se convirtieron durante la pandemia del covid en el input más preciado y deseado por las empresas. Su escasez en un momento de creciente demanda de bienes tecnológicos puso a los microchips en el foco de debate a muchos niveles. Aunque hoy su escasez está parcialmente resuelta, el protagonismo de los semiconductores parece condenado a seguir creciendo. 

De ellos depende la sofisticación y el alcance de muchos bienes tecnológicos que no solo son vitales para mejorar nuestras vidas, también para 'destruirlas' potencialmente. Los chips más avanzados son clave para determinadas armas, la inteligencia artificial o para construir potentes ordenadores, lo que está provocando que la 'guerra secreta de los chips' siga escalando sin control con dos bandos bien diferenciados: Occidente vs China, se escribe en www.eleconomista.es.

Las empresas líderes en patentes relacionadas con microchips en la actualidad son Tencent y Baidu, superando con creces a compañías como IBM, Microsoft o Alphabet. Esto refleja el impresionante avance logrado por el 'gigante asiático' en pocos años, así como las preocupaciones de EEUU y sus aliados.

Por primera vez en décadas, EEUU está presenciando cómo alguien le planta cara en lo que se refiere al liderazgo tecnológico, y para evitarlo está diseñando una suerte de cordón sanitario que busca impedir a Pekín el acceso a los microchips de última generación, elementos esenciales para hacer realidad las patentes relacionadas con la inteligencia artificial y otras revoluciones tecnológicas.

EEUU aprobó en 2022 la Ley de ciencia y Chips con el objetivo de impulsar su propia industria de semiconductores a la par que restringir la capacidad de fabricación de chips avanzados en China. Pekín es capaz de producir chips de 16 nanómetros, pero producir microprocesadores más avanzados les resultará complicado y costoso. Estos chips avanzados los produce incurriendo en costes muy elevados y no gozan de la misma calidad que los producidos por Países Bajos, por ejemplo. 

"Como tal, los guiños de los Países Bajos y Japón -están limitando sus conexiones con China en lo que a tecnología se refiere- son más cruciales que nunca, ya que lideran la producción de la litografía ultravioleta extrema -necesario para producir los chips más pequeños y avanzados-", explican desde Natixis en una nota para clientes.

Estas medidas restrictivas, como sanciones y listas negras, han sido efectivas en casos como el de Huawei, pero hasta ahora no han logrado sofocar por completo el avance de China y muchas de sus empresas, según los expertos. El objetivo de EEUU es cortar el acceso a la maquinaria necesaria para producir los microchips, una maquinaría que poseen economías aliadas de EEUU como Países Bajos.

En otoño de 2022, EEUU impuso restricciones destinadas a limitar los envíos de equipos de producción por parte de empresas estadounidenses y prohibió la expansión de la fabricación de chips por debajo de los 28 nanómetros (cuantos menos nanómetros, más pequeño es el chip y más chips se puede añadir a una misma oblea) en China o Rusia durante una década. Ahora, parece que Japón y los Países Bajos se suman a los planes de Washington, lo que podría aumentar la efectividad de estas medidas.

Países Bajos y Japón se ponen serios

La importancia de Japón y los Países Bajos radica en las empresas que tienen en su territorio, especialmente en el caso de los Países Bajos, donde se encuentra ASML, la única compañía capaz de construir equipos de litografía ultravioleta extrema. Estas máquinas son indispensables para la producción de microchips de última generación. 

Si las empresas chinas no pueden acceder a ellas, les resultará casi imposible fabricar chips por debajo de los 10 nanómetros, que son fundamentales para algunos dispositivos como los nuevos teléfonos móviles, ordenadores, centros de datos y los superordenadores necesarios para impulsar y entrenar sistemas de inteligencia artificial. 

La producción masiva de estos chips sería prácticamente imposible. Además, la entrada de Japón en esta alianza con EEUU añade más presión a la campaña contra China, ya que Japón sigue siendo un productor clave de equipos de litografía ultravioleta profunda y suministra componentes esenciales, como la resina ABF, utilizada en la producción de semiconductores.

Por ahora, se espera que tanto los Países Bajos -ya se han filtrado algunas medidas clave que se analizan a continuación- como Japón sigan endureciendo su postura, aunque no está claro si igualarán la dureza de las medidas aplicadas por EEUU. 

Si estos nuevos controles son efectivos, dificultarán considerablemente la capacidad de China para construir nuevas instalaciones informáticas avanzadas en las que se puedan entrenar sistemas de inteligencia artificial. 

Esto refuerza la alineación sustancial entre los Países Bajos, Japón y EEUU en cuanto a los riesgos de permitir que China desarrolle capacidades sofisticadas de inteligencia artificial que puedan competir con las producidas en Occidente.

El gobierno holandés está trabajando en una legislación que prohibirá a los estudiantes chinos participar en programas universitarios sobre tecnologías sensibles, incluidos los semiconductores y la defensa, según han revelado a Bloomberg fuentes familiarizadas con esta cuestión.

 Aunque la ley, probablemente, no mencionará de forma específica a China, la intención indirecta de la misma es evitar que los estudiantes de la nación asiática obtengan acceso a material confidencial en sus estudios, según han revelado estas fuentes que han pedido no ser identificadas.

Las medidas, aún en fase de borrador, son la última escalada en una lucha diplomática entre los Países Bajos y China por la industria de los semiconductores. A principios de este año, el gobierno holandés acordó unirse a EEUU para restringir aún más las exportaciones de tecnología de chips a China e inició una investigación sobre la adquisición del fabricante local de chips Nowi por parte de una empresa de propiedad china, Nexperia, lo que ha avivado las tensiones con uno de sus mayores socios comerciales, aseguran desde Bloomberg.

