martes, 26 de marzo de 2013

La Unión Europea quiere favorecer la creación de redes de banda ancha rápida

BRUSELAS.- La Comisión Europea se dispone a reducir el coste de crear redes de banda ancha de alta velocidad, en un movimiento que muestra cómo Bruselas busca más poder sobre el sector de las telecomunicaciones.

La iniciativa es importante porque los líderes europeos están preocupados por el lento ritmo de inversiones de las operadoras de telecomunicaciones, que están lastrads por su deuda, está dejando a una región con débiles infraestructuras que en el tiempo pueden ser un lastre para su economía ya en recesión.
La normativa vendría en un momento en el que la UE reduce la financiación para el despliegue de la banda ancha. Los recortes presupuestarios de la UE, que se deben aprobar en el Parlamento, afectaron a la financiación de por ejemplo proyectos rurales hasta a 1.000 millones de euros desde 9.200 millones.
El borrador conocido el martes requiere que las nuevas viviendas y las renovadas estén listas para la banda ancha, pide que los conductos y otras infraestructuras se compartan entre las operadoras de forma justa y razonable y acorta el proceso de permisos.
También pide a las compañías de gas, agua y electricidad que compartan sus conductos subterráneos con las operadoras de telecomunicaciones para reducir el coste de crear redes de alta velocidad.
La Comisión dijo que hacer zanjas en las calles para desplegar la fibra óptica supone hasta un 80 por ciento del coste, y añadió que las nuevas normas ahorrarían hasta 60.000 millones de euros.
La construcción de redes de fibra en Europa está lejos de la de Asia y algunas partes de Estados Unidos, lo que preocupa a los legisladores, que ven las infraestructuras como un motor clave para el crecimiento económico. Europa tenía 5,95 millones de clientes de fibra para mediados de 2012, una pequeña parte de los más de 58 millones de clientes en Asia.
Alrededor de la mitad de los europeos todavía confía en tecnologías de Internet como el ADSL, que ofrece velocidades de hasta 30 megabits por segundo, frente a los 100 megabits o más de la fibra.
Operadoras del continente lastradas por su deuda como Telefónica y Telecom Italia están preocupadas por tener que emplear miles de millones en fibra cuando sus inversiones tardarían décadas en dar fruto.
Otro gran obstáculo ha sido la cantidad de regulaciones en los 27 estados miembro sobre cómo deben las empresas compartir el acceso a los conductos y líneas que van hasta los hogares, el coste de los alquileres de esas líneas, y también la tecnología desplegada.
Por ejemplo, en Francia el regulador ha dicho que los operadores deben compartir el acceso de la parte final de fibra hasta la vivienda. Pero España no ha ido tan lejos, y en Alemania, el regulador ha apoyado el plan de Deutsche Telekom de retrasar la fibra y confiar en otra tecnología conocida como VDSL en su lugar.
Cada país establece sus propios precios a los competidores para el alquiler de las redes.
"Esto muestra que la Comisión Europea está interesada en centralizar el control", dijo el analista Robin Bienenstock de la casa Bernstein.
Una fuente de la Comisión dijo que las propuestas no iban dirigidas a centralizar la planificación, sino a una convergencia de las aproximaciones regulatorias para hacerlas más coherentes.
"En muchos lugares, las normas de hoy dañan la competitividad en Europa", dijo la vicepresidente de la Comisión Neelie Kroes en un comunicado. "Todo el mundo se merece una banda ancha rápida. Quiero acabar con la cinta roja que nos impide llegar a eso".
Las propuestas forman parte de un mayor paquete de medidas que la Comisión va a llevar a cabo los próximos meses para tratar de crear un mercado único para los servicios de telecomunicaciones.
El Ejecutivo europeo quiere presentar sus ideas sobre el mercado único para octubre, para debatir a los países. Las propuestas podrían incluir un mayor control del nuevo espectro radioeléctrico de los móviles y cambios al establecimiento de precios para los alquileres en las redes de la competencia, dijeron analistas.
Los líderes de las compañías esperan que la iniciativa lleve a una mayor facilidad para las fusiones en el sector, aunque el regulador en Bruselas sigue con sumo cuidado estos movimientos.
La ECTA, un organismo que representa a los operadores alternativos que desafían a los ex monopolios estatales, dijo que daba la bienvenida a los esfuerzos para reducir el coste del despliegue de las redes.
"Reducir esos costes aceleraría el desarrollo de las redes abiertas y daría servicios de comunicación competitivos a empresas y consumidores", dijo Tom Ruhan, presidente de ECTA.
ETNO, el lobby que representa a las operadoras tradicionales, dijo que las normas de la Comisión deberían centrarse donde los proyectos de fibra no estaban llevándose a cabo, como en las áreas rurales.
"Este paso necesita complementarse con más reformas en el contexto regulatorio general hacia la regulación en áreas no competitivas y cuellos de botella", dijo Daniel Pataki, director de ETNO.

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