miércoles, 4 de octubre de 2023

Se cancela el AVE que iba a unir Londres y Mánchester tras gastar 28.000 millones


LONDRES.- En 2009, Reino Unido puso en marcha planes para estudiar una línea de Alta Velocidad entre Londres y Mánchester, las dos principales ciudades de Inglaterra, que reemplazara la línea centenaria que une ambas y que está al borde de la saturación. 

Tras 14 años, el actual primer ministro, Rishi Sunak, ha anunciado este miércoles la muerte del proyecto tras haberse gastado 24.000 millones de libras (unos 28.000 millones de euros) en ella: lo que quedará, un tren entre una zona residencial de Londres y Birmingham, sería el equivalente a que la línea Madrid-Sevilla hubiera acabado reducida a ir entre Parla y Ciudad Real.

La conocida como HS2 (Alta Velocidad 2, en inglés), ha llegado al fin de su camino de forma catastrófica en el congreso del Partido Conservador, en un discurso de Sunak titulado "Decisiones a largo plazo para un futuro brillante". 

La primera de esas decisiones ha sido acabar con un proyecto que los últimos cinco gobiernos -más el suyo, hasta esta semana- habían defendido como una forma de conectar el centro de gravedad del país, Londres, con las grandes ciudades del norte inglés, e incentivar la economía de esas zonas frente al 'agujero negro' londinense que absorbe todos los negocios y el crecimiento.

En su lugar, lo que quedará será una breve línea de alta velocidad entre dos zonas inconexas: Old Oak Common, un barrio a las afueras de la capital, y Birmingham, una ciudad de 1,1 millones de habitantes a unas 2 horas y media de distancia en autobús. 

El resto del viaje (de Old Oak al centro de Londres y de Birmingham a Mánchester) se hará con las vías antiguas, a baja velocidad y reemplazando algunos de los trenes ya existentes, ya que no habrá vías nuevas con las que añadir más capacidad. 

El riesgo es que para 2025 la línea de tren existente colapse y no haya ningún reemplazo, ni siquiera en construcción.

El objetivo de Sunak es frenar el agujero que suponían las obras: los 24.000 millones de libras eran casi la mitad de lo presupuestado originalmente (55.700 millones), pero la inflación, los obstáculos legales y los retrasos habían duplicado el precio: el último cálculo se iba a los 106.000 millones de libras, y las obras no estarían terminadas hasta 2040 en el mejor de los casos.

En su lugar, ha prometido mejoras en líneas de tren convencionales y en autopistas por todo el país, muchas de ellas ya anunciadas y aplazadas en el pasado, por un valor de 36.000 millones adicionales.

Por si acaso, el Gobierno ha anunciado que empezará a vender los terrenos ya adquiridos para las obras y cancelará todos los proyectos de la forma más definitiva posible, para que un hipotético Gobierno laborista que llegue al poder en 2024 o 2025 no pueda retomar fácilmente las obras.

El fracaso de la Alta Velocidad en Reino Unido luce aún peor comparado con la creciente red en Europa. Por ejemplo, hasta 2013, la red de Alta Velocidad española al completo había costado solo 54.000 millones de euros, menos del doble que lo que lleva gastado Reino Unido en su línea truncada. Pero Francia, Alemania, Italia y Países Bajos tienen también numerosas líneas, con un caos mucho menor que el que ha marcado al intento británico.

Este recorte llega en un momento muy delicado para Sunak y su partido. Las encuestas llevan más de un año pronosticando una sonora derrota en las elecciones que deben celebrarse antes de enero de 2025 (y que probablemente serán entre mayo y octubre de 2024), y Sunak quiere mostrarse como la persona que puede "traer el cambio" pese a que lleva tres años en Downing Street (primero como ministro de Hacienda y luego como primer ministro) y que su partido suma ya 13 años seguidos en el poder. 

Para ello quiere demostrar que puede tomar "decisiones difíciles". La pregunta es si admitir que el país no es capaz de unir las dos principales ciudades con Alta Velocidad es algo que los votantes le va a recompensar.

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