FRÁNCFORT.- Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) consideran que el nivel actual de los tipos de interés en la eurozona resulta "suficientemente robusto" para hacer frente a las posibles perturbaciones que pudieran presentarse al tener en cuenta una amplia gama de escenarios potenciales.
El resumen de las discusiones en el seno del órgano de gobierno del BCE durante su última reunión de política monetaria, publicado este jueves por la institución, constata que los miembros del Consejo llegaron a la conclusión durante sus deliberaciones de que mantenerse a la espera de más información "seguía siendo una opción muy ventajosa".
De este modo, en la reunión no hubo presión inmediata para modificar los tipos de interés oficiales al considerarse que el entorno se mantuvo más incierto de lo habitual, especialmente debido a la todavía volátil situación de la política comercial a nivel mundial, así como también a raíz de los acontecimientos geopolíticos, por lo que la incertidumbre podría justificar el mantenimiento de los tipos de interés sin cambios.
En este sentido, si bien se consideró probable que la situación actual cambiara sustancialmente en algún momento, se concluyó que, en la actualidad, era difícil saber cuándo y en qué sentido, por lo que mantener los tipos de interés oficiales en sus niveles actuales permitiría más tiempo para evaluar los efectos de los aranceles, las incertidumbres persistentes y otros factores de riesgo.
Asimismo, durante las discusiones en el seno del Consejo de Gobierno del BCE también se argumentó que el nivel actual de los tipos de interés debería considerarse "suficientemente robusto para gestionar las perturbaciones", en vista de los riesgos de inflación bilaterales y considerando una amplia gama de posibles escenarios.
En esta línea, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, defendía recientemente que el actual nivel de los tipos de interés en la eurozona "es el adecuado" en función de la evolución de la inflación, de las proyecciones de la entidad para los próximos años y de la transmisión de la política monetaria.
De tal modo, reiteró que el BCE no tiene ninguna senda predeterminada para los tipos, por lo que las decisiones se adoptarán en función de los datos y sólo si las circunstancias cambian, "pues lógicamente nuestro planteamiento de política monetaria, ese nivel actual que consideramos que es adecuado, se podría modificar siempre que las circunstancias se modifiquen".
Por otro lado, el resumen de las deliberaciones mantenidas por los consejeros del BCE durante la reunión de política monetaria de septiembre reconoce, sin citar expresamente el nombre de España, que la trayectoria "excepcional" de la cuarta mayor economía de la zona euro en el segundo trimestre de 2025 sirvió para apuntalar una resistencia del conjunto de la actividad en la eurozona mayor de lo esperado.
"Si bien la economía de la zona euro se mostró más resiliente de lo previsto en el segundo trimestre, esto se debió en gran medida al excepcional desempeño de la cuarta mayor economía de la zona", recoge el texto publicado este jueves por el BCE, en referencia evidente a España, dado que el tamaño de su economía sólo es superado por el de Alemania, Francia e Italia.
Asimismo, el instituto emisor de la eurozona advierte de que otras economías del bloque no mostraron un buen desempeño, como también se reflejó en la visible desaceleración de sus respectivos mercados laborales.
En el segundo trimestre de 2025, el PIB de la zona euro frenó su expansión al 0,1% desde el 0,6% de los tres primeros meses del año, reflejando, entre otros factores, la contracción de la economía alemana (-0,3%) y de Italia (-0,1%), mientras que la economía francesa creció un 0,3%, muy por debajo del 0,7% de España.
De este modo, tras una evolución menos negativa de lo que se temía en el segundo trimestre, las proyecciones de los economistas del BCE, publicadas coincidiendo con la reunión de septiembre del Consejo de Gobierno, incluyeron "por primera vez en mucho tiempo" revisiones al alza del crecimiento del PIB a corto plazo, pasando el pronóstico para 2025 al 1,2% desde el 0,9% anticipado en junio.
De su lado, la proyección de crecimiento para el conjunto de la zona euro en 2026 se situó ligeramente a la baja, en el 1%, frente al 1,1% anterior, mientras que la proyección para 2027 se mantuvo sin cambios en el 1,3%.
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