El Ministerio de Educación holandés confirmó que está trabajando en medidas para introducir una evaluación obligatoria de estudiantes e investigadores en áreas temáticas sensibles, según un comunicado enviado por correo electrónico y al que ha tenido acceso Bloomberg. El comunicado también señalaba que cualquier medida sería neutral y no apuntaría a ningún país específico.

Un informe reciente de la agencia de inteligencia holandesa afirmó que China "representa la mayor amenaza" para la seguridad económica de la nación. Todo pese a que el país es uno de los mayores socios comerciales de los Países Bajos. 

La agencia de inteligencia reveló que a muchas empresas e instituciones holandesas les resulta difícil hacer una evaluación de riesgo adecuada de la cooperación económica y científica con China. 

"El país a menudo oculta que el gobierno o el ejército chino pueden estar involucrados en dicha cooperación en el fondo", señala el informe. "Las desventajas de la cooperación a menudo solo se hacen evidentes a largo plazo".

China tendrá cada vez más problemas

Los Países Bajos y Japón están cada vez más cerca de EEUU en la prohibición de exportar este tipo maquinaría y ciertos tipos de chips a China. Aunque todavía no se conoce con exactitud los pormenores de estos límites a la exportación, "no hay duda de que China tendrá que enfrentarse a unos obstáculos mayores para lograr su objetivo de autosuficiencia", aseguran desde Natixis en un informe sobre el sector. 

El objetivo es impedir que Pekín tenga acceso a la fabricación de chips muy avanzados que podrían poner en peligro la seguridad nacional de los países de Occidente.

"A corto plazo, una prohibición de exportar chips y maquinaria de varios países dañará el avance tecnológico de China. El impacto puede ser enorme, ya que los semiconductores han superado al petróleo como su mayor artículo de importación desde 2014", asegura la economista Alicia García-Herrero, economista de Natixis, en una nota para clientes. 

Las empresas extranjeras suministraron el 86% de los equipos de fabricación de chips de China en 2022. EEUU es el mayor proveedor con el 52% de la cuota de mercado, seguido del 23% de Japón y el 10% de Europa. Aunque las empresas chinas han progresado, su cuota de mercado solo ha crecido siete puntos porcentuales, pasando del 7% en 2017 al 14% en 2022, y la mayor parte de la producción se encuentra en los nodos maduros.

Ganadores y perdedores en los chips

"Una prohibición coordinada liderada por EEUU generará ganadores y perdedores. Los fabricantes de chips con procesos avanzados (menos de 7 nanómetros o nm) se verán menos afectados ya que la capacidad tecnológica está en manos de unos pocos jugadores. Los nodos maduros de nivel medio entre 7 nm y 45 nm pueden beneficiarse si EEUU frena con éxito la producción de China. Como resultado, es probable que China quede asilada en la esquina de los nodos maduros de más de 45 nm", aseguran desde Natixis.

¿Qué pasará a largo plazo? "Todo depende de si Occidente puede mantener su ventaja tecnológica y cómo de rápido la I+D de China puede cerrar la brecha tecnológica. Es seguro que el cepo de EEUU frenará la capacidad de producción de chips de China... Pero también está claro que China intensificará su investigación y desarrollo (I+D) más que nunca".

Por otro lado, Pekín puede especializarse aún más en los chips que ya maneja, que son los semiconductores con nodos maduros (chips menos avanzados que llevan ya un tiempo en el mercado y se encuentran en una fase de maduración), que siguen siendo esenciales para muchos productos y representa el 42% de la capacidad total de fabricación en 2022. 

Uno de los focos está en los chips para automóviles, ya que China domina esta cadena de suministro y tiene más posibilidades de controlar una gran parte del ecosistema, aseguran desde Natixis.

Pese a todo, Pekín no se conformará y buscará avanzar en la escala tecnológica. China continuará invirtiendo e impulsando la innovación en cualquier escenario, aseguran los economistas de Natixis. Si, finalmente, China logra escapar del cepo tecnológico y consigue producir chips avanzados por sus propios medios, se creará un mundo dividido en dos en lo que se refiere a la tecnología.

"A la luz de las medidas proteccionistas que continúan vigentes en Occidente, el mundo terminará en dos ecosistemas tecnológicos y estándares separados basados en chips avanzados de China y los chips avanzados producidos en Occidente. Este escenario presupone enormes subsidios en esta industria que estará plagada de ineficiencias", aseguran desde Natixis.

Rusia afirma que más de una veintena de países tienen la intención de unirse a los BRICS


MOSCÚ.-  El vicecanciller de Rusia, Sergei Riabkov, dijo este jueves que más de una veintena de países han mostrado su intención de unirse al grupo BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

“La lista de aspirantes a formar parte de la asociación sigue creciendo. El número de estados interesados ​​en unirse a esta asociación se acerca a las dos docenas”, dijo Riabkov a la agencia de noticias TASS.

“Esto es un reflejo del papel creciente y ya muy importante de los BRICS en el ámbito internacional como una asociación de personas abiertas”, enfatizó.

El ‘número dos’ de Asuntos Exteriores de Rusia ha realizado estas declaraciones después de que el embajador ruso en El Cairo, Georgy Borisenko, confirmara este miércoles que Egipto ha presentado su solicitud formal para incorporarse a la asociación.

“Egipto ha presentado su solicitud para unirse al grupo BRICS porque uno de los esfuerzos que BRICS está haciendo actualmente es cambiar el comercio a monedas alternativas, ya sean monedas nacionales o una nueva moneda común. Egipto está muy interesado en eso”, dijo a dicha agencia.

Los cancilleres de los estados miembros del BRICS sostuvieron una reunión a principios de junio en Ciudad del Cabo, a la que asistieron altos diplomáticos de varios países que quieren sumarse como Argentina, Irán y Venezuela, entre otros.