PARÍS.- Los recortes presupuestarios por la crisis económica en Europa mermaron la capacidad de las fuerzas de seguridad de afrontar la amenaza terrorista, coinciden los analistas, que creen que las autoridades tendrán que dar marcha atrás.
"Los 
policías se han visto seriamente perjudicados y hace tiempo que dicen 
públicamente que no tienen bastante dinero. Es el caso del Reino Unido 
pero también de otros países europeos", subrayó  Christian Kaunert, 
profesor de la Universidad de Dundee, en Escocia, experto en justicia y 
asuntos internos.
Los recortes fueron drásticos: supresión de 
13.000 puestos en las fuerzas de seguridad interiores francesas entre 
2007 y 2012, y de cerca del 12% de las fuerzas policiales en Inglaterra y
 Gales desde 2010. Este mismo miércoles, el gobierno británico anunció a
 través de su ministro de Finanzas, George Osborne, el fin de los 
recortes en la policía: "la policía nos protege y nosotros vamos a 
proteger a la policía", dijo Osborne.
En España, que sufrió en 
2004 atentados contra varios trenes que dejaron 191 muertos, los 
recortes no han sido tan grandes. La policía nacional tiene ahora 66.000
 efectivos, 5.000 menos que en 2011, y la Guardia Civil 78.000 en vez de
 80.000 antes de la crisis, unas reducciones debidas fundamentalmente a 
la no sustitución de personal jubilado.
"Cuando se reducen los 
presupuestos, las tácticas más costosas, como la vigilancia, son a 
menudo las más perjudicadas", explicó Jon Moran, profesor experto en 
seguridad de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido.
En 
Bruselas, "nuestra zona afronta un déficit de 125 efectivos" que "se 
echan cruelmente de menos en la policía de barrio pero también en 
células especializadas como la del radicalismo", se quejó la semana 
pasada el comisario Johan De Becker, responsable de la zona Bruselas 
Oeste, a la que pertenece Molenbeek, un barrio descrito como un nido 
yihadista del que salieron, o donde pernoctaron, algunos de quienes 
perpetraron los recientes atentados de París, donde murieron 130 
personas.
"En respuesta a los atentados 
de París, seguramente vamos a observar un incremento de los recursos de 
los servicios de seguridad y habrá un cambio de tendencia", augura el 
profesor Kaunert, describiéndolos como "un signo de alarma, porque 
probablemente no serán los últimos".
En Bélgica, el gobierno ya 
estaba reconsiderando los proyectos de recortes tras el desmantelamiento
 de una célula yihadista en enero. Sin embargo, según la prensa belga, 
todavía faltan 100 agentes en cada uno de los dos servicios de 
inteligencia belgas (Seguridad del Estado y del Servicio General de 
Inteligencia y Seguridad del Ejército), que en teoría deberían funcionar
 cada uno con 600 agentes. 
En Reino Unido, el gobierno anunció el
 domingo un aumento del 30% en el presupuesto contra el terrorismo desde
 ahora hasta 2020, incluida la financiación necesaria para la 
contratación de 1.900 personas en los servicios de inteligencia e 
información. 
"El contraterrorismo 
no es sólo un asunto de los servicios contraterroristas, es un tema de 
toda la policía", advirtió Robert Quick, excomisario de Scotland Yard, 
en el diario The Guardian, pronosticando que los recortes en la policía 
de barrio harán al Reino Unido "más vulnerable al terrorismo". 
En
 Francia, la polémica sobre la supresión de la policía comunitaria, bajo
 la presidencia del conservador Nicolas Sarkozy, reaparece con 
regularidad, incluso entre su propio campo. 
A raíz de los ataques
 contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado judío a principios de
 este año, el ejecutivo socialista anunció la creación de 1.400 puestos 
de trabajo en el ministerio del Interior (incluyendo 1.100 para los servicios de inteligencia) y 950 en el ministerio de Justicia. 
Tras
 los hechos del 13 de noviembre, hubo anuncios similares: creación de 
5.000 puestos de policías y gendarmes, 2.500 en Justicia y 1.000 en el 
servicio de aduanas. De todos modos, los expertos no están seguros de 
que la matanza de París se hubiera evitado con más medios. 
"Si un
 país tiene una política exterior que le pone a la vanguardia de la 
lucha contra el yihadismo, los terroristas están obligados a tenerlo 
como objetivo, sin que importe la financiación de sus servicios de 
seguridad y de policía", dijo Moran.


