DOHA.- Qatar
pidió diálogo sin concesiones a Arabia Saudí y sus aliados, que lo
aíslan por segundo mes consecutivo, y sigue negándose a aceptar los
requisitos que le piden para salir de la crisis.
El
emir de Qatar, jeque Tamim Ben Hamad Al Thani, hizo su oferta el
viernes en un discurso televisado, el primero desde que Arabia Saudí, y
sus aliados rompieron relaciones con Doha el 5 de junio, acusándolo de
"terrorismo" y de acercamiento a Irán, rival regional de Riad.
"Estamos
abiertos al diálogo para solucionar los problemas pendientes", dijo,
añadiendo que la solución de la crisis debe realizarse "respetando la
soberanía y la voluntad de cada Estado".
"El
discurso no aportó nada nuevo. El emir repitió la posición adoptada por Qatar desde el inicio de la crisis", apuntó el analista político kuwaití Abdalá al Shaygi.
Desde
Emiratos Árabes Unidos, el analista Abdeljaleq Abdalá, no ocultó su
decepción. "Antes del discurso del emir de Qatar, creía que avanzábamos
hacia un desenlace de la crisis, pero [después] la crisis dio varios
pasos atrás", escribió en su cuenta de Twitter.
El
escepticismo emiratí quedó reflejado en la portada del diario Al
Jaleej, que tituló "Tamim lleva a Qatar hacia lo desconocido".
En
cambio, en Doha, el diario Al Raya subrayaba que el discurso comporta
un mensaje firme de rechazo del "lenguaje de amenazas y de tutela".
De momento, no hubo reacción oficial de los adversarios de Qatar.
Al
romper relaciones con Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos,
Baréin y Egipto le impusieron duras sanciones económicas.
Para
retirarlas, el 22 de junio le exigieron que cumpliera 13 demandas, como
el cierre de la televisión Al Jazeera y de una base turca, algo que Qatar rechaza.
En
su discurso, el jeque Tamim denunció "las condiciones que algunos
quieren imponernos", subrayando que "Qatar lucha sin descanso contra el
terrorismo".
No obstante, admitió "divergencias sobre las causas del terrorismo".
El
jueves, Qatar anunció una enmienda por decreto de su ley de lucha
antiterrorista de 2004, estableciendo "dos listas nacionales para los
individuos y las entidades terroristas" y anunciando medidas para
inscribirlos en esas listas, aunque da a los sospechosos la posibilidad
de apelar dichas inscripciones.
El decreto fue considerado "un paso positivo" por el ministro de Estado emiratí para Relaciones Exteriores, Anuar Gargash.
La
enmienda llega una semana después de que Estados Unidos y Qatar
firmaran un acuerdo sobre la "lucha contra la financiación del
terrorismo", durante una gira del secretario de Estado Rex Tillerson.
El
jefe de la diplomacia estadounidense dijo el viernes que estaba
"satisfecho" con los esfuerzos de Qatar para solucionar la crisis.
Y
expresó su deseo de que los adversarios de Qatar vean en ello "una
señal de buena voluntad y levanten el bloqueo, que realmente tiene un
impacto negativo en el pueblo de Qatar".
Pero
el jeque Tamim, quien afirmó que "la vida sigue su curso normal" a
pesar del embargo, "parece preparar a sus compatriotas a una crisis de
larga duración", consideró el analista kuwaití, Shaygi.
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