MIAMI.- Expertos
 políticos, económicos y académicos, entre ellos el expresidente 
mexicano Vicente Fox, analizaron hoy en Miami ideas para fomentar la 
dicha y el bienestar de la sociedad como preámbulo a la II Cumbre 
Mundial de la Felicidad (WOHASU) que se realizará a partir de este 
viernes en esa ciudad estadounidense.
"Los
 gobiernos pueden ayudar a crear bienestar", manifestó el economista 
estadounidense Jeffrey Sachs durante la apertura del Encuentro de 
Gobierno H-20 (Happy-20), que imita en su nombre al del G-20 de los 
países más desarrollados.
El
 director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, que 
considera la felicidad "una política seria", mencionó esa como una de 
las conclusiones del Informe Mundial de la Felicidad, que editó junto 
con el pionero en el tema, Lord Richard Layard, y que fue presentado 
este miércoles en Roma.
En
 esa tabla, que encabezó este año Finlandia entre un total de 156 
países, Estados Unidos decayó cuatro puestos, al 18, según Sachs, debido
 al "escepticismo sobre el gobierno", que se suma a las crisis de 
obesidad y opioides, como también a la depresión de los estadounidenses.
En
 videoconferencia, el experto destacó a Latinoamérica como ejemplo de la
 "felicidad emocional", al resaltar que en esta región, en la que Costa 
Rica se destacó en el lugar trece, "la diferencia la hacen los lazos 
familiares".
"Es
 algo que tenemos en la sangre, que nos hace dicharacheros, nos hace 
contar chistes, ser más propenso a tener felicidad sin tener dinero", 
señaló Fox al respecto en entrevista con Efe tras participar en el foro.
Sin
 embargo, el expresidente manifestó que pese a que es "obvio" que los 
gobernantes deben procurar la felicidad de sus conciudadanos, eso no es 
lo que está sucediendo con tanto "materialismo, división, violencia, 
conflicto, frustración y enojo".
En
 ese sentido, Fox señaló que hace falta que la gente se "convenza de que
 vivir en comunidades felices es la mejor manera de progresar" y 
enfatizó en el "amor como la esencia de las personas y el camino a la 
felicidad".
Una
 alerta sobre el modelo educativo "obsoleto" y la "falta de voluntad" 
política de los gobernantes, hizo por su parte Alejandro Adler, director
 de Educación Internacional en el Centro de Psicología Positiva de la 
Universidad de Pensilvania.
Adler destacó la necesidad de cambiar el modelo de 
educación de los últimos "doscientos años", que promueve sólo la 
educación cognitiva, dejando de lado la emocional y la social.
Criticó
 que "la mayoría de las escuelas están enfocadas en dar a los 
estudiantes el conocimiento para pasar exámenes y no ofrecen las 
competencias, las habilidades, para poder tener niveles altos de 
satisfacción con sus vidas".
Más
 que la felicidad, a Adler le gusta enfatizar en la Educación para el 
Bienestar y la Educación Positiva, que son términos más amplios al 
perseguir que "los estudiantes puedan trazar un proyecto de vida que 
esté alineado con sus pasiones, con sus vocaciones, con lo que realmente
 les interesa y al mismo tiempo identificar sus talentos".
Lord
 Richard Layard, director de programa del Centro para la Actuación 
Económica de la London School of Economics, apoyó durante el foro la 
idea de "cambiar completamente la metas de la sociedad", y en ese 
sentido instó a los Gobiernos y a los individuos a hacerlo.
El
 investigador insistió en que el crecimiento económico no hace a la 
gente más feliz, aunque sí es importante, y alertó especialmente sobre 
las enfermedades mentales como las mayores causas de la desdicha, a las 
que se suman las enfermedades físicas y el desempleo.
Layard
 hizo especialmente un llamado a los Gobiernos a poner en marcha 
programas de salud mental. "Cada país debería tener un plan para este 
problema", indicó.

 
 
 
 
 
 
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