TEL-AVIV.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha celebrado este jueves la muerte del líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Yahya Sinwar, como "un duro golpe" contra las fuerzas del "mal", pero ha reconocido que aún no han culminado con "la misión" que iniciaron el 7 de octubre de 2023, cuando la milicia islamista atacó Israel, dejando casi 1.200 muertos y secuestrando a otras 240 personas, en una ofensiva que supuso el inicio de una guerra a nivel regional.
"Hoy el mal ha sufrido un duro golpe, pero la misión que teníamos ante nosotros aún no ha concluido. A las queridas familias de los secuestrados les digo que este es un momento importante en la guerra. Continuaremos con todas nuestras fuerzas hasta que todos vuestros seres queridos, que son nuestros seres queridos, sean devueltos a sus hogares", ha manifestado el mandatario israelí en un discurso grabado publicado en su perfil oficial de la red social X.
Por otro lado, Netanyahu se ha dirigido directamente a los habitantes de la Franja de Gaza, a los que les ha insistido en que Sinwar "arruinó" sus vidas. "Os dijo que era un león, pero en la práctica se escondió en una cueva oscura y desapareció cuando fue capturado por nuestros soldados", ha señalado el primer ministro israelí, que ha equiparado la "desaparición" de Sinwar con "la destrucción del malvado gobierno de Hamás".
"Me gustaría repetir, de la manera más clara, que Hamás ya no gobernará Gaza. Este es el comienzo del día después de Hamás, y esta es una oportunidad para ustedes, residentes de Gaza, de liberarse finalmente del cautiverio", ha manifestado Netanyahu, quien a continuación ha interpelado a los "terroristas de Hamás" para recordarles que sus líderes "están huyendo y serán derrotados".
"Hago un llamamiento a todos los que sostienen nuestra bandera. A quien levante la mano le permitiremos salir y vivir. Y en la misma medida digo que, a quien hiera nuestra bandera, su sangre correrá sobre su cabeza y le haremos rendir cuentas", ha manifestado el jefe de Gobierno israelí, deslizando así un posible acuerdo con garantías para los palestinos y miembros de Hamás colaboracionistas.
Por otro lado, Netanyahu se ha referido a la situación en Oriente Próximo y, en un mensaje a los líderes regionales, ha señalado que "la oscuridad está cayendo y la luz se está levantando" no solo en la Franja de Gaza o en Beirut --aludiendo a los golpes asestados a Hezbolá en Líbano-- sino en toda la región.
"Hago un llamamiento a vosotros, los pueblos de la región, tenemos una gran oportunidad para lavar el derramamiento de sangre y crear un futuro diferente, un futuro de paz, un futuro de prosperidad en toda la región. Juntos podemos cambiar la situación general y hacer avanzar la bendición. Ahora está claro para todos, en Israel y en todo el mundo, por qué insistimos en no poner fin a la guerra", ha dicho.
Netanyahu ha deslizado así que la negativa de Israel a acabar con la ofensiva militar en Gaza ha culminado con la muerte de Sinwar, previamente a finales de julio en Teherán también con la de Ismail Haniye, su predecesor en el cargo.
"Hemos luchado contra toda presión para entrar en Rafá, la base fortificada de Hamás, donde se escondían Sinwar y muchos de sus asesinos", ha apuntado un Nentanyahu que ha mostrado su agradecimiento al Ejército y el resto de fuerzas de seguridad del país por "demostrar lo que les ocurre a quienes nos hacen daño", así como "una victoria del bien sobre el mal".
"Como dijo el rey David, perseguiré a mis enemigos y a sus asesinos, y no volveré hasta que los haya matado. Este no es el final de la guerra de resurrección, todavía tenemos grandes retos por delante", ha zanjado el mandatario israelí, que apela a la unidad nacional en la sociedad y también a la cohesión en el seno del Ejército.
"Juntos lucharemos, y con la ayuda de Dios, juntos venceremos", ha dicho
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