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miércoles, 25 de junio de 2025

Suiza aboga por estrechar la cooperación en seguridad y defensa con la UE

 BERLÍN.- Suiza entablará conversaciones exploratorias con la Unión Europea para una asociación no vinculante participar en proyectos de adquisición de armamento, dijo el miércoles el Gobierno, en un momento en que neutral busca estrechar los lazos de seguridad con la UE.


Tales asociaciones son un requisito para que los países no pertenecientes a la UE participen en los proyectos de cooperación del bloque, dijo el Gobierno, y añadió que la medida era compatible con la neutralidad y ayudaría a fortalecer sus capacidades de defensa.

"Suiza tiene interés en una mayor cooperación con la UE, en particular en materia de armamento", dijo, y agregó que las conversaciones deberían iniciarse lo antes posible. Una asociación con la UE permitiría a Suiza negociar mejores condiciones para la participación de su industria en los proyectos de adquisición de material de defensa de la UE.

"Hasta la fecha, la UE ha concluido asociaciones de este tipo con varios países, y se están preparando otras", añadió el Gobierno.

Las empresas de los países que han firmado un pacto de este tipo con la UE pueden optar al fondo de armamento del bloque, dotado con 150.000 millones de euros, si cumplen otras condiciones.

El Gobierno suizo también aprobó este miércoles un proyecto de acuerdo de cooperación con Ucrania para la reconstrucción del país asediado, que sentaría las bases jurídicas para una mayor implicación del sector privado helvético.

viernes, 20 de diciembre de 2024

La UE y Suiza llegan a un acuerdo sobre un nuevo marco para potenciar sus relaciones

BERNA.- La Unión Europea y Suiza han anunciado este viernes un acuerdo para un nuevo marco de relaciones modernizado con el que ambas partes esperan llevar el vínculo "a un nuevo nivel", más de tres años después de que el anterior proceso de diálogo colapsase por las diferencias entre Bruselas y Berna.

"Es un día de alegría. Este acuerdo entre la UE y Suiza es histórico y marca el inicio de una cooperación duradera, pero también se inscribe en un contexto más amplio y de gran importancia, damos respuestas conjuntas a las realidades globales que todos tenemos que afrontar", ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en declaraciones desde la capital suiza a la que ha viajado para anunciar la conclusión de las negociaciones junto a la presidenta de Suiza, Viola Amherd.

La líder del Ejecutivo europeo ha valorado que con este acuerdo "eleva a un nuevo nivel" y servirá de base para fomentar una "rica colaboración". 

A su juicio, el pacto alcanzado garantiza que la relación siga a largo plazo y que ambas partes puedan aprovechar "todo el potencial de la estrecha colaboración".

"Ha habido intensas negociaciones, y en ellas ha sido posible salvaguardar de forma equilibrada los intereses de Suiza y de la UE. Esto significa que podemos competir en igualdad de condiciones, independientemente de los participantes en el mercado de Suiza o de la UE. Todo el mundo tendrá acceso al mercado único de la UE", ha valorado la presidenta comunitaria.

Von der Leyen ha apuntado que el acuerdo también salvaguarda los elevados estándares en materia de transporte, electricidad y energías renovables entre otros aspectos.

 "Esto nos da una sensación de seguridad, tanto para las empresas como para los consumidores", ha señalado.

Del lado de Suiza, Amherd ha considerado el acuerdo como "un hito para la estabilización y desarrollo de las relaciones bilaterales", apuntando que redunda en el interés de la población, economía, estudiantes y consumidores de Suiza y de la UE, apuntando que el pacto resulta especialmente valioso "a la vista de la actual situación geopolítica".

La dirigente suiza ha recordado que las negociaciones se dilataron más de 200 sesiones de conversaciones para encontrar "soluciones que funcionaran para ambas partes".

 "Este proceso ha llegado ahora a una conclusión sustantiva", ha apuntado indicando que Suiza considera que el resultado de la negociación "es bueno y beneficioso para ambas partes".

