domingo, 4 de diciembre de 2011

El poder financiero toma los Gobiernos de la Unión Europea

MADRID.- Algunos filósofos europeos tan reputados como Jürgen Habermas ya han advertido que lo que está en peligro ante el torbellino financiero en la Unión Europea no es sólo el euro. Va muchísimo más allá: se trata de la democracia misma, según 'Público'.

Habermas lo expresó en una entrevista en Le Monde mientras dos primeros ministros elegidos en las urnas Yorgos Papandreu, en Grecia, y Silvio Berlusconi, en Italia eran sustituidos por los supuestos tecnócratas Lucas Papademos y Mario Monti, respectivamente: "La democracia en un solo país no puede siquiera defenderse contra los ultimátums de un capitalismo furioso que traspasan las fronteras nacionales", advertía el último gran filósofo de la Escuela de Frankfurt.
Papademos suma ocho años de vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y otros ocho como gobernador del Banco Central griego. Y Monti, que aterrizó en Roma tras seis años asesorando a Goldman Sachs, ha colocado al frente de su equipo económico a Conrado Passera, máximo ejecutivo del banco Intesa Sanpaolo, y a Vittorio Grilli, ex directivo de Credit Suisse First Boston Group.
Pero la toma del poder político en la UE por parte de tecnócratas vinculados al sector financiero, coincidiendo además con la llegada a la cúspide del BCE de Mario Draghi, ex directivo de Goldman Sachs, no ha empezado este agitado noviembre. Desde mayo de 2010, con el primer rescate griego, los recortes coordinados en toda la UE y el incendio de la eurozona, los puestos económicos clave de los Gobiernos los van asumiendo directamente dirigentes con pasado en el mismo sector cuyos excesos, coinciden los expertos, provocaron la crisis.
Desde entonces, la mayoría de vacantes económicas se ha cubierto siguiendo este patrón (ver gráfico en la página siguiente): en Portugal, Dinamarca, Suecia, Letonia Y al menos 14 de los 27 países que integran la Unión ha situado ya a exbanqueros o gestores de fondos al frente del ministerio de Economía, Finanzas o del Banco Central.
"Lo que está sucediendo en Europa es un auténtico golpe de Estado financiero por parte de los mismos que causaron la crisis", opina Marshall Auerback, economista de la Universidad de Wisconsin. "El poder financiero quiere tener a los suyos en los puestos de decisión política porque se juega mucho; no es exagerado hablar de una dictadura financiera disfrazada", le secunda Alejandro Inurrieta, del Instituto de Estudios Bursátiles.
Auerback e Inurrieta comparten una rara característica: han sido, en cierta forma, insiders. El primero es gestor del hedge fund Madison Street Partners. E Inurrieta, que fue director general del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, formaba parte del núcleo más cercano al ministro de Industria Miguel Sebastián, uno de los colaboradores del presidente con mejor entrada en los mercados.

La excepción española

España ha sido hasta ahora formalmente una excepción a esta tendencia de ceder los puestos económicos clave a técnicos vinculados al sector financiero, aunque la proximidad exhibida en ocasiones por el Gobierno con los grandes banqueros ha exasperado a los progresistas, que han visto además cómo Zapatero se despedía indultando a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander.
Pero todo indica que, tras las elecciones del 20-N, España se sumará a la corriente. Mariano Rajoy empezó su ronda de contactos reuniéndose con banqueros y la mayoría de candidatos que las quinielas sitúan al frente de la política económica responden al perfil que se ha impuesto en la UE. Entre otros, Luis de Guindos, ex directivo de Lehman Brothers; José Manuel González-Páramo, miembro del comité ejecutivo del BCE e incluso Guillermo de la Dehesa, consejero del Santander y asesor de Goldman Sachs desde hace más de 20 años.
Inurrieta, Auerback y otros economistas consultados Núria Molina, de Eurodad; Yorgos Vassalos, del Corporate Europe Observatory, ambos en Bruselas; Peter Whal, del think tank progresista alemán Weed, y Oscar Ugarteche, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coinciden en los motivos que a su juicio explican el fenómeno: esquivar la regulación estricta que prometieron los políticos el francés Nicolás Sarkozy llegó a hablar de "refundar el capitalismo" y evitar "pagar la factura de la crisis que ellos provocaron", en palabras de Ugarteche.
"Parecía que se iban a nacionalizar los grandes bancos y al final han conseguido evitar la quiebra pasando la factura a los contribuyentes a través de los rescates, primero, y luego de los duros ajustes para contener el déficit provocado por estos rescates", opina el economista mexicano, profesor visitante en la Universidad Libre de Berlín.
"La gran banca manda más que los gobernantes", añade este economista crítico, que coincide con las tesis que en el mundo ortodoxo ha expuesto sobre todo Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional.
"Hemos llegado a un punto en el que no hay elección: o sitúas al que quieren los mercados en el puesto económico clave o te arrasan", insiste Inurrieta. Y añade: "Por eso no se ha regulado nada ni se han afrontado las causas del crash; y por eso no hay perspectiva de salir de la crisis".
Reino Unido y Letonia son dos ejemplos emblemáticos de los efectos del fenómeno.Cualquier intento de controlar al sector financiero o imponer un impuesto europeo a las transacciones especulativas es vetado por Londres, que alberga la City el mayor centro financiero de la UE y también el Ejecutivo más penetrado por el sector.
Varios puestos clave del Gobierno de David Cameron proceden de las finanzas: Desmond Swayne, delegado del primer ministro para el Parlamento, del Royal Bank of Scotland; Francis Maude, secretario de la Presidencia, fue directivo de Solomon Brothers y Morgan Stanley; Andrew Mitchell, ministro de Desarrollo Internacional, estuvo en Lazard; James Meyer Sasson, alto cargo en el Tesoro, fue vicepresidente de UBS Warburg, y Stephen Greene, al frente de Comercio e Inversiones, saltó al Gobierno desde la presidencia del HSBC.
En Letonia, el Gobierno tuvo que elegir entre romper la paridad con el euro lo que hubiera hundido a los bancos suecos, que inundaron el país de créditos o una "devaluación interior". Eligió lo segundo y los dos ministros económicos que han pilotado la decisión proceden directamente de la banca sueca (Seedbank y SEB).
El plan ha sido verdaderamente de choque: se ha despedido a un tercio de los funcionarios y al resto les ha reducido el sueldo el 40%, el tijeretazo en educación y sanidad supera el 20%, el paro se ha triplicado y el 10% de la población ha emigrado. Pero la moneda no se ha devaluado.
Vassalos subraya que la supeditación de la política al poder financiero se explica también porque los propios políticos "están muy perdidos". "La liberalización radical del sector financiero creó un mundo opaco tan incomprensible para todos los que no forman parte de él que ahora nadie entiende qué sucede si no llama a un banquero", añade.

"Puerta giratoria"

Esta creciente simbiosis entre gobernantes y el sector financiero se expresa también en la UE a través de lo que en el mundo anglosajón se conoce como "puerta giratoria": directivos del sector financiero ocupan puestos políticos clave y, en paralelo, algunos gobernantes que han afrontado la crisis se incorporan al mundo de las finanzas.
Al menos cuatro comisarios que formaron parte del equipo de Jose Manuel Durao Barroso hasta febrero de 2010 trabajan ahora para el sector financiero: Meglena Kuneva pasó de Protección del Consumidor a BNP Paribas; Louis Michel, de Cooperación a Credimo; Günter Verheugen, de Industria y Empresa al Royal Bank of Scotland y a la alemana BVR, y Charlie McCreevy, de Mercado Interior que tenía el encargo de regular los opacos productos financieros que llevaron a la crisis al Bank of New York Mellon.
En España, el vicepresidente económico que afrontó la primera ola de la crisis, Pedro Solbes, se sienta ahora en el consejo de Barclays, mientras su secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dirige Funcas, la fundación de las cajas de ahorros.
El fenómeno, que en el pasado fue sobre todo estadounidense, se ha globalizado con la crisis y apenas quedan ya espacios por cubrir: al frente del Banco Mundial está Robert Zoellick, que llegó al puesto desde Goldman Sachs; Christine Lagarde ha nombrado como número dos del Fondo Monetario Internacional a David Lipton, ex directivo de Citi y Moore Capital; el jefe de Gabinete de Barack Obama es desde enero Bill Daley, ex directivo de JP Morgan Chase. Y desde noviembre la entidad mandatada por el G-20 para reformar el sistema financiero mundial tiene al frente a Mark Carney, ex de Goldman Sachs

La Comisión Europea celebra el ajuste italiano pero avisa de que harán falta más reformas

BRUSELAS.- El vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, aseguró hoy que el paquete de ajuste aprobado por el gobierno italiano ofrece "una muy necesaria señal de un nuevo enfoque en política económica", pero advirtió de que Roma deberá afrontar más reformas próximamente.

