MADRID.- España no es el único país que vive estos
días una ola de calor sofocante. El anticiclón que empuja aire muy
cálido desde África a Europa, que en Italia han bautizado como
"Caronte", ya ha disparado los termómetros en el sur mediterráneo,
mientras que en el centro y el este preocupa que las temperaturas
extremas propicien los incendios y causen problemas de salud de los más
vulnerables.En Italia se espera que las temperaturas máximas ronden los 47 grados en los próximos días en las islas de Sicilia y Cerdeña y
se rompan récords históricos en algunas partes del país, con hitos
nunca vistos en Roma con hasta 42 grados para los próximos días.
Preocupación también en las zonas alpinas, ya que "una verdadera
lengua de fuego de extracción sahariana" provocará que a 1.500 metros de
altitud se podrán registrar valores máximos de hasta 28-30 grados.
España ya ha superado dos olas de calor desde que comenzó el solsticio
de verano en junio, pero la de esta semana ha llegado con una intensidad
que "no es normal ni habitual". Las temperaturas serán extremadamente altas, entre los 40 y 44 grados, y las noches, tropicales, en las que el mercurio no bajará de los 25 grados en algunas ciudades españolas.
Según la Agencia Estatal de Meteorología de
España, este potente anticiclón, que abarca toda la zona central y
occidental de la cuenca mediterránea, impulsa "aire muy cálido del norte
de África", lo que favorece una estabilidad atmosférica, sin demasiada
ventilación, acumulando el calor cerca de la superficie.
Más de medio país está en alerta, especialmente Andalucía (sur), donde las provincias de Córdoba y Jaén están en nivel rojo de riesgo extremo por máximas de hasta 44 grados.
En Francia, el servicio meteorológico ha
activado una alerta naranja por calor en la fachada mediterránea
francesa, donde las temperaturas podrían llegar el martes hasta los 40 grados en el interior de la Provenza.
En los Balcanes la ola supone temperaturas de 40 grados que irán aún a más y crecientes riesgos,
tanto de incendios como para la salud de los ciudadanos de Montenegro,
Albania, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Croacia y Eslovenia.
Para ayudar a los ciudadanos en Tirana han sido instaladas cisternas con agua en las calles principales de la capital.
En Serbia "arden
los termómetros", advierten los medios de comunicación, que anuncian
para hoy "los 40 grados tropicales" en diversos puntos del país, con
Belgrado a 39 grados, y aconsejan evitar exponerse al sol debido al alto
nivel de radiación ultravioleta .
Bosnia-Herzegovina y Croacia también están atravesando estos días la cúspide de la ola de calor, con temperaturas de entre 34 y 40 grados,
que los medios locales definen como "extremadas", y la turística región
del puerto adriático de Split ha emitido avisos de alerta roja
meteorológica debido al calor.
Turquía hace frente a varios incendios
En Turquía, apoyados con aviones y helicópteros, los bomberos turcos luchan este lunes contra las llamas de una veintena de incendios forestales
desatados el pasado fin de semana en tres provincias del país, en medio
de una ola de calor con temperaturas de hasta 38 grados, que hoy
podrían llegar a los 40 grados.
Estas
inusitadas temperaturas, cercanas a los 40 grados en el centro y el este
de Europa, ha hecho sonar las alarmas también en países como Rumanía o Bulgaria, donde se temen incendios y problemas en la salud de la población más vulnerable.
Las
temperaturas máximas en Rumanía rozan este lunes los 40 grados a la
sombra, con pronósticos de tormentas eléctricas, lluvias torrenciales y
ráfagas de viento intensas en el oeste, el noroeste y en las zonas
montañosas de Transilvania en las próximas horas.
En
Bulgaria también se sufrirá un calor sofocante esta semana, según los
meteorólogos, cuyas predicciones apuntan a más de 40 grados en las
ciudades de Russe, en el Danubio, y Sandanski, cercana a la frontera con
Grecia.
En Austria, los termómetros superaron el pasado fin de semana los 35 grados,
con picos de hasta 37 grados en algunos puntos de la república alpina,
que habría vivido así, y acompañado de varias tormentas, el punto
culminante de la actual oleada.
En esta
ciudad, así como en Linz, el partido ecologista "Verdes" organizó una
campaña para ofrecer agua gratis en muchos establecimientos comerciales,
mientras que la Cruz Roja ha abierto salas refrigeradas e invitado a la
población a refugiarse en ellas de forma gratuita para que el organismo
pueda recuperarse del estrés causado por el calor.
Con 39 grados centígrados pronosticados para hoy en algunas zonas del sur de Hungría,
las autoridades de este país centroeuropeo han declarado el "código
rojo", la máxima alerta de calor, en las provincias de Bács-Kiskun,
Csongrád-Csanád y Békés.
Eslovaquia vivirá también a partir de este lunes el calor generalizado, con máximas de 33 grados en la ciudad de Komárno,
al sur, y 31 grados en Bratislava, y la mayor parte del territorio
eslovaco vivirá bajo tormentas eléctricas y lluvias desde hoy hasta
finales de mes.
Los peligros para la salud de las noches "tropicales"
Estas
temperaturas extremas suponen un peligro para la salud. El riesgo de
sufrir un golpe de calor aumenta en las horas centrales del día, pero
también hay que tener cuidado con las noches "tórridas". Así lo ha
explicado la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El hemisferio norte sufre actualmente seis veces más olas de calor que en los años ochenta -Europa además se calienta a doble de velocidad que la media mundial-
y en lugares donde se superan los 45 grados las temperaturas pueden
permanecer en los 40 grados durante la noche, lo que es más peligroso
para la salud que la temperatura diurna, dijo hoy un especialista de la
OMM.
"Las temperaturas nocturnas son particularmente peligrosas para la salud humana porque el cuerpo es incapaz de recuperarse del calor permanente,
lo que lleva a un aumento de ataques al corazón y a muertes", indicó el
experto en calor extremo de la Organización, John Nairn.
El
problema de estas altísimas temperaturas es que buena parte de los
habitantes del continente no están acostumbrados a ellas y a las
autoridades les preocupa los problemas que pueda haber en la salud, sobre todo de los más vulnerables.