El acuerdo entre Bruselas y Berna anunciado este viernes llega tras meses de negociaciones y mas de tres años después de que el anterior proceso de diálogo saltase por los aires por diferencias en cuestiones clave.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Los 27 dan luz verde a las negociaciones con Suiza para modernizar la relación

 BRUSELAS.- Los Estados miembro de la Unión Europea han autorizado este martes el inicio de las negociaciones para modernizar el marco de relaciones con Suiza, casi tres años después de que el anterior proceso de diálogo saltase por los aires por diferencias en cuestiones clave.

Las negociaciones, que arrancarán en los próximos días, estarán encabezadas por la Comisión Europea, que deberá después notificar los posibles avances ante el Consejo. Entre los objetivos que se marcan los 27 figuran garantizar una competencia justa para las empresas dentro del mercado común y la protección de los derechos de los ciudadanos de la UE en Suiza.

La ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, en calidad de presidenta de turno del Consejo, ha subrayado que "la UE y Suiza tienen una relación estrecha, basada en valores comunes y fuertes lazos económicos", pero hay margen para seguir avanzando y aprovechar el "pleno potencial".

Actualmente, las relaciones entre las partes se basan en más de un centenar de acuerdos sectoriales. El Consejo ya había autorizado hace casi diez años la apertura de un proceso previo de negociaciones para aunar esta amalgama bajo un único paraguas, pero en 2018 quedó en suspenso un principio de acuerdo y finalmente Suiza dio por roto el diálogo en 2021. Entre las discrepancias figuraban cuestiones relativas a la inmigración o las ayudas del Estado.

viernes, 15 de diciembre de 2023

La Comisión Europea pacta con Suiza un marco para relanzar las negociaciones y modernizar la actual relación


BRUSELAS.- La Comisión Europea y Suiza han sellado un acuerdo marco que garantiza entre otras cosas la protección de los derechos de los ciudadanos de la UE en territorio suizo y una competencia leal en materia comercial, un primer avance a partir del cual las partes aspiran a retomar las negociaciones en firme para modernizar las relaciones, más de dos años después de que el anterior proceso saltase por los aires por discrepancias en cuestiones clave.

La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, ha anunciado en un comunicado la conclusión "con éxito" de las conversaciones "exploratorias" que comenzaron hace ya 18 meses, lo que considera "un paso significativo hacia una nueva fase en las relaciones bilaterales.

Confía en aprovechar este impulso "constructivo" para lograr nuevos avances. Bruselas tiene previsto adoptar en los próximos días una recomendación que trasladará después al Consejo y que, una vez recibido el visto bueno de los Veintisiete, permitiría abrir formalmente este nuevo proceso, para el que las autoridades suizas se han mostrado igualmente dispuestas.

De hecho, el Gobierno suizo ha adoptado también este viernes un mandato de negociación que fija la 'hoja de ruta' y que, en su caso, está abierto ahora a la consulta con el Parlamento y con las autoridades de los diferentes cantones. Para Suiza, la "piedra angular" sigue siendo que el país pueda seguir formando parte como hasta ahora del mercado común, como recuerda el Ejecutivo en un comunicado.

El Gobierno ha subrayado que los primeros contactos ya sirven como "una base sólida y equilibrada" para iniciar este nuevo proceso de negociaciones y ha destacado que se han superado "obstáculos" como los relativos a la libre circulación de personas --cientos de miles cruzan la frontera de forma diaria-- o a las ayudas estatales, aunque queden "cuestiones pendientes" por cerrar durante el proceso en ciernes.

