lunes, 25 de febrero de 2019

Colombia y Perú rechazan respuesta militar a la crisis venezolana

BOGOTÁ.- Los gobiernos de Colombia y Perú se oponen a una intervención militar para poner fin a la crisis en Venezuela, lo que abre una brecha aparente con Estados Unidos, que se ha negado a descartarla.

EE.UU., la oposición venezolana y gobiernos de todo Latinoamérica se reunirán hoy en Bogotá, después de que un intento fallido de llevar ayuda humanitaria a la nación hambrienta generara un fin de semana de violencia en la frontera colombo-venezolana. Las fuerzas de seguridad del presidente Nicolás Maduro rechazaron la comida y la medicina, bajo el argumento de que la iniciativa es un pretexto para la invasión.
"Nunca se ha contemplado la salida militar", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Trujillo, en una entrevista de radio el lunes antes de abrir una reunión del Grupo de Lima, formado en 2017 para abordar las crisis humanitaria y política de Venezuela. "Todas las acciones son políticas y diplomáticas, y lo digo enfáticamente, para que quede absolutamente claro, porque ha habido mucha especulación con eso".
Los comentarios de Trujillo fueron respaldados por el delegado de Perú, el viceministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, quien dijo en Bogotá que "el uso de la fuerza no es una solución".
El líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, escribió en un tuit el 23 de febrero que "todas las opciones" deberían considerarse para liberar a Venezuela, haciendo eco de comentarios similares por parte del presidente de EE.UU., Donald Trump. EE.UU. y más de otros 50 gobiernos reconocen a Guaidó como presidente interino de Venezuela, y están pidiendo a Maduro que renuncie.
Guaidó y el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, se dirigirán al Grupo de Lima el lunes para discutir medidas adicionales para expulsar a Maduro. EE.UU. impuso castigos financieros a Venezuela en 2017, y el mes pasado impuso sanciones mucho más duras al petróleo, con las que priva al gobierno de una gran parte de sus ingresos. También hay sanciones individuales contra los miembros del gobierno de Maduro.
Marco Rubio, el senador republicano de Florida que ha asumido un papel prominente en la lucha por políticas más firmes por parte de Washington, publicó en Twitter fotos del exdictador panameño Manuel Noriega, quien fue derrocado por una intervención de EE.UU. en 1990, y una imagen sangrienta del linchamiento del dictador libio Moammar Gadafi, en una aparente amenaza para Maduro.
La portavoz de la Unión Europea para Asuntos Exteriores dijo el lunes a periodistas en Bruselas que quiere "una solución pacífica y democrática".
Mientras tanto, algunos de los gobiernos que han reconocido a Guaidó como presidente se están enfrentando a mayores presiones para explicar el fundamento jurídico de su decisión.
La aceptación de Guaidó por parte de Alemania tiene una base jurídica "cuestionable", de acuerdo con un informe producido por investigadores del parlamento en Berlín. El informe del Bundestag señala que el reconocimiento de Alemania sumerge al país en una crisis constitucional irresoluta en Venezuela, en contravención al derecho internacional y al protocolo diplomático posterior a la Segunda Guerra Mundial de reconocer a los Estados extranjeros, no a los gobiernos.
En Brasil, el Partido de los Trabajadores, de la oposición, afirmó la semana pasada que el país debía abstenerse de participar en lo que llamó acciones intervencionistas de EE.UU. Con base en principios constitucionales que prohíben la interferencia del país en los asuntos de otras naciones, los líderes del partido presentaron solicitudes para que los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores testifiquen ante el Congreso por el asunto.

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