"Este paquete es un paso muy importante para apuntalar las finanzas públicas y apoyar el crecimiento económico mientras se preserva la equidad social y la justicia", señaló Rehn en un comunicado.
Según explicó el responsable comunitario de Asuntos Económicos, la CE llevará a cabo un análisis detallado cuando reciba todos los detalles, "pero en general el conjunto de medidas es oportuno y ambicioso, dando una muy necesaria señal de un nuevo enfoque".
Rehn subrayó que el esfuerzo de consolidación fiscal incluido es "esencial para reforzar la credibilidad de la economía italiana, pero también para recuperar el control de su elevada deuda y aliviar la carga para las futuras generaciones".
"En el área de las pensiones, algunas medidas largamente esperadas están siendo introducidas con el fin de reducir el gasto de las pensiones mientras refuerzan la justicia del sistema y aumentan la participación de la fuerza de trabajo", señaló Rehn.
El vicepresidente de la CE destacó además que las medidas para aumentar la recaudación fiscal se compensarán parcialmente con incentivos fiscales para apoyar a las empresas y el empleo y celebró los compromisos para reforzar la lucha contra el fraude fiscal.
Al mismo tiempo, defendió las acciones puestas en marcha para liberar el potencial de crecimiento, pero aseguró que "se necesita más" en áreas que la Comisión ha señalando recientemente.
Rehn recordó en este sentido que el gobierno "ha anunciado más medidas estructurales pronto, incluyendo en el área del mercado de trabajo en consulta con los agentes sociales".
"Es crucial mantener el impulso en la reforma económica y en la renovación política para tomar más decisiones que puedan crear más crecimiento y más y mejores trabajos de forma justa", insistió el responsable comunitario.
El Consejo de Ministros del Gobierno presidido por Mario Monti aprobó hoy el primer ajuste presupuestario del Ejecutivo de tecnócratas por un monto de 30.000 millones de euros, que mañana será presentado por el excomisario en el Parlamento de Italia.
El plan de ajuste prevé entre 12.000 y 13.000 millones de euros en reducción de gastos y otros 18.000 millones de euros de aumento de los ingresos en las arcas públicas.
En dicho plan, 20.000 millones de euros corresponden a ajustes presupuestarios y otros 10.000 millones de euros en gastos a favor del crecimiento, del sistema productivo y del trabajo, según un comunicado de la presidencia del Gobierno.

Merkel y Sarkozy abordarán la unión fiscal para presentar una propuesta firme

LONDRES.- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, se reunirán mañana lunes en París tratar de acordar las condiciones de la unión fiscal en la que Merkel tiene depositada todas sus esperanzas para la estabilización de la zona euro. El documento resultante será presentado a los demás socios europeos al final de la semana.

   Tras una semana en la que los mercados han permanecido en relativa calma gracias a la intervención del Banco Central Europeo (BCE), Merkel compareció el viernes en el 'Bundestag' (el Parlamento alemán) y reafirmó su rechazo a los eurobonos, y abogó nuevamente por la unión fiscal.
   Otra de las propuestas de Merkel es habilitar al Tribunal de la UE con sede en Luxemburgo para que pueda vetar presupuestos que no respeten los pretéritos y condiciones de déficit estipulados para la zona euro. La canciller alemana también ha defendido la imposición de sanciones a los incumplidores.
   Es en este punto donde se concentran gran parte de las divergencias entre Francia y Alemania, conductores de la locomotora europea durante los últimos meses de acuciante crisis de la deuda. París, de forma progresiva, ha ido virando hacia una postura a favor de los eurobonos, mientras que Berlín se ha cerrado aún más en banda en su contra.
   Los expertos, según el diario británico 'The Guardian', se muestran escépticos ante estas "diferencias tan grandes en un momento como este" y sostienen que la resolución de la crisis dependerá, en gran parte, de la rápida implementación de una unión fiscal sólida, en el marco de "un gran plan" europeo.

La Unión Europea encara una semana decisiva para reforzar la disciplina fiscal

BRUSELAS.- La Unión Europea encara a partir de mañana lunes una semana decisiva para reforzar la disciplina fiscal y las sanciones contra los países con déficit excesivo como principal receta para combatir la crisis de deuda. El Banco Central Europeo (BCE) podría aumentar su compra de bonos de los Estados con problemas, como Italia y España, si los jefes de Estado y de Gobierno pactan reglas fiscales más estrictas y nuevos compromisos de ajuste en la cumbre del 9 de diciembre.

   El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reúnen este lunes en París para tratar de acordar una propuesta conjunta de reforma de los Tratados. "El objetivo es una unión fiscal que haga cumplir la disciplina fiscal en sus miembros y tenga los instrumentos necesarios para hacer frente a una crisis de forma eficaz", según ha destacado Merkel.
   Ello significa incluir en los Tratados sanciones casi automáticas para los países que no respeten los límites de déficit y llevar a los incumplidores ante el Tribunal de Justicia de la UE, ha explicado la canciller alemana. Estos cambios se introducirán en una reforma de los Tratados, que podría llevar años, o más probablemente en un nuevo Tratado que cubra únicamente a los países que quieran sumarse, principalmente a los de la eurozona, y que podría activarse mucho más rápidamente.
   Sin embargo, persisten todavía grandes diferencias entre París y Berlín sobre la forma de afrontar la crisis. Sarkozy defiende que la reforma de la UE debe dar más peso a los Gobiernos en detrimento de las instituciones comunitarias, mientras que Merkel aboga por dar más poderes a la Comisión. Ambos mandatarios coinciden, eso sí, que aunque se refuerce la supervisión de la UE sobre los presupuestos de los Estados miembros, la última palabra la seguirán teniendo los parlamentos nacionales.
   En cuanto al papel de la autoridad monetaria, Sarkozy aseguró en su discurso de Toulon estar convencido de que "frente al riesgo de deflación que amenaza a Europa, el BCE actuará". "Corresponde al banco decidir cuando y con qué medios. Es su responsabilidad". "Pero nadie debe tener dudas de que asumirá su responsabilidad. De hecho, celebro que haya empezado a hacerlo", resaltó.
   En contraste, Merkel insistió en su discurso ante Bundestag que el BCE tiene un mandato distinto al de la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra y no puede embarcarse en un programa de compra masiva de deuda pública. Y volvió a rechazar la creación de eurobonos como receta frente a la crisis.
   Pero el refuerzo de la disciplina fiscal no incluye únicamente una reforma de las reglas de la UE sino también nuevos compromisos de ajuste de los países con problemas. El nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, presentará este lunes, a petición de Bruselas, un nuevo plan de recortes que la prensa italiana cifra en 20.000 millones de euros.
   Y Merkel y Sarkozy presionarán al futuro presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en la reunión del Partido Popular Europeo que se celebra el 8 de diciembre en Marsella, justo antes de la cumbre, para que anuncie cuanto antes su programa de ajustes. Merkel ya ha dicho que Rajoy tiene un "mandato claro" para realizar reformas rápidas, mientras que la Comisión Europea le ha pedido con carácter urgente una reforma laboral con el objetivo de reducir la "insostenible" tasa de paro de España.
   El presidente del BCE, Mario Draghi, reclamó precisamente el pasado jueves a los Gobiernos europeos un nuevo "pacto fiscal" que incluya tanto las reglas de la UE para garantizar la disciplina presupuestaria como los compromisos de ajuste de los países amenazados.
   Un pacto fiscal "es el elemento más importante para empezar a restaurar la credibilidad", dijo Draghi en una intervención ante el pleno de la Eurocámara. "Otros elementos pueden seguir, pero el orden es importante", ha señalado. Los expertos interpretan que, con estas palabras, el presidente del BCE ha sugerido un refuerzo del programa de compra de bonos si los líderes europeos aprueban este pacto en la cumbre de diciembre.
   El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, está consultando estos días las ideas que reúnen un mayor consenso y presentará sus propias propuestas para mejorar la disciplina fiscal el 9 de diciembre. Van Rompuy ya ha sugerido que se plantea proponer sanciones más automáticas y más duras contra los países incumplidores, como la suspensión de los derechos de voto y de los fondos estructurales, o dar poderes a una autoridad central en la UE para intervenir en los presupuestos nacionales.
   También sopesa reclamar una armonización de políticas fiscales y sociales y una mutualización de la deuda pública, pese a la oposición de Alemania.
   Al mismo tiempo, los países de la eurozona negocian con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un acuerdo para reforzar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros para países endeudados. El diálogo se lanzó la semana pasada tras fracasar el plan para apalancar el fondo hasta lograr 1 billón de euros, una cuantía que no se ha logrado por el agravamiento de las tensiones en los mercados y la resistencia de los países emergentes a intervenir en los rescates de la eurozona.