Las diferencias en cuestiones como la inmigración y las ayudas de Estado fueron algunos de las cuestiones que llevaron a las autoridades suizas a romper en mayo de 2021 la anterior negociación. Actualmente, las relaciones entre las partes se basan en más de un centenar de convenios sectoriales que las partes intentaron aunar en un único marco sobre el que hubo un principio de acuerdo en 2018, pero que chocó con la falta de apoyo suficiente en Suiza para ser refrendado y quedó en suspenso.

sábado, 4 de enero de 2020

Roberto Balzaretti, secretario de Estado para la UE en Suiza: "Claro que estamos preocupados por el posible Brexit suizo"


MADRID.- En su país le llaman Mr. Europe, pero cuando viaja al extranjero prefiere que le llamen Mr. Suiza. Roberto Balzaretti, secretario de Estado para la Unión Europea en el país helvético desde 2018, visita Madrid unos días en plena negociación con Bruselas para que los acuerdos bilaterales entre ambos no colapsen. En esta entrevista habla de la UE, pero también del Brexit, la guerra comercial o el fin del multilateralismo en el siglo XXI. Lo entrevistó El Confidencial

PREGUNTA. ¿Por qué Suiza tiene tantos acuerdos bilaterales con la Unión Europea comparado con otros países?
RESPUESTA. Depende de la definición que tengas de acuerdos bilaterales. Tienes razón. Tenemos 130-135 acuerdos bilaterales con la UE, pero de ellos alrededor solo 20 son verdaderamente importantes.

P. He leído que parte de los suizos no están muy contentos con las negociaciones actuales con la UE. Ha recibido bastantes críticas. ¿Por? ¿A qué se debe el euroescepticismo de los suizos?
R. Es normal que sea la persona más criticada porque soy el jefe negociador en Suiza que negocia con la Unión Europea. Cuando negociamos, tratamos de defender los intereses suizos, que están definidos por el gobierno federal. La relación entre Suiza y la Unión Europea es una larga historia. Tradicionalmente, hemos sido un país muy independiente y neutral. Siempre hemos tenido nuestra propia forma de ver las cosas. Suiza no participó en ninguna de las dos guerras mundiales.Y a los suizos tampoco les gusta un poder muy fuerte y centralizado, por eso tenemos un sistema federal con cantones que tienen competencias propias. El gobierno federal es relativamente débil porque así lo quiere la constitución suiza. Si intentas convencer a la gente de que un poder aún más centralizado fuera del país es bueno para ellos, lo tienes muy difícil. Nosotros no tratamos de unirnos a la Unión Europea, sino tener buenas relaciones basadas en los acuerdos que ya tenemos.

P. En las elecciones suizas, después del cambio climático, las relaciones con la Unión Europea era una de las preocupaciones más importantes entre los suizos. ¿Por qué?
R. Creo que también había otras como la seguridad social, las pensiones, el envejecimiento de la población, el sistema médico... Pero en relaciones internacionales, es entendible que tu primera preocupación sea lo que está cerca de tus fronteras. Nosotros estamos rodeados de países de la UE, además de Liechtenstein. Hay 1,4 millones de europeos viviendo en Suiza y 320.000 'frontaliers' cruzando la frontera todos los días. Intercambiamos mil millones de euros cada día en bienes y mil millones en servicios. Tenemos unas relaciones muy cercanas.

P. Desde Suiza se repiten críticas contra la política migratoria de la UE. ¿Ustedes querrían influir en la modificación del acuerdo de Dublín?
R. Desde que estamos asociados con el Sistema Schengen, nosotros tenemos que aceptar la política europea de las visas. Nosotros hemos votado a favor muchas veces de Schengen y a veces hay cosas que están bien y otras que no. Nosotros creemos que el sistema de Dublín debe ser modificado. Países como Italia, Grecia o España no pueden quedarse solos, pero tampoco puede ser un sistema que se abran todas las puertas hasta Alemania. Nosotros, como estamos asociados, podemos participar en esa discusión.

P. ¿Cuál es la opinión de los suizos sobre el Brexit?
R. Fue un voto popular en el Reino Unido. Ellos saben mejor que los suizos qué tipo de país quieren. Lo que hemos hecho nosotros después de este referéndum ha sido hablar con el gobierno británico para prepararnos ante los escenarios posibles, incluido un 'no deal'. Si salieran de la UE sin acuerdo, hemos concluido acuerdos bilaterales con el Reino Unido en áreas clave. Nuestras relaciones con Reino Unido son ricas y variadas. Hay, por ejemplo, 150 vuelos entre Reino Unido y Suiza al día. Ellos son muy importantes para nosotros. La idea de Suiza es continuar con las buenas relaciones con Reino Unido y extenderlas.

