KIEV.- Kiev negocia un acuerdo sobre tierras raras con Estados Unidos para retener al menos algo de apoyo de Washington, pero en Ucrania aumentan las dudas sobre la viabilidad de la iniciativa de paz del presidente estadounidense, Donald Trump.
Las sugerencias de funcionarios estadounidenses, citadas por medios de comunicación de ese país, de que Ucrania podría tener que reconocer como territorio ruso la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y renunciar a ser miembro de la OTAN han ahondado el escepticismo en el país invadido.
Yaroslav Chornogór, director del Programa de Rusia y Bielorrusia en el centro de análisis de política exterior Prisma Ucraniano, dijo que es improbable que haya pronto un alto el fuego, pese a la aspiración expresada por Trump el domingo en su red social 'Truth Social' de que Moscú y Kiev podrían llegar a un acuerdo esta semana.
«Al contactar primero con (el presidente ruso, Vladímir) Putin, la administración Trump ha dado confianza a Moscú en su posición fuerte», dijo Chornogór. «Esto ha envalentonado a Rusia para emitir ultimátums y dictar condiciones», añadió.
El experto subrayó que Rusia perseguirá sus objetivos por medios militares, rechazando cualquier acuerdo que no cumpla sus demandas. «Como mínimo, Rusia busca el control de cinco regiones, incluidas las zonas controladas (aún parcialmente) por Ucrania, y su reconocimiento como territorio ruso», explicó.
El periodista político Vitali Portnikov, cuyo canal de YouTube cuenta con casi 900.000 suscriptores, se mostró de acuerdo, al señalar que es poco probable que Rusia ceda el control de la central nuclear de Zaporiyia para establecer allí una zona neutral, otro posible elemento de un acuerdo que barajaría la Casa Blanca. Mientras, Ucrania nunca aceptará como legítima la ocupación rusa de Crimea o de otros territorios, añadió Portnikov.
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