La Construcción reduce seis puntos su peso en el PIB español

MADRID.- El sector de la construcción ha reducido en seis puntos porcentuales su aportación al PIB durante la actual crisis económica, desde la tasa cercana al 20% que registraba en 2005 hasta el 14% que supondrá este año.

   España se sitúa así como segundo país de Europa, sólo por detrás de Irlanda, en el que la actividad constructora más contrajo su peso en el conjunto de la economía entre 2005 y 2011, según cálculos de la patronal Seopan realizados a partir de datos de la UE.
   Pese a ello, en 2011 se mantiene como el país de la UE en el que el 'ladrillo' copa un mayor porcentaje del PIB. Además, España cerrará el año como cuarto país europeo que más invierte en el este ramo, con un 11,3% del total de la UE, por detrás de Alemania (19,1%), Francia (18,2%) e Italia (12%).
   El porcentaje del 14% que la actividad constructora supondrá en la economía española este año es además cuatro puntos porcentuales superior la media del 10,4% de la UE.
   Polonia, Finlandia, República Checa, Francia y Rumanía son los países en los que, después de España, la construcción tiene mayor relevancia en sus respectivas economías. El sector supone entre el 11,8% y el 13,2% del PIB de estos Estados.
   En el lado opuesto, Irlanda, Reino Unido, Grecia, Dinamarca y Suecia son los países en los que la construcción tiene una menor representación en el PIB, de entre el 5% y el 8,8%.
   En cuanto a España, por sectores, el de la construcción de grandes infraestructuras supondrá un 7,4% del PIB en 2011, pese al parón de la inversión pública en obras por las medidas antidéficit. De su lado, la promoción de viviendas y edificios copará otro 6,6% de la economía.
   La reducción del peso de la construcción en el PIB, además de por la contracción económica global, es consecuencia del desplome que el sector ha registrado desde que en 2007 comenzó la crisis y concluyó el 'boom' inmobiliario. A ello se añadió posteriormente el recorte de la inversión en obra pública.
   La actividad constructora en España se ha hundido un 33,1% en el trienio 2009-2011, según los cálculos de Seopan a partir de datos de la UE. No obstante, el descenso se ha ido atenuando desde del 15,4% de 2009 hasta el 7,6% que está previsto para el presente ejercicio.
   Las previsiones de la UE contemplan que la actividad constructora repunte en España en 2013, para cuando estiman que este sector crezca por vez primera vez en cinco años, a una tasa del 1,2%.

El Gobierno italiano aprueba el decreto "salva-Italia"

ROMA.- El primer ministro italiano ha anunciado la aprobación en el Consejo de Ministros del paquete de medidas económicas y presupuestarias de emergencia que, según sus palabras, servirán para salvar a Italia.

   "Este paquete de medidas debe salvar Italia. Lo pueden llamar decreto salva-Italia", ha afirmado Monti en rueda de prensa tras la reunión de urgencia del Gobierno, que ha durado más de tres horas. En palabras de Monti, estas medidas "pretenden garantizar la equidad, el crecimiento y la consolidación de nuestras finanzas públicas". Con ellas, Italia "dará un gran paso adelante".
   El objetivo es la "distribución de los sacrificios con equidad".
"Queremos que Italia se sienta orgullosa, que los italianos no se sientan burlados", ha apostillado, según recoge la agencia de noticias italiana AGI.
   El primer ministro ha destacado además que la lucha contra la evasión fiscal "es una prioridad del Gobierno", lo que también implica que no se recurrirá a ningún tipo de amnistía fiscal.
   Entre las medidas aprobadas en este decreto de corrección de las cuentas públicas está retrasar progresivamente la edad de jubilación, que se basará en un sistema contributivo para todos los trabajadores.
   La ministra de Trabajo, Elsa Fornero, ha explicado que el principio fundamental es que los trabajadores que se jubilen antes, recibirán menos pensión. Además, ha concretado que la edad de jubilación mínima será de 66 años para los hombres y de 62 para las mujeres, una cifra que se situará igualmente en los 66 años para mujeres en 2018.
   A partir del 1 de enero de 2012 los trabajadores deberán tener al menos 42 años cotizados para poder recibir una pensión de jubilación completa. Si la cifra es menor, se penalizará económicamente.

La recesión económica llama a la puerta de España

MADRID.- Una reunión 'secreta’ se produjo el pasado jueves en la que participaron los principales servicios de estudios del país, incluido el del Banco de España. Se trata de un encuentro reservado que se celebra cada cuatro meses y en el que los mayores expertos de coyuntura reflexionan sobre el momento de la economía española. Sin cámaras y sin micrófonos, lo que permite dar rienda suelta a sus opiniones. Por supuesto que nada se ha filtrado oficialmente de aquel encuentro, pero lo dicho allí pone negro sobre blanco tanto la dimensión de la crisis como los problemas que tendrá Rajoy para gobernar, según se escribe hoy en 'El Confidencial'.

Los papeles que allí se manejaron muestran que la economía española -consenso de los allí presentes- puede caen en 2012 nada menos que un 1%, lo que llevará el desempleo hasta los 5,7 millones de parados. O lo que es lo mismo, es muy probable que la tasa de paro supere el 24% de la población activa. Como sostiene uno de los asistentes a la reunión, las simulaciones macroeconómicas que allí se presentaron ‘asustan’. Algunos servicios de estudios, incluso, no descartan que el PIB caiga un 2% o un 3% el año próximo. En otras palabras, una recesión en toda regla casi un quinquenio después del comienzo de la crisis.

No se trata, por lo tanto, de una simple recaída durante un par de trimestres, que es la versión cuasi oficial que se traslada a los medios de comunicación, sino de una contracción importante del PIB, lo que da idea de lo que se encontrará el nuevo Gobierno. 

La causa de tan lúgubre escenario tiene que ver con cuatro factores que caen a plomo sobre la economía española: el retroceso del consumo privado por el mal comportamiento del empleo y de los salarios; la desaceleración del comercio mundial; la contracción del crédito a familias y empresas derivada de los nuevos requerimientos de capital que Basilea III obliga a hacer a la banca y, por último, el efecto del ajuste fiscal, que provocará una caída significativa de la inversión pública. Sin duda, muchos e intensos problemas para un Gobierno que, paradójicamente, tendrá su mejor aliado en la crisis.

Con más de cinco millones de parados y una economía sin aliento, la capacidad de sacrificio de la ciudadanía es grande, y en eso hay consenso. Por supuesto que los sindicatos no tienen fuerza alguna para doblar el pulso a un Gobierno elegido hace muy poco con mayoría absoluta gracias a la descomposición interna y externa del PSOE y a sus propios errores. 

Como sostiene en privado un dirigente del PP, lo que ocurrió en 2002, cuando Aznar retiró su propia reforma laboral, fue un error y no volverá a repetirse. Rajoy, por lo tanto, seguirá adelante con las reformas y los recortes aunque se incendien las calles, lo cual no es previsible en un contexto como el actual. Sobre todo cuando los inspectores de la UE y del FMI van a vigilar a España de cerca a cambio de una línea de crédito que permita al Tesoro Público zafarse de los mercados al menos durante algún tiempo. Dinero fresco a cambio de ajuste y de reformas liberalizadoras, las clásicas recetas del Fondo Monetario, como bien saben los países latinoamericanos.

Este escenario de paz social -en el mundo sindical una vieja sentencia sostiene que quien no negocia el conflicto social no existe-, no es, sin embargo, suficiente para sacar adelante el país.

Rajoy se la juega en los próximos días si el Consejo Europeo del próximo día 9 decide incluir la tasa de paro como una de las condiciones para estar en la primera velocidad del nuevo Tratado de la UE, que supone acabar -al menos sobre el papel y en un primer momento- con la soberanía fiscal de las naciones con problemas. Si Rajoy no consigue convencer a Merkel y Sarkozy de que el desempleo quede fuera de los criterios para tener acceso a la primera velocidad, España está muerta. O mejor dicho, tiene por delante un largo periodo de depresión económica que empobrecerá al país.

El Eurogrupo no acuerda el montante que pedirá al FMI para el fondo de rescate

BRUSELAS.- El Eurogrupo no ha logrado acordar la cantidad que solicitará al Fondo Monetario Internacional (FMI) en créditos dirigidos al ampliado fondo de rescate, según han confirmado responsables europeos. Los ministros de Finanzas de la eurozona apenas han definido los aspectos técnicos, por lo que las conversaciones proseguirán este próximo martes. "No se ha discutido un montante a nivel político", ha desvelado una alto cargo de la zona euro participante en las negociaciones.