P. ¿Pero cuál es el sentimiento general de los suizos? A veces, hablando con suizos, se tiene la sensación de que la palabra Europa siempre va unida a la de "crisis".
R. No es mi deber comentar opiniones de mis ciudadanos. Nosotros estamos en una situación muy distinta. Queremos ampliar y profundizar nuestras relaciones con la UE. Por su parte, Reino Unido quiere salir de la UE. Nosotros queremos consolidar nuestro acercamiento bilateral con la UE y mantener nuestra independencia y no entrar, claro. Ellos quieren salir. La situación es muy distinta. Algunos suizos aprueban lo que ha hecho Reino Unido, pero la mayoría está a favor de los acuerdos bilaterales con la UE.

P. Ahora queda probablemente lo peor entre Reino Unido y la UE: llegar a un acuerdo comercial. Usted se ha dedicado muchos años a negociar con Bruselas. ¿Cuál sería su principal consejo?
R. (Risas). Ellos no necesitan lecciones de mí, han sido miembros durante 50 años. Conocen la UE muy bien. Mucho mejor que yo.

P. Hemos hablado de crisis en Europa. ¿Qué opina Suiza sobre la nueva oleada de partidos de ultraderecha? ¿Están preocupados ante una posible disolución de la UE tal y como la conocemos?
R. Es una pregunta difícil. De nuevo, no quiero hablar por los suizos. Puedo hablar por el gobierno, que está convencido de que lo primero es tener buenas relaciones con la UE y con el mundo, así como mantener los mercados que tenemos y abrir nuevos. Además, creemos que Suiza se debe mantener como un país europeo y defender sus valores. Estas dos cosas no son contradictorias. Puedes extender tus redes comerciales con todos los países del mundo y, al mismo tiempo, defender los valores europeos: el estado de derecho, la buena gobernanza, la protección de los derechos humanos, del medioambiente... Necesitamos un continente europeo fuerte.

P. Se refiere a que si la UE se posiciona duramente contra China, ¿Suiza le seguirá?
R. En ese sentido, creo que nos hemos anticipado. Tenemos muy buenas relaciones con China, estuvimos entre los primeros países en reconocer a China en 1950 y tenemos un acuerdo comercial con ellos. Pero, al mismo tiempo, precisamente porque hemos establecido estas relaciones, podemos discutir cualquier cosa con ellos, incluso algunos temas que no siempre son fáciles de hablar. Nuestro acercamiento no es una "línea dura" porque no somos un gran país para hacerlo. Pero sí nos preocupan los principios cuando se refiere al estado de derecho, etc. Todo eso es parte de nuestro ADN. Pero lo hacemos de una forma más discreta que otros países.

P. ¿Cuál cree que es el rol de Suiza en el siglo XXI desde un punto de vista geopolítico?
R. Empecemos por el rol que no podemos desempeñar. No podemos ser una potencia militar. No estamos en la UE, ni en la OTAN ni somos una potencia militar muy grande. Pero queremos contribuir a la paz y la seguridad mundiales. Ppodemos contribuir con otros países para defender el multilateralismo. Podemos facilitar, moderar o representar intereses de otros países como hacemos con Estados Unidos en Irán o con Rusia en Georgia. Nos gustaría estar en el Consejo de Seguridad en 2023-2024. También podemos contribuir en el 'soft power'. También somos punteros en innovación, digitalización y todo lo que tiene que ver con el sector financiero, cripto, fintech…

P. A ustedes les ha afectado bastante la guerra comercial.
R. Sí, ha sido un desastre. Somos las víctimas colaterales de todas estas cosas. Esa es la razón por la cual para nosotros el multilateralismo es un concepto clave.

