PEKÍN.- El primer ministro chino, Li
Keqiang, y los dirigentes de las principales instituciones financieras
globales reiteraron hoy en Pekín su defensa del multilateralismo en
medio de las tensiones comerciales y las presiones a la baja que
amenazan a la economía mundial.
"Todos nosotros
creemos que es necesario mantener la confianza, sostener más consultas
para afrontar los problemas a los que nos enfrentamos y defender el
sistema de libre comercio", dijo Li hoy en una rueda de prensa durante
la celebración del 'Diálogo 1+6' en Pekín.
Además de China, las charlas incluyeron al Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial del Comercio
(OMC), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE) y el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), cuyos máximos
representantes estuvieron también presentes.
El
primer ministro chino subrayó que pese a las "incertidumbres económicas
actuales y el aumento del proteccionismo", en una clara referencia a la
guerra comercial entre China y EEUU, el gigante asiático está "dispuesto
a trabajar" con las instituciones económicas para encontrar nuevas
soluciones y hacer "más contribuciones" a la recuperación de la economía
mundial.
"Queremos ver una mayor integración de la
economía china en el escenario global, y se están haciendo progresos al
respecto", dijo.
Li usó como ejemplo la actual Expo
Internacional de Importaciones de Shanghái, una muestra de que la
determinación de China de abrirse al mundo es "inquebrantable", según
dijo.
Además, anunció que el país expandirá la
apertura de su mercado financiero aunque de manera "ordenada",
mencionando los sectores de banca, valores negociables, fondos, títulos a
futuros y seguros.
También indicó que las compañías
chinas y las extranjeras jugarán en "igualdad", y que se tomarán medidas
para asegurar un ambiente de inversiones "estable", término que también
utilizó sobre la tasa de cambio del yuan.
Por su
parte, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, fijó en el 6,6 %
su pronóstico para el crecimiento del PIB de China para este año, y en
el 6,2 % para el próximo, y señaló que el país se ha desempeñado "bien"
en 2018, con un crecimiento "fuerte", que contribuye a su "política
acertada" de reequilibrio "para pasar de un crecimiento rápido a uno de
calidad".
Sin embargo, la francesa no eludió las
tensiones comerciales o los ajustes monetarios y su impacto en el sector
financiero, que según ella son algunas de las "nubes" que debe sortear
la economía global, cuyo pronóstico de crecimiento situó para 2018 y
2019 en el 3,7 %.
"Los efectos de la guerra comercial
con EEUU son particularmente severos para ambos países. Según nuestros
pronósticos, recortará un 0,6 % al PIB de China y un 0,2 al de EEUU",
anotó Lagarde.
Sin embargo, la mandataria del FMI afirmó que el diálogo sobre el panorama económico de China ha sido "muy constructivo".
Lagarde coincidió con Li en la necesidad de fortalecer y modernizar los
marcos de trabajo multilaterales con el objetivo de salvaguardar la
estabilidad financiera y el desarrollo de la economía global.
"China tiene que seguir el mismo camino, debe seguir reequilibrando su
economía y no debe dar pasos atrás en sus reformas. Esperamos que su
crecimiento siga siendo robusto y que contribuya a la recuperación de la
economía global", concluyó.
El presidente del BM,
Jim Yong Kim, también apuntó a las amenazas económicas mundiales, y
recomendó a los países invertir en capital humano para reducir sus
vulnerabilidades en la medida de lo posible.
Asimismo, elogió los pasos dados por China para erradicar la pobreza, y
puso como ejemplo algunas zonas del interior del país, donde se ha
recuperado el impulso económico "gracias al acceso de la población al
capital, a infraestructuras" y a innovaciones como Internet o el
comercio electrónico.
Por su parte, el director
general de la OMC, Roberto Azevedo, subrayó que China tendrá que jugar
"un papel importante" a la hora de establecer de mecanismos para
resolver las disputas comerciales.
"La situación no
tiene precedentes, pero no sólo en riesgos sino también en
oportunidades. La próxima cumbre del G20 -que se celebrará a finales de
noviembre en Argentina- será una buena oportunidad para discutir sobre
cómo fortalecer el sistema de comercio para todos los países", señaló.
El presidente del FSB, Mark Carney, recalcó la importancia de minimizar
los riesgos financieros en sectores como el de tecnología financiera,
mientras que Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas
de la OIT, enfatizó la necesidad de cerrar la brecha de la desigualdad.
En el diálogo del año pasado, el primer ministro chino ya insistió en
que el libre comercio es el camino para afrontar las dificultades y
retos, mientras que tanto las instituciones financieras como China
subrayaron la necesidad de proteger el multilateralismo para lograr una
economía sólida e inclusiva.
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