Esta misma fuente ha aseverado que todavía "es pronto para hablar de cifras", una apreciación que ha sido reafirmada por otros dos altos mandos de la zona euro.
El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por su siglas en inglés) está compuesto por alrededor de 250.000 millones de euros, mientras que la capacidad de crédito del FMI en estos momentos ronda los 380.000 millones de dólares (283.000 millones de euros).
La zona euro quiere aumentar la aportación del FMI en aras de un soporte más creíble, en el caso de que Italia y España, la tercera y la cuarta economía más grande de la zona eurorespectivamente, sucumbieran a la crisis de la deuda y tuvieran que ser asistidas por un programa de créditos de emergencia durante varios años.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Alemania da detalles sobre la financiación de la deuda

BERLÍN.- El ministro de Finanzas alemán presentó el sábado detalles de su propuesta para los fondos de redención nacionales para el exceso de deuda soberana, plan que pretende presentar en una cumbre de los líderes de la UE sobre la crisis destinada a restablecer la confianza en el euro.

En el plan delineado por Wolfgang Schaeuble, los estados desviarían una porción de su deuda a un fondo nacional especial y pagarían en alrededor de 20 años, comprometiéndose a reformas para mantener controlados sus niveles de deuda.
Schaeuble considera que su propuesta aumentaría la confianza al enviar una señal de que son serios sobre limitar los niveles de deuda a un 60 por ciento de su PIB.
Los inversores están desesperados por una señal de que los líderes de la UE pueden encontrar una solución para la crisis de deuda, que dura ya dos años, que está afectando además a la economía global. La canciller alemana, Angela Merkel, está presionando por reglas vinculantes dentro de la UE sobre disciplina de presupuestos.
"Necesitamos un fondo de redención en cada país de la zona euro", dijo Schaeuble al Passauer Neue Presse.
En el caso de Alemania, el fondo -que cubre deudas federales, estatales y municipales- ascendería a unos 500.000 millones de euros porque la deuda del país bordea el 80 por ciento de su Producto Interior Bruto, dijo Schaeuble.
Alemania se opone a tener un fondo de responsabilidad compartido para la deuda dentro de la zona euro, diciendo que los estados deben lidiar ellos mismos con sus problemas de deuda.
El plan de Schaeuble ya ha encontrado el rechazo de Austria. La ministra de Finanzas de ese país, Maria Fekter, dijo el viernes que cualquier propuesta que resulte en acumular miles de millones de euros de los contribuyentes encontraría problemas en los parlamentos nacionales.
No queda claro cómo presionará Merkel. Su enfoque principal es asegurar un acuerdo para cambiar los tratados de la UE para obligar a los Estados a ser más rigurosos en su disciplina de presupuestos.
Merkel se reunirá el lunes con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para afinar los detalles de los cambios que esperan puedan acordar los líderes en la cumbre del 9 de diciembre.
Las acciones mundiales y los bonos europeos operaron al alza al cierre de la última semana por la esperanza de que los líderes de la zona euro se acercarán a una solución integral para la crisis.
Merkel quiere que la UE tenga mayores poderes para frenar los presupuestos nacionales si éstos pueden violar las reglas del presupuesto y para poder castigar a quienes incumplan las normas.

Semana crucial para los líderes europeos y la suerte del euro

BRUSELAS.- La crisis de la deuda soberana europea, que comenzó hace más de dos años, entra en esta semana en una etapa decisiva, al reunirse los líderes del continente para evitar el colapso del euro y la propagación del pánico financiero.
 
Aumentaron las conjeturas de que la reunión —que inicia el viernes y a la que asistirán 27 líderes europeos— producirá un logro importante.
Un acuerdo para una mayor integración de las 17 naciones de la eurozona —especialmente en cuestiones presupuestarias— sería considerado un primer paso crucial. Ello podría desatar nuevas ayudas de emergencia del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional o una combinación parecida, dijeron los analistas.
Los próximos días "decidirán si sobrevive o no el euro", dijo el domingo Emma Marcegaglia, directora del grupo de cabildeo industrial italiano Confindustria.
El presidente francés Nicolas Sarkozy, la canciller alemana Angela Merkel, el director del Banco Central Europeo Mario Draghi, e incluso el secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner acudirán a un encuentro de cinco días antes de la reunión cimera.
Si el encuentro concluye en un fracaso, advirtió la semana pasada Sarkozy, "el mundo no aguardará a Europa".
Sarkozy y Merkel se reunieron el lunes pasado en París para anunciar un plan que estreche los lazos políticos y económicos entre las 17 naciones que usan el euro. Aunque los líderes difieren en algunos de los detalles, su cooperación ha sido tan estrecha que son ahora conocidos por un solo nombre: "Merkozy".
Ambos acordaron de forma general en la necesidad de contar con normas que impidan a los gobiernos gastar o endeudarse demasiado e impongan multas y sanciones a los transgresores.

Alemania impulsa una rápida "unión fiscal" para salvar a la Eurozona

BERLÍN.- La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, respaldó anoche un rápido avance de la Eurozona hacia una "unión fiscal", a una semana de una cumbre decisiva para salvar a ese bloque amenazado por la crisis de la deuda.

Las declaraciones de Merkel potencian los llamamientos hechos la víspera por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a una "refundación" de Europa con nuevos tratados que impongan "más disciplina, más solidaridad y más responsabilidad mediante un verdadero gobierno económico".
De hecho, los dirigentes de las dos mayores economías de la Eurozona se verán el lunes en París, para coordinar las posiciones que llevarán a la cumbre de la próxima semana en Bruselas.
Por su lado, el primer ministro británico, David Cameron, mantuvo este viernes en París una reunión con Sarkozy, dedicada a la crisis de la deuda en la Eurozona.
Cameron se mostró resignado a la idea de que los tratados europeos deberán ser modificados. "Si deben cambiarse los tratados, nos aseguraremos de proteger los intereses británicos", sostuvo al cabo del encuentro con el presidente francés.
Horas antes, la canciller alemana, en una intervención ante el Bundestag (cámara baja del Parlamento), destacó que ya se han hecho avances para evitar futuras crisis, pero que aún quedaba mucho por hacer.
"No sólo estamos hablando de unión presupuestaria, sino que estamos empezando a crearla", aseguró, precisando que se trataría de una "unión presupuestaria con reglas estrictas, al menos para la Eurozona", formada por 17 de los 27 países que integran la Unión Europea (UE).
"El elemento central" de esta "unión de la estabilidad" será "un nuevo tope de endeudamiento europeo", agregó, e insistió en su firme intención de convencer a sus socios de la necesidad de cambiar los tratados para poder introducir más disciplina presupuestaria.
"No hay más alternativa que un cambio de los tratados", recalcó.
Merkel volvió a rechazar por otro lado la alternativa de emitir "eurobonos" para frenar el contagio de la crisis.
"Quien no entienda que los eurobonos no pueden ser la solución de la crisis no ha comprendido nada de la naturaleza del problema", sostuvo.
La crisis ya obligó a rescatar financieramente a tres países europeos -Grecia, Portugal e Irlanda- y a operar severos ajustes presupuestarios que causan un creciente malestar social.
Todas las expectativas están centradas ahora en la cumbre de la UE, el 8 y 9 de diciembre, otra de las numerosas reuniones calificadas de "decisivas" pero hasta ahora impotentes para resolver la crisis.
"Tampoco esta vez habrá un gran paso hacia la liberación", comentaban el viernes, escépticos, los analistas de Commerzbank (Other OTC: CRZBF.PK - noticias) .
Sin embargo, los mercados parecían alentados este viernes por las perspectivas de salida de la crisis, y las principales bolsas europeas cerraron con claras alzas.
El índice Footsie (FTSE: ^FTSE - noticias) -100 de Londres, ganó 1,15% a 5.552,29 puntos, el DAX (Xetra: ^GDAXI - noticias) de Fráncfort, avanzó 0,74% a 6.080,68 unidades y en la Bolsa de París, el CAC 40 (Paris: ^FCHI - noticias) subió 1,12% a 3.164,95 puntos.
Al otro lado del Atlántico, Wall Street permaneció casi cambios, en parte debido a la toma de beneficios, pero también porque los operadores están tomando un respiro tras una semana de euforia donde el Dow Jones (DJI: ^DJI - noticias) avanzó un 7%.
Los operadores no parecieron demasiado inquietos por declaraciones desde China, un país con enromes reservas de divisas que muchos ven en Europa como un recurso para resolver problemas de liquidez.
"El argumento de que China debería acudir en rescate de Europa no se sostiene", afirmó la viceministra china de Relaciones Exteriores, Fu Ying.
En ese contexto, la cuestión del papel que debe jugar el BCE divide a Francia y Alemania.
Alemania se ha opuesto categóricamente hasta ahora a una intervención más acentuada del BCE, y Merkel dijo desencadenando una salva de aplausos de los diputados: "Está grabado en los tratados, el deber del BCE es garantizar la estabilidad de la moneda".
Sarkozy recordó el jueves que "el BCE es independiente y lo seguirá siendo", aunque dijo estar "convencido de que frente al riesgo deflacionista que amenaza a Europa, el Banco Central actuará".
En este sentido, el FMI lanzó el viernes un llamado velado a que sea el BCE quien efectúe aportes a la institución de Washington, para contribuir de forma indirecta a los países en crisis.
"El FMI necesitará más recursos si la crisis se profundiza, y (...) las autoridades europeas -como otros miembros del FMI- están explorando (la posibilidad) de préstamos bilaterales al FMI", dijo el portavoz de la institución, Gerry Rice.
Por su parte, el BCE se ha mantenido en silencio sobre sus intenciones a este respecto.
Públicamente, señala que no desea aumentar su apoyo a los Estados de la zona euro en dificultades comprando más títulos de deuda en los mercados, porque las regulaciones le impiden financiar a esos países.
Por su parte, la directora del FMI y ex ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, advirtió que la eurozona corre el riesgo de caer en "una década pérdida" si no actúa rápida y conjuntamente para enfrentar la crisis de la deuda.
Entretanto, el ambiente social sigue degradándose en varios países europeos. Tras una huelga general el jueves en Atenas, decenas de miles de personas salieron este viernes a las calles de Bruselas para protestar contra los recortes previstos por el futuro gobierno de Bélgica.