P. ¿Creen que son los últimos defensores del multilateralismo?
R. No somos los únicos. Lo estoy escuchando en muchos países. El multilateralismo es esencial.

P. En Suiza se habla bastante del referéndum que tendrá lugar en mayo de 2020 sobre la libertad de movimiento entre la UE y Suiza. ¿Qué debemos esperar? ¿Deberíamos estar preocupados?
R. Por supuesto estamos preocupados. Para ser precisos, no es un referéndum, es una iniciativa constitucional. 100.000 personas en Suiza pueden proponer una reforma de la constitución. En este caso, si ganaran, tendríamos que convencer a la UE para volver a un sistema de cuotas sin libertad de movimiento o, en caso contrario, tendríamos que acabar con el acuerdo bilateral sobre la libertad de movimiento de los trabajadores. Este está legalmente unido con los otros acuerdos del primer paquete de acuerdos bilaterales Suiza-UE firmados en 1999. Por eso, si terminas con uno, seis meses después otros dejarán de existir.

P. Se ha llegado a calificar como el Brexit suizo.
R. Sí, sería el Brexit suizo. Una especie de Swexit. No es bueno. El gobierno está completamente en contra, pero la constitución permite estas votaciones. Requiere una mayoría simple de la población y de los cantones. Por eso tienes que tener el 50% más 1 y la mayoría de los cantones. Es un obstáculo grande, no es fácil conseguirlo. Pero el gobierno explicará a los suizos la importancia de la libertad de movimiento con la UE. Después de esta importante votación, nos ocuparemos del acuerdo institucional Suiza-UE, destinado a consolidar nuestras relaciones con Bruselas. En este sentido, queremos proteger las condiciones laborales de los trabajadores suizos.


P. Desde el principio del siglo XXI, pensábamos que nos dirigíamos a un mundo multilateral lleno de instituciones supranacionales, donde los Estados-nación cada vez decidirían menos cosas. Sin embargo, parece que la tendencia es la contraria.
R. Con respecto a la Unión Europea, No creo que la UE haya difuminado el sentimiento y la pertenencia nacional. Siendo un poco más abstractos, creo que todo el mundo pensamos que la globalización era el futuro. Ahora nos hemos dado cuenta de que no hay globalización sin raíces muy fuertes en una comunidad local. Ambas son importantes. Ya lo decía Piero Bassetti: tenemos que ser «glocales». Ser globales pero, al mismo tiempo, seguir teniendo referencias en tu lenguaje, en tu pueblo, en tu cantón, en tu país. Claro que es muy difícil, es como un péndulo. Yo creo que juntos somos más fuertes. Y esa es la forma que Suiza ve las relaciones internacionales. Queremos tener lazos muy estrechos con la UE, pero de otra forma. Esa es la lección. No siempre hay una forma de hacer las cosas ni un solo camino. Hay muchas geometrías para hacer lo mismo. La relación entre la UE y Suiza es una historia de éxito.

P. ¿Qué ocurrirá primero, Suiza entrando en la UE o el fin de la UE tal y como la conocemos?
R. Nosotros no nos planteamos entrar en la Unión Europea. Por otro lado, no me puedo imaginar su fin. ¿Una evolución, un cambio? Quizá. Pero el final, no. La historia nunca vuelve atrás. Continúa, cambia. Pero no me imagino el final de la UE. Y no estará en el interés de nadie

sábado, 18 de mayo de 2019

La población suiza se beneficia del mercado único europeo


ZÜRICH.- Los ciudadanos suizos, de media, son 2.914 euros más ricos al año (3. 315 francos) gracias al acceso al mercado único de la Unión Europea (UE), según estima un grupo de investigación alemán.  

