NUEVA YORK.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó este viernes ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York que Israel «debe acabar el trabajo» en la Franja de Gaza y quiere hacerlo «lo antes posible».
«Los últimos elementos, los últimos remanentes de Hamás,
se atrincheran en la ciudad de Gaza. Juran repetir las atrocidades del 7
de octubre una y otra vez», afirmó para justificar su ofensiva.
Netanyahu transmitió un mensaje a Hamás este viernes
ante la Asamblea General de la ONU, afirmando que si liberan a los
rehenes cautivos en Gaza, «vivirán», y que si no lo hacen, Israel los
perseguirá.
En otro momento de su parlamento, el mandatario israelí ha
denunciado una guerra política y jurídica contra Israel y criticó a los «líderes débiles y necesitados» que la secundan.
Precisó que los países que, como Francia, Reino Unido, Australia o Canadá, han reconocido recientemente el Estado de Palestina, «recompensan a los más antisemitas del mundo».
Asimismo, insistió que su país no reconocerá un Estado palestino. «Es una locura y no lo haremos», dijo y recalcó que no cometerá un «suicidio nacional»
haciéndolo.
«Mi posición contra un Estado palestino es la política del
Estado y de la población del Estado de Israel» explicó Netanyahu, quien
añadió que hacerlo sería «recompensar a los fanáticos que apoyaron» el 7 de octubre.
La delegación de España ha estado ausente de la
Asamblea en el momento del discurso de Netanyahu, que ha sido boicoteado
por decenas de delegados que abandonaron la sala.
Fuentes oficiales
españolas confirmaron que España «no asistió» al
discurso, es decir, no estuvo tampoco entre los países que de manera
ostentosa se levantaron y abandonaron la sala justo cuando Netanyahu iba
a hablar.
Las fuentes precisaron que España se concertó con otros países europeos -no precisaron cuáles- para marcar así sus distancias con Israel en un momento de creciente aislamiento diplomático del Estado hebreo.
Cuando el primer ministro israelí comenzó a hablar, la imponente sala de la Asamblea General estaba prácticamente vacía. El discurso de Netanyahu, que ha sido el primero de la jornada del viernes, era esperado con gran expectación
porque se adivinaba algún movimiento de protesta, como finalmente
ocurrió.
Para contrarrestar estas protestas, decenas de personas pro
israelíes se personaron en la tribuna del público, situada por encima
del espacio de las delegaciones, y aplaudieron ruidosamente a Netanyahu en varias ocasiones.
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