Krugman dice que la receta de austeridad generalizada es un error

NUEVA YORK.- El nobel de Economía Paul Krugman denuncia que la retórica pública "está dominada por los cascarrabias del déficit y los obsesos de la inflación" y que tanto Europa como EEUU lo que necesitan son "políticas fiscales y monetarias expansionistas para sostener la economía".

No hay novedad en sus palabras, pero al economista estadounidense Paul Krugman no le queda otro remedio que repetir el mismo mensaje una y otra vez, variando el envoltorio y siempre ligado al devenir de los acontecimientos, al ver que los distintos Gobiernos caminan justo en la dirección opuesta a la que él recomienda.
Según Krugman, en un artículo publicado en el diario The New York Times, "hasta los optimistas ven ahora que Europa se encamina hacia la recesión, mientras que los pesimistas advierten de que el euro podría convertirse en el epicentro de otra crisis financiera mundial". Piensa que a esta situación extrema se ha llegado porque los intentos de los gobernantes de arreglar las cosas que se torcieron en 2008 no han hecho más que empeorarlas y la madre de todas las culpabilidades la tiene la receta de la austeridad generalizada junto con la obsesión por la inflación del Banco Central Europeo.
"La combinación de austeridad para todos y un banco central enfermizamente obsesionado con la inflación hace que sea básicamente imposible para los países endeudados escapar de la trampa de la deuda y, por consiguiente, es la fórmula para multiplicar las suspensiones de pagos, los pánicos bancarios y el desplome financiero", afirma en el diario de Manhattan.
Krugman afirma que se equivocan los líderes europeos al fijar el foco en el gasto elevado en las naciones deudoras. " El auténtico problema es un gasto demasiado reducido en Europa en su conjunto".
Como una de las posibles medidas concretas para cambiar la preocupante situación por la que atraviesa la economía europea, Krugman recomienda que el sur de Europa gane competitividad mediante el aumento de los precios en el norte, "aceptando temporalmente una inflación más alta para la eurozona en su conjunto".
"A estas alturas, los mercados han perdido fe en el euro en su conjunto", afirma el Nobel, quien predice problemas para todos los países europeos, deudores o no, derrochadores o no, en el presente contexto.
Volviendo la vista atrás, Krugman, siempre muy crítico con el papel del BCE, recuerda las palabras que al inicio de la crisis, en 2008, pronunciara el por aquel entonces presidente del organismo, Jean-Claude Trichet: "La idea de que las medidas de austeridad pueden provocar un estancamiento es errónea". Trichet creía que esas políticas inspirarían confianza, pero no fue así.
Años después los dirigentes insisten en aplicar las mismas fórmulas que, al menos por el momento, no han dado los frutos deseados. A Krugman no se le hace caso. Él continúa alzando la voz, denunciando lo que ve como un gravísimo error.

El bajo nivel de las aguas del Danubio pone en peligro la navegación

SOFÍA.- La navegación en el Danubio, el segundo río más largo de Europa (después del Volga), se ha convertido en una pesadilla debido a una de las peores sequías que se recuerdan y que ha llevado a una caída récord del nivel de las aguas de este emblemático río, que atraviesa nueve países antes de morir en el mar Negro.

La agencia búlgara de explotación del Danubio ha dado a conocer algunos de los tramos más problematicos a lo largo de los 2.860 km de longitud del río. "¡No hay agua! La situación es crítica: no sólo aquí en el bajo Danubio, pero también en el alto: en Hungría, Austria, Alemania", declaró Ivan Ivanov, director adjunto de la Compañía Búlgara de Navegación Fluvial.
El canal es a veces tan estrecho que los remolcadores pasan con un solo pontón en lugar de seis. No puedo ni siquiera calcular las pérdidas", aseguró. Los puertos funcionan también con capacidad reducida.
Dos líneas de ferries que operan trayectos entre una y otra orilla entre Bulgaria y Rumanía están "al borde" del cierre, que será inevitable si el nivel de las aguas cayera por debajo de los 50 cm, agregó Ivanov. En Rumanía, las autoridades del puerto de Galati (sureste) realizan "operaciones intensas de dragado para mantener el nivel de profundidad mínimo" a fin de permitir la navegación.
Bucarest teme que tenga que cerrar una unidad de su única central nuclear en Cernavoda (este), si el nivel del agua bajase de nuevo. Este reactor, que consume el agua del Danubio para enfriarse, ya fue parado en 2003, cuando la caída del nivel de agua cayó bajo mínimos.
La compañía pública rumana Hidroelectrica, cuyo producción depende en un 40% del Danubio, anunció una reducción del suministro de electricidad. Como la lluvia no llega, los expertos prevén que el nivel del agua permanezca igual o que incluso baje.
El Danubio ya está por debajo del nivel mínimo requerido para la navegación en un tramo de 200 km entre Bezdan, en la frontera serbohúngara, y Pancevo, cerca de Belgrado, según el servicio hidrometeorológico serbio. Solo las embarcaciones ligeras cuentan con autorización para navegar, mientras un centenar de gabarras está bloqueada en Bezdan.
Las autoridades de Vukovar, principal ciudad croata en el Danubio, han prohibido la navegación de barcos de un arqueo superior a 1,3 metros y en Eslovaquia las autoridades han ordenado reducir la carga.
Aunque son los países próximos a la desembocadura del río los que más sufren, el transporte de mercancías también se ha visto perturbado en Austria y en Alemania. El instituto meteorológico austriaco ZAMG anunció que noviembre fue el mes más seco desde que se empezó a hacer este tipo de mediciones en 1858.
El transporte de carga en el Danubio se ha reducido a un cuarto del volumen habitual, obligando a hacer el resto por carretera o ferrocarril, según la organización austriaca de navegación "Via Donau". Un tramo del río de 69 km entre los puertos alemanes de Straubing y Vilshofen, prohibido a las gabarras, también se realiza ahora por tren y carretera, según la administración fluvial.
La navegación por el canal Rhin-Main-Danubio hacia el Mar del Norte también se redujo sensiblemente en las últimas semanas.
Además, la llegada del invierno presenta nuevas amenazas. "Como no se prevén lluvias, las aguas del Danubio se helarán cuando llegue el frío", estima Ivanov. Este fenómeno ya se produjo por última vez en Bulgaria en 1985.
Segundo río de Europa, el Danubio, con sus zonas húmedas, alberga también ecosistemas y una fauna únicas que sufren de las actividades humanas como la extracción de gravilla y la construcción de pantanos. La organización ecológica World Wildlife Fund (WWF) instó esta semana a que se dé atención creciente para preservar los ecosistemas amenazados.

Obreros chinos defienden sus derechos frente a la aminoración del crecimiento

SHANGHAI.- Enfrentados a despidos y reducciones de salarios por la menor demanda de los países occidentales, los obreros chinos artífices del crecimiento de la segunda economía mundial no están dispuestos a perder sus derechos.