Aunque resulta difícil medirlo en términos exactos, el estudio recientemente publicado por la Fundación Bertelsmann estima que pertenecer a la zona económica más grande del mundo reporta beneficios económicos concretos a todos los países implicados.
El principal beneficiario –según el grupo– es Suiza, que no es miembro de la UE pero sí forma parte del mercado único. Sus ciudadanos disponen de más de 3.000 francos más al año gracias a las ventajas comerciales y de competencia que implica el acceso al mercado interior europeo.
A Suiza le siguen Luxemburgo (2.834 euros) e Irlanda (1.894 euros). Y también reporta grandes beneficios a la población belga, austríaca y holandesa (véase el gráfico). El aumento medio para los miembros de la UE es de 840 euros per cápita. En términos absolutos, el país que más beneficios obtiene (con 86 000 millones de euros) es Alemania.
En los países menos competitivos y más periféricos, como España, Portugal y Grecia, los aumentos son menores tal y como recoge el informe, que también estima que las rentas en terceros países, como Israel o EE.UU., disminuyen por la existencia en Europa de este mercado único.

Prosperidad y Brexit

El mercado interior es el “motor principal de nuestra prosperidad”, explica Aart de Geus, presidente de la Fundación Bertelsmann. “No todos se benefician de la misma manera, pero todos ganan”.
Los autores señalan que quienes más ventajas obtienen son las “naciones relativamente pequeñas pero fuertes exportadoras”, que se benefician de la ausencia de aranceles y otros obstáculos al comercio. El aumento de la competencia también tiene un efecto positivo en la producción, los costes y los precios.
Dicho esto, la fundación alemana también ha encontrado que el mercado interior europeo todavía tiene potencial para seguir creciendo. Este es el caso del comercio de servicios, en el que “la existencia de normas más comunes y reglamentos de competencia a escala de la UE” supondría un estímulo.
En cuanto al Brexit, el informe considera que la retirada completa de Gran Bretaña del mercado único afectará negativamente a todos los miembros de la Unión. El más afectado sería el propio Reino Unido (especialmente las regiones meridionales), seguido de Irlanda. El informe dice que tras el Brexit el incremento de la renta suiza como resultado de pertenecer al mercado único se reduciría en unos 200 euros por persona.  

Suiza y la UE

Las relaciones entre Suiza y la UE son complicadas y han sido tensas por momentos, a pesar de las importantes interrelaciones económicas y sociales entre ambas partes.
Desde que en 1992 la nación alpina aprobó (por escaso margen) no unirse al Espacio Económico Europeo (EEE), las relaciones se han desarrollado de acuerdo a un sinfín de convenios bilaterales que regulan áreas claves, como el transporte, la libre circulación de personas y, por supuesto, el comercio.
La situación actual se centra en las negociaciones para alcanzar un acuerdo marco global que aglutine todas las cuestiones bilaterales bajo un mismo epígrafe. Las conversaciones vienen celebrándose desde 2014, y la UE presiona a Berna cada vez más para que este año se alcance el acuerdo.
En cuanto al Brexit y sus embrollos, el Gobierno suizo acaba de aprobar un acuerdo temporal con Gran Bretaña sobre el acceso al mercado laboral suizo. Pacto que únicamente se aplicará en caso de que Gran Bretaña salga de la Unión Europea de manera turbulenta.


Suiza
2.914
Luxemburgo
2.834
Irlanda
1.894
Noruega
1.753
Dinamarca
1.682
Bélgica
1.627
Austria
1.583
Países Bajos
1.516
Suecia
1.302
Islandia
1.131

domingo, 6 de enero de 2019

El nuevo presidente suizo quiere renegociar el acuerdo marco con la Unión Europea


BERNA.- El presidente de Suiza, Ueli Maurer, que asumió el cargo al comenzar el año, afirmó que quiere renegociar el acuerdo marco que buscan firmar su país y la Unión Europea (UE) y al que su partido, la conservadora Unión Democrática del Centro (UDC), ha manifestado su oposición, informó hoy la agencia oficial ATS.

