LA HAYA.- El
 presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo hoy que 
la política de estímulos monetarios de la institución terminará cuando 
cumpla sus objetivos en términos de inflación, aunque algunos países no 
estén preparados para el aumento de tipos de interés que ello provocará.
Durante
 una comparecencia en la comisión de Finanzas del Parlamento holandés, 
Draghi subrayó que aún es necesario mantener el "nivel sustancial" de su
 política monetaria acomodaticia para impulsar la inflación.
El
 presidente del BCE precisó que la institución pondrá fin a su programa 
de expansión monetaria "en línea con la mejora de la economía" y, en 
particular, cuando la inflación converja hacia su objetivo.
Este
 consiste en que la tasa se sitúe en cotas cercanas pero inferiores al 2
 % de forma duradera y sostenible a medio plazo en toda la eurozona.
Preguntado
 por cuál sería el efecto del fin de este programa sobre los tipos de 
interés en países como España, Italia o Portugal, frente a otros como 
Alemania u Holanda, Draghi afirmó que "los tipos de interés empezarán a 
subir", pero que "no es tarea del BCE preparar los países para estos 
eventos".
"Nuestra
 tarea es buscar la estabilidad de precios independientemente de cuál 
sea el estado de preparación de estos países", dijo Draghi.
"Está
 claro que tienen tiempo para consolidar sus finanzas, llevar a cabo las
 necesarias reformas estructurales y luego veremos qué pasa cuando 
tengamos que salir (del programa), pero a la hora de analizar nuestra 
estrategia para el futuro solo tenemos en mente una cosa: la estabilidad
 de precios", insistió Draghi.
El
 presidente del BCE aseguró que "aún es pronto para declarar un éxito" 
la subida de precios y reiteró que la inflación subyacente sigue siendo 
moderada en la zona del euro.
Fráncfort
 insiste así en mantener por ahora los estímulos pese a que Draghi 
reconoció que la recuperación económica "es cada vez más sólida" y que 
han disminuido algunos de los riesgos del exterior.
"El
 riesgo de proteccionismo ha amainado, así como el de un peor 
comportamiento de las economías emergentes. Ahora vemos que el 
crecimiento mundial es más fuerte de lo previsto y que el balance de 
riesgos para el crecimiento ha mejorado", dijo.
El BCE indicó a finales de abril que no subirá los tipos de interés en la zona del euro antes de finalizar las compras de deuda.
Ante
 el Parlamento holandés, Draghi defendió que la política expansiva del 
BCE era "absolutamente necesaria" cuando se adoptó en 2013, que ha 
tenido beneficios sobre el crecimiento y el empleo y que sus efectos 
negativos han sido "limitados".
En
 este sentido, reconoció que los efectos sobre las pensiones -tema que 
preocupa especialmente en Holanda- el impacto "no ha sido positivo" a 
corto plazo, pero que hay que evaluar su efecto a largo plazo.
El
 presidente del BCE insistió en que, de cara al futuro, los países deben
 aplicar reformas estructurales y políticas fiscales prudentes, mientras
 que a nivel europeo debe completarse la unión bancaria creando un 
sistema común de depósitos, todo ello de cara a mejorar la preparación 
frente a tiempos difíciles.

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