En noviembre, miles de ellos se declararon en huelga en el sur del país, en el llamado "el taller del mundo" donde las empresas ven disminuir sus exportaciones y aumentar el costo de la mano de obra.
En Shenzhen, la ciudad fronteriza con Hong Kong, los trabajadores se reúnen en las oficinas de la organización Xiaoxiao Niao (Pajarito) con miras a discutir de la oportunidad de una huelga para reclamar horas suplementarias mejor pagadas o una indemnización por la mudanza de su usina.
"No tenemos ninguna experiencia en este tipo de situaciones. Queremos conocer los diferentes métodos para proteger nuestros derechos", declaró Ran Lin, de 30 años, que trabaja 11 horas diarias, seis días por semanas en una cadena de ensamble de circuitos impresos.
Ran, que completa su salario mensual de base de 2.000 yuanes (235 euros - 315 dólares) haciendo horas extras en la empresa Yong Jie Electronics, de capitales de Hong Kong, afirma que su patrón redujo las asignaciones para alimentación y vivienda, en circunstancias que el costo de la vida ha aumentado.
En momentos que la coyuntura económica lleva a los patrones a hacer economías a costa del personal, los obreros recurren a organizaciones como Pajarito, fundada en 1999 en Pekín para ayudar a los trabajadores emigrados, o incluso a agencias vinculadas al gobierno para consejos jurídicos.
"Cada vez más obreros reconocen la importancia de defender sus derechos. Han aprendido a unirse", explica Wei Wei, fundador del Pajarito.
Según Wei, la concentración de fábricas en la provincia meridional de Guangdong ha hecho que la información sobre las huelgas circule más fácilmente.
En China, solo existe una federación sindical, bajo la tutela del Partido Comunista, que en muy escasas ocasiones se ha movilizado para defender a los obreros al presentarse un conflicto social.
No obstante, según militantes de ONG, puede ocurrir que los responsables gubernamentales atiendan a sus reivindicaciones, sobre todo cuando están dirigidas contra empresas con capitales extranjeros.
"El gobierno teme que las reivindicaciones se desarrollen. No quieren que los obreros salgan a las calles pidiendo sindicatos" libres, estima Debby Chan, de la organización "Estudiantes e investigadores contra las empresas que actúan mal", instalada en Hong Kong.
Frente al aumento de las reivindicaciones, las autoridades han respondido fortaleciendo el código del Trabajo, consultando con organizaciones patronales de la industria y permitiendo que los tribunales decidan en casos de conflictos salariales.
En reacción al parecer frente a la reciente ola de huelgas, la municipalidad de Shenzhen anunció un aumento de 14% del salario mínimo mensual a 1.500 yuanes a partir de enero.
Por su parte, los obreros han alcanzado un nivel de organización sin precedente en China, según destacó Geoffrey Crothall, portavoz del China Labour Bulletin, con sede en Hong Kong.
Los obreros de cinco plantas embotelladoras de Pepsi Cola repartidos en diferentes regiones se movilizaron el mismo día para protestar contra la venta de las plantas chinas de la multinacional estadounidense.
El año pasado, durante huelgas en sociedades japonesas, los obreros supieron aprovechar el sentimiento anti-japonés en China para que su movimiento fuese aceptado por las autoridades.
"Saben que es una herramienta para poner a la gente de su lado. Los obreros chinos tienen un agudo sentido político", según Crothall.

Cuenta regresiva para que Europa dé una solución a la crisis del euro

BRUSELAS.- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, impulsarán una nueva unión fiscal durante su reunión del lunes en París, pocos días antes de la cumbre europea del 8 y 9 de diciembre, que se anuncia como la definitiva para salvar o hundir al euro.

Los dirigentes de las dos mayores economías de la Eurozona negociarán este lunes un arsenal de medidas para reforzar la disciplina fiscal que presentarán en la cumbre europea, y que se sumarán a nuevas exigencias de austeridad a países como Grecia o Italia, y un fortalecimiento de los mecanismos financieros para impedir el contagio de la crisis de deuda.
Las nuevas reglas de juego contemplan una supervisión estricta y sanciones más duras para los socios del euro que incumplan con el compromiso del déficit comunitario, con la posibilidad de penas automáticas a los infractores.
Tras los escasos avances de las cumbres de julio y octubre, la presión ha aumentado para que los dirigentes europeos adopten medidas efectivas para salir de la crisis que se ha agravado mes a mes desde principios de 2010, amenazando a países como Italia y España, e incluso a Francia y Bélgica.
La gravedad de la situación ha sido reconocida por todos. "No hay otra opción", advirtió el jueves el presidente francés en un discurso en Toulon (sureste de Francia). "No hay más alternativa que un cambio de los tratados", o al menos modificar aquellos de la Eurozona, formada por 17 de los 27 países que integran la Unión Europea (UE), explicó el viernes la canciller alemana al Bundestag (parlamento).
A cambio de apoyar este plan de unión fiscal, que incluye la posibilidad de que los países incumplidores sean llevados al Tribunal de Justicia Europeo, Sarkozy aspira a soluciones urgentes a la crisis, entre ellas una mayor intervención del BCE en los mercados de deuda y una mayor solidaridad de Alemania con los países con problemas.
El Banco Central Europeo (BCE) dio a entender que está dispuesto a una mayor intervención en los mercados, si los gobiernos de Europa acuerdan un "pacto fiscal", considerado por el presidente de la entidad, Mario Draghi, como el "elemento principal para restaurar la credibilidad".
De hecho el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó este viernes un llamado velado al BCE para que aporte a sus arcas, en momentos en que varios gobiernos de la zona euro instan a la institución a contribuir a los fondos del organismo de Washington para facilitar ayudas a países en crisis.
Alemania se ha opuesto categóricamente hasta ahora a una mayor intervención del BCE, e incluso Merkel en su discurso del viernes, insistió en que la entidad europea tiene un mandato distinto al de la Fed o el Banco de Inglaterra, por lo que no puede comprar deuda masivamente. En este contexto, los países de la eurozona negocian con el FMI un acuerdo para reforzar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para que acuda al rescate de los países amenazados.
En una carrera vertiginosa para salvar al euro, desde Roma, pasando por Grecia, Francfort y claro está Bruselas, la semana está cargada de reuniones. El Gobierno de Mario Monti presentará este lunes su plan de acción para evitar que Italia se vea arrastrada por la crisis. El miércoles, el parlamento griego debe aprobar los presupuestos para 2012.
Ese mismo día, Sarkozy y Merkel asistirán a una reunión de líderes conservadores en Marsella, en la que el próximo presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, hará su estreno en la escena internacional. Para el jueves se prevé la reunión de consejo de gobernadores del BCE en Fráncfort, el mismo día en que iniciará la cumbre de los veintisiete países de la UE en Bruselas.

Obama apura la aprobación de la reducción de impuestos en EE UU

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha urgido este sábado al Congreso norteamericano que apruebe la propuesta de ley que contempla una reducción de los impuestos. Obama ha defendido que "ahora es el momento de pisar el acelerador y no el freno" después de que el empleo registrara un aumento en el sector privado.

   "Vamos a continuar presionando al Congreso" para que apruebe una bajada de los impuestos, ha asegurado Obama. "No pueden irse a sus casas por vacaciones hasta que no lo hagan", ha retado el presidente norteamericano, en un mensaje radiofónico.
   Obama ha criticado la falta de apoyo de los republicanos para aprobar la reducción de impuestos, alegando que sí están dispuestos a hacerlo cuando se trata de los ricos, pero no cuando la clase media es la beneficiada.  
   No obstante, existen divergencias en el seno del partido conservador sobre la amplitud de esta propuesta de ley que ha sido impulsada por los demócratas y de la que se podrían beneficiar cerca de 160 millones de ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, el pasado jueves el Senado rechazó la ley por la falta de consenso sobre la forma de pago de esta ley.
   El presidente Obama ha intensificado su presión al Congreso tras la difusión de los datos de empleo que mostraron la creación de 140.000 puestos de trabajo en noviembre. Que esta tendencia prosiga, también depende de las exenciones fiscales que permanecen en vigor, pero que expirarán a finales de año si el Congreso no actúa al respecto. De lo contrario, una familia media estadounidense podría ver cómo los impuestos a pagar incrementan en algo más de 1.000 dólares anuales (746 euros).
   En medio de este proceso, también se ha encallado otra propuesta, esta vez republicana, que pretende imponer un equilibrio del presupuesto, según ha informado el diario norteamericano 'The Wall Street Journal'. Mientras los conservadores presionan al Gobierno a que se pronuncie sobre esta ley, Obama da prioridad a la reducción de impuestos, ante la atenta mirada de los mercados, más preocupados sobre los desequilibrios prespuestarios.

Draghi bajará por segunda vez consecutiva los tipos en diciembre

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) podría volver a rebajar en su última reunión del año los tipos de interés hasta el 1%, el mismo valor en el que comenzaron 2011, en lo que sería el segundo recorte consecutivo de la tasa rectora desde el pasado 1 de noviembre. 