"Tal y como están las cosas, el acuerdo marco no sería aceptado (a nivel nacional), por lo que los puntos más importantes deberían ser renegociados", dijo el presidente de la confederación en declaraciones a una televisión de Zúrich, donde participó en un acto electoral.
Maurer destacó la necesidad de "volver a discutir" con Bruselas los términos del posible acuerdo, que la UE ha intentado repetidamente firmar con Berna para fijar la política bilateral y así no depender únicamente de los distintos tratados sectoriales.
A mediados de diciembre, el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn, descartó cualquier renegociación de un acuerdo marco con Suiza, mientras Berna barajó la posibilidad de que se suspendan los contactos en este sentido hasta 2020.
Entre los puntos de desacuerdo entre Suiza y la UE destacan los que giran en torno a la contratación de mano de obra procedente de la Unión Europea en territorio helvético y a la adopción automática de legislaciones comunitarias que, según los contrarios a negociar, podrían afectar al sistema nacional de democracia directa.

Exigencia de Bruselas

Los ciudadanos de Suiza, uno de los países con más armas per cápita, acudirán en mayo a las urnas para votar en un referéndum si aceptan una nueva legislación que limite la tenencia de armamento, con la que el Gobierno quiere adaptarse a medidas similares tomadas por la UE para luchar contra el terrorismo.
Según informa la televisión nacional RTS, esta legislación más restrictiva ya fue aprobada por el Parlamento suizo en septiembre, pero los opositores a la medida -cazadores, propietarios y aficionados a las armas, entre otros- han obtenido las 50.000 firmas necesarias para convocar un referendo y las entregarán al Ejecutivo federal para que ponga en marcha la consulta.
La Unión Europea (UE) decidió endurecer la legislación sobre armamento en los países miembros tras los atentados terroristas de París en noviembre de 2015, con 130 muertos, a fin de frenar el comercio ilegal de armas y restringir el acceso a las más peligrosas.
Suiza, donde se calcula que hay entre 2,5 y 3 millones de armas de uso civil (unas 30 por cada 100 habitantes), está obligada con la UE en este punto al ser parte del Tratado de Schengen de libre circulación, por lo que teóricamente debe llevar a cabo similares cambios legislativos este año.
La afición por el tiro deportivo o el hecho de que los suizos, tras realizar el servicio militar obligatorio, pueden llevarse las armas que usaron como reclutas a su casa explican en parte el numeroso armamento per cápita en el país, cuatro veces mayor que en naciones como España.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Suiza y la Unión Europea avanzan en el restablecimiento de su relación

ZÜRICH.- La Comisión Europea otorgó a Suiza una suspensión, a fin de permitirle superar la oposición interna a un acuerdo de cuatro años de negociación y terminar las amenaza de Bruselas de prohibir el comercio bursátil transfronterizo.

La Unión Europea, el socio comercial más importante de Suiza, idealmente quiere que la relación se rija por un acuerdo marco que obligue a los suizos a adoptar dinámicamente cambios en contratos existentes, que van desde el transporte aéreo hasta la agricultura y la libre circulación de personas. 
Esa idea choca con las nociones suizas de autodeterminación.
"No podemos firmar un acuerdo final hasta que hayamos alcanzado nuestro objetivo al 100 por ciento", declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Suiza, Ignazio Cassis, a los periodistas en Berna. 
"El plan que presentamos hoy permite una integración más profunda del mercado, a la vez que mantiene el nivel más alto posible de soberanía".
El gobierno afirmó el viernes que consideraba que el resultado de las conversaciones se ajustaba en general a los intereses de Suiza. Sin embargo, en vista de los temas pendientes, decidió no firmar la propuesta y seguir consultando con las "partes interesadas". 
Además, una vez que el Parlamento apruebe el acuerdo, casi con toda seguridad estará sujeto a un referendo popular.
Bruselas usó el reconocimiento de la bolsa de valores de Suiza como moneda de cambio y ha amenazado con sacar las bolsas en Zúrich y Berna de los operadores en la UE a partir de enero. La semana pasada, Suiza anunció un plan de emergencia, en un intento por evitar que los volúmenes de operaciones caigan estrepitosamente.
El presidente suizo, Alain Berset, declaró que habló hoy vía telefónica con el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para recordarle una vez más la importancia de la equivalencia bursátil. La Comisión Europea planea discutir el asunto el martes.
El documento de hoy es el resultado de "negociaciones largas, intensas y constructivas", declaró la Comisión Europea en un comunicado. Si bien la Comisión respeta el deseo de Suiza de consultar con las partes interesadas, espera que el proceso sea rápido.
Según la propuesta de hoy, los cambios hacia la legislación de la UE no se adoptarían automáticamente, sino que seguirían los procedimientos de aprobación suizos, incluidos los referendos. Las controversias se resolverán en un tribunal de arbitraje designado conjuntamente, y se otorgará al Tribunal de Justicia Europeo una función consultiva.
Con la propuesta de poner límites más flexibles a los comerciantes con sede en la UE que realizan trabajos al otro lado de la frontera, el gobierno está tratando de satisfacer las demandas de los sindicatos, interesados  ​​en proteger los altos salarios de Suiza. 
El acuerdo ya ha sido rechazado por los sindicatos y por el Partido Popular Suizo (SVP), el grupo político más popular del país, detractor de la migración.
El mandato de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea expira el próximo año, y en una entrevista con la emisora ​​RTS instó a los suizos a concluir el tratado, diciendo: "dentro de un año no estaré más, y verán".