   La política monetaria del BCE ha sido objeto de numerosas críticas en los últimos meses después de que Jean Claude Trichet, presidente de la institución hasta octubre, subiera en un cuarto de punto los tipos de interés en los meses de abril y julio, y dejara las rebajas demandadas por los mercados a su sucesor.
   En su comparecencia en el Parlamento Europeo este pasado jueves, Draghi pidió a los Gobiernos de la UE un "nuevo pacto fiscal" para recuperar la credibilidad ante los mercados y frenar la crisis de deuda, e insistió en que la intervención del BCE sólo puede ser temporal y limitada.
   Sin embargo, también abrió la puerta a aumentar la compra de bonos de los países con problemas, como España o Italia, si de la cumbre del 9 de diciembre salen compromisos claros de ajuste. "Otros elementos pueden seguir, pero el orden es importante", señaló.

Delors relaciona la crisis con un "defecto de origen" en la creación de la eurozona

LONDRES.- El expresidente de la Comisión Europea y uno de los "padres" del euro, Jacques Delors, ha declarado que la Eurozona tiene un defecto de origen, ya que en su creación no se prestó la atención suficiente a la debilidad económica de algunos países miembros.

   En una entrevista al diario británico 'The Daily Telegraph' y recogida por la BBC, Delors señaló que estos errores de concepción han precipitado la actual crisis. La falta de un poder central que coordinara las políticas económicas de los países permitió que algunos miembros incurrieran en deudas imposibles de pagar.
   Delors aseguró que la crisis de la deuda no se originó de la idea de una moneda común, sino de "errores en la ejecución" por parte de los líderes políticos que supervisaron su creación. "Los ministros de Finanzas no quisieron ver nada que fuera un problema con el que tuvieran que lidiar", dijo el francés de 86 años.
   El político francés insistió en que todos los países de Europa deben compartir la culpa por la actual crisis que ha desatado temores de que el euro no sobrevivirá.
"Todos deben examinar sus conciencias", dijo. Se ha hecho "muy poco, muy tarde", lamentó.

Geithner instará a la eurozona a tomar medidas decisivas contra la crisis

WASHINGTON.- El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, exhortará a los líderes de la eurozona a que tomen medidas decisivas la cumbre de la próxima semana, clave para evitar la expansión de la crisis de la deuda.

   Geithner lo hará en el marco de una gira europea que le llevará a París, Italia, España y Alemania, entre el 6 y el 8 de diciembre, para reunirse con sus respectivos líderes, Nicolás Sarkozy, Mario Monti y Mariano Rajoy, respectivamente. No obstante, la Casa Blanca no ha desvelado si, finalmente, también mantendrá un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel.
   En palabras del presidente estadounidense, Barack Obama, Geithner le pidió realizar este viaje para ofrecer otra visión y sugerir a los europeos propuestas para redefinir su 'hoja de ruta'.
   El secretario del Tesoro norteamericano ha aplaudido la decisión de la eurozona de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para reforzar la estabilidad de las economías periféricas acuciadas por la crisis de la deuda, aunque ha precisado que no entra en los planes de Estados Unidos aumentar su contribución al FMI, ante la petición de los europeos, y tampoco cree que el Congreso estadounidense esté dispuesto a ello.
   Geithner ha hecho hincapié en la importancia de que, países como Italia o España, que tratan de controlar los intereses a los que se adquieren sus bonos, continúen teniendo acceso a los fondos con un interés razonable.
   Sin embargo, ha insistido en que Europa tiene los suficientes recursos para hacer frente a esta crisis, si bien debe de reforzar sus gestiones políticas para que la crisis no se extienda a otras economías más grandes.
   Por otro lado, la economista en jefe del Departamento del Tesoro estadounidense, Jan Eberly, ha declarado este viernes que la recesión europea puede conllevar serios riesgos para la economía norteamericana, ya que un quince por ciento de las exportaciones están dirigidas a países de la eurozona.
   "Esa es una exposición sustancial de la economía estadounidense a lo que está ocurriendo en Europa, por lo que es totalmente una fuente de preocupación", ha dicho la 'número dos' del Tesoro.
   Geithner comenzará su viaje en Frankfurt, donde se reunirá con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y con el homólogo germano, Jens Weidmann, además de con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, en Berlín.
El 7 de diciembre se trasladará a París, donde mantendrá un encuentro con Sarkozy y su ministro de Finanzas, François Baroin. Al día siguiente, se ha citado con Rajoy en Marsella y con Monti en Milán. Geithner no acudirá a la cumbre de la UE que tendrá lugar el 9 de diciembre en Bruselas.

La gran regresión / Ignacio Ramonet

Está claro que no existe, en el seno de la Unión Europea (UE), ninguna voluntad política de plantarle cara a los mercados y resolver la crisis. Hasta ahora se había atribuido la lamentable actuación de los dirigentes europeos a su desmesurada incompetencia. Pero esta explicación (justa) no basta, sobre todo después de los recientes “golpes de Estado financieros” que han puesto fin, en Grecia y en Italia, a cierta concepción de la democracia. Es obvio que no se trata sólo de mediocridad y de incompetencia, sino de complicidad activa con los mercados.

¿A qué llamamos “mercados”? A ese conjunto de bancos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos especulativos (hedge funds) que compran y venden esencialmente cuatro tipos de activos: divisas, acciones, bonos de los Estados y productos derivados. 

Para tener una idea de su colosal fuerza basta comparar dos cifras: cada año, la economía real (empresas de bienes y de servicios) crea, en todo el mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones (1) de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala planetaria, en la esfera financiera, los “mercados” mueven capitales por un valor de 3.450 billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo que produce la economía real...

Consecuencia: ninguna economía nacional, por poderosa que sea (Italia es la octava economía mundial), puede resistir los asaltos de los mercados cuando éstos deciden atacarla de forma coordinada, como lo están haciendo desde hace más de un año contra los países europeos despectivamente calificados de PIIGS (cerdos, en inglés): Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España.

Lo peor es que, contrariamente a lo que podría pensarse, esos “mercados” no son únicamente fuerzas exóticas venidas de algún horizonte lejano a agredir nuestras gentiles economías locales. No. En su mayoría, los “atacantes” son nuestros propios bancos europeos (esos mismos que, con nuestro dinero, los Estados de la UE salvaron en 2008). Para decirlo de otra manera, no son sólo fondos estadounidenses, chinos, japoneses o árabes los que están atacando masivamente a algunos países de la zona euro. 

Se trata, esencialmente, de una agresión desde dentro, venida del interior. Dirigida por los propios bancos europeos, las compañías europeas de seguros, los fondos especulativos europeos, los fondos europeos de pensiones, los establecimientos financieros europeos que administran los ahorros de los europeos. Ellos son quienes poseen la parte principal de la deuda soberana europea (2). Y quienes, para defender –en teoría– los intereses de sus clientes, especulan y hacen aumentar los tipos de interés que pagan los Estados por endeudarse, hasta llevar a varios de éstos (Irlanda, Portugal, Grecia) al borde de la quiebra. Con el consiguiente castigo para los ciudadanos que deben soportar las medidas de austeridad y los brutales ajustes decididos por los gobiernos europeos para calmar a los “mercados” buitres, o sea a sus propios bancos...

Estos establecimientos, por lo demás, consiguen fácilmente dinero del Banco Central Europeo al 1,25% de interés, y se lo prestan a países como, por ejemplo, España o Italia, al 6,5%... De ahí la importancia desmesurada y escandalosa de las tres grandes agencias de calificación (Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s) pues de la nota de confianza que atribuyen a un país (3) depende el tipo de interés que pagará éste por obtener un crédito de los mercados. Cuanto más baja la nota, más alto el tipo de interés.

Estas agencias no sólo suelen equivocarse, en particular en su opinión sobre las subprimes que dieron origen a la crisis actual, sino que, en un contexto como el de hoy, representan un papel execrable y perverso. Como es obvio que todo plan de austeridad, de recortes y ajustes en el seno de la zona euro se traducirá en una caída del índice de crecimiento, las agencias de calificación se basan en ello para degradar la nota del país. Consecuencia: éste deberá dedicar más dinero al pago de su deuda. Dinero que tendrá que obtener recortando aún más sus presupuestos. Con lo cual la actividad económica se reducirá inevitablemente así como las perspectivas de crecimiento. Y entonces, de nuevo, las agencias degradarán su nota...

Este infernal ciclo de “economía de guerra” explica por qué la situación de Grecia se ha ido degradando tan drásticamente a medida que su gobierno multiplicaba los recortes e imponía una férrea austeridad. De nada ha servido el sacrificio de los ciudadanos. La deuda de Grecia ha bajado al nivel de los bonos basura. 

De ese modo los mercados han obtenido lo que querían: que sus propios representantes accedan directamente al poder sin tener que someterse a elecciones. Tanto Lucas Papademos, primer ministro de Grecia, como Mario Monti, Presidente del Consejo de Italia, son banqueros. Los dos, de una manera u otra, han trabajado para el banco estadounidense Goldman Sachs, especializado en colocar hombres suyos en los puestos de poder (4). Ambos son asimismo miembros de la Comisión Trilateral.

Estos tecnócratas deberán imponer, cueste lo que cueste socialmente, en el marco de una “democracia limitada”, las medidas (más privatizaciones, más recortes, más sacrificios) que los mercados exigen. Y que algunos dirigentes políticos no se han atrevido a tomar por temor a la impopularidad que ello supone.

La Unión Europea es el último territorio en el mundo en el que la brutalidad del capitalismo es ponderada por políticas de protección social. Eso que llamamos Estado de bienestar. Los mercados ya no lo toleran y lo quieren demoler. Esa es la misión estratégica de los tecnócratas que acceden a las riendas del gobierno merced a una nueva forma de toma de poder: el golpe de Estado financiero. Presentado además como compatible con la democracia...

Es poco probable que los tecnócratas de esta “era post-política” consigan resolver la crisis (si su solución fuese técnica, ya se habría resuelto). ¿Qué pasará cuando los ciudadanos europeos constaten que sus sacrificios son vanos y que la recesión se prolonga? ¿Qué niveles de violencia alcanzará la protesta? ¿Cómo se mantendrá el orden en la economía, en las mentes y en las calles? ¿Se establecerá una triple alianza entre el poder económico, el poder mediático y el poder militar? ¿Se convertirán las democracias europeas en “democracias autoritarias”?

Notas

(1) Un billón = un millón de millones.
(2) En España, por ejemplo, el 45% de la deuda soberana lo poseen los propios bancos españoles, y los dos tercios del 55% restante, los detentan establecimientos financieros del resto de la Unión Europea. Lo cual significa que el 77% de la deuda española ha sido adquirida por europeos, y que sólo el 23% restante se halla en manos de establecimientos extranjeros a la UE.
(3) La nota más elevada es AAA, que, a finales de noviembre pasado, sólo poseían en el mundo algunos países: Alemania, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Finlandia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. La nota de Estados Unidos ha sido degradada, en agosto pasado, a AA+. La de España es actualmente AA-, idéntica a la de Japón y China.
(4) En Estados Unidos, Goldman Sachs ya consiguió colocar, por ejemplo, a Robert Rubin como Secretario del Tesoro del Presidente Clinton, y a Henry Paulson en esa misma función en el gabinete de George W. Bush. El nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, fue también vicepresidente de Goldman Sachs para Europa de 2002 a 2005.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Diez días de planificación secreta para rescatar los mercados

LONDRES.- Reino Unido orquestó el audaz paso dado esta semana por los bancos centrales para evitar una crisis de liquidez en los mercados globales, ayudando a impulsar un plan que empezó a tomar forma hace alrededor de 10 días.

Durante meses, los bancos centrales han seguido con creciente preocupación cómo el proceso de desapalancamiento entre bancos europeos, afectados por el desplome del valor de la deuda de la zona euro, estaba perjudicando la financiación global, al vender los bancos activos y llevarse el efectivo a casa.
De hecho, algunos bancos centrales habían instado a la Reserva Federal de Estados Unidos desde hace algunos meses a que pusiera en marcha una financiación más barata en dólares, pero la Fed se había resistido, dijo una fuente con conocimiento directo del acuerdo de esta semana.
La semana pasada, las condiciones se hicieron particularmente agudas después de que una subasta de bonos alemanes no lograra atraer suficientes compradores. La Reserva Federal y el Banco Central Europeo iniciaron un debate serio hacia la mitad de la semana pasada, según dijeron responsables bancarios en Europa y Estados Unidos.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo que convocó las reuniones que llevaron a la decisión de seis de los principales bancos centrales del mundo a recortar los tipos de financiación en dólares para mantener el dinero fluyendo a través de las arterias financieras del mundo.
"Fue el resultado de las conversaciones que inicié como presidente de lo que solía ser conocido como el G-10 de los gobernadores, ahora el comité consultivo económico, entre un número limitado de bancos centrales", dijo en una rueda de prensa en Londres el jueves.
La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y los bancos centrales de Japón, Canadá, Reino Unido y Suiza de proporcionar financiación más barata en dólares para los bancos alivió las tensiones de crédito y proporcionó un pequeño incentivo a la confianza del mercado.
Los costes de financiación a corto plazo disminuyeron el jueves por primera vez desde el 22 de julio, cuando caló la última fase de la crisis de la zona euro después de que los líderes de la Unión Europea no lograran ponerse de acuerdo sobre planes detallados para un fuerte fondo de rescate.
Varios responsables bancarios dijeron que no hubo un desencadenante específico para la decisión de actuar, y en concreto negaron los rumores de que un banco europeo estuviera al borde del colapso. Por el contrario, definieron la iniciativa como la culminación de varias semanas de preocupación mientras se incrementaban las tensiones financieras.
"Los no-europeos no sólo se están quejando de la falta de acción por los europeos, sino que están empezando a sentir con más fuerza que Europa no puede contener este problema por sí sola", dijo una fuente con conocimiento de las discusiones del banco central. "Esa sensación podría haber llevado a este acuerdo".
Incluso los mercados emergentes, especialmente Europa del Este y Asia, estaban sintiendo las consecuencias, ya que bancos europeos abandonaban operaciones de crédito y ponían activos en venta, dijeron dos responsables bancarios. Bancos locales que tensaron la cuerda tenían menos acceso a financiación en dólares para sus clientes, dijeron responsables bancarios.
En el anuncio, los seis bancos centrales dijeron que también estaban dispuestos a hacer que hubiera dinero disponible en monedas distintas de las suyas, si fuera necesario.
"Querían asegurarse de que una crisis del dólar no frenaba las economías de Asia, en Estados Unidos", dijo la ministra de Finanzas de Austria, Maria Fekter.
Responsables de bancos centrales de las principales economías están en constante contacto. Han establecido estrechas relaciones en las reuniones cara a cara que celebran cada dos meses en Basilea para intercambiar información sobre mercados financieros y la economía.
Después de que el BCE y la Fed discutieran las condiciones la semana pasada, el comité de la política de la Fed celebró una vídeo-conferencia el lunes y acordaron reducir el coste de los swaps en dólares
Otra fuente dijo que el acuerdo provisional se alcanzó en una teleconferencia en el inicio de la semana pasada, y que al final de la semana, los detalles se habían acordado y se había fijado la fecha del 30 de noviembre para el anuncio.
No era la primera vez que los bancos centrales, incluidos el Banco de Japón y el BCE, habían hablado con la Reserva Federal sobre una reducción de los costes de los swaps en dólares, dijo una fuente.
"Otros bancos centrales han estado instando a la Fed a que pusiera en marcha este acuerdo desde hace algún tiempo, pero la Fed no dijo 'sí' hasta ahora", dijo la fuente, que tiene conocimiento directo del acuerdo.
"La Fed dijo 'sí' esta vez probablemente debido a que la crisis de la zona euro se convirtió en un problema global".

Polonia espera cumplir los requisitos para unirse al euro a finales de 2015

VARSOVIA.- El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, prevé que su país cumpla los criterios económicos para unirse al euro a finales de 2015, pero ha advertido de que no se sumará a la moneda única si para entonces no se resuelven las dudas actuales sobre esta divisa y las normas que rigen la eurozona.

   Tusk, cuyo partido, el europeísta Plataforma Cívica, renovó su mandato en octubre, pronosticó que en esta segunda legislatura serán capaces de reducir el déficit presupuestario por debajo del requerido 3 por ciento del PIB.
   "Cuando cumplamos los criterios indispensables para unirnos a la zona euro --estoy convencido de que será durante esta legislatura, mi segunda como primer ministro-- prepararemos a Polonia para esta eventualidad", ha explicado en una entrevista con la televisión estatal.
   Tusk, sin embargo, ha matizado que "es obvio" que Polonia no se unirá a toda costa. No lo hará hasta que no estén seguros "al cien por cien" de la "salud" de la divisa común y de las normas que rigen el funcionamiento de la eurozona.
   Polonia, que ejerce durante este semestre la presidencia de turno de los Veintisiete, prevé crecer este año un 4 por ciento, por encima del 3,9 por ciento registrado en 2010. Las autoridades calculan cerrar el actual ejercicio con un déficito del 5,6 por ciento del PIB.