viernes, 14 de septiembre de 2018

Juncker apremia a Suiza a cerrar las conversaciones para un tratado

ZURICH.- El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha instado a Suiza a concluir rápidamente las negociaciones sobre un nuevo tratado bilateral, diciendo que el tiempo se agota al dirigirse la atención a la fase crucial de las conversaciones sobre el Brexit. 

“Negocien conmigo, terminen conmigo”, dijo Juncker, cuyo mandato finaliza el próximo año, en una entrevista emitida el jueves por la cadena ​​suiza RTS. Si no se llegaba pronto a un acuerdo, “realmente podrían empeorar las cosas”, agregó.
El Gobierno suizo ha tenido dificultades para presentar su estrategia en las negociaciones del tratado, que han encallado debido a la oposición tanto de la extrema derecha antieuropea como del centro izquierda, habitualmente europeísta. 
A diferencia de Reino Unido en su complicado divorcio de la UE, Suiza, que no es miembro del bloque, tiene un mosaico de alrededor de 120 acuerdos sectoriales que rigen las relaciones con su socio comercial más importante y que seguirán en vigor incluso aunque fracasen las conversaciones sobre el tratado.
Sin embargo, Bruselas lleva una década presionando para lograr un tratado que superaría a esos acuerdos y haría que los suizos adoptaran de forma rutinaria cambios para adaptarse a las reglas del mercado único. También proporcionaría una plataforma más efectiva para resolver disputas.
La UE ha ejercido presión sobre Suiza para que acepte, advirtiendo de que si no se llega a un acuerdo, no aumentará su acceso al mercado. También podría poner en peligro las actuales operaciones bursátiles transfronterizas y el acceso sin restricciones al mercado de la UE para los fabricantes suizos de productos como dispositivos médicos.
Juncker dijo a RTS que quería un tratado integral con Suiza, no un acuerdo por partes que no abordara todos los asuntos pendientes. Y advirtió en contra de dejar que el calendario se alargue.
“Se está acabando el tiempo porque estamos negociando con el Reino Unido. No quiero que la negociación 1 invada la negociación 2. Va a complicar ambas partes del proceso”, dijo.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Suiza sanciona con 99 millones a bancos por manipulación de Euríbor y Líbor

GINEBRA.- Suiza ha impuesto sanciones por 99 millones de francos suizos (92,6 millones de euros) a varios grandes bancos por haber participado en carteles que manipulaban los tipos de interés interbancarios Euríbor, Líbor y Tíbor para productos de derivados con denominación en euros, yenes y francos suizos.

La Comisión de Competencia llegó a la conclusión de que entre septiembre de 2005 y mayo de 2008 varios bancos participaron en un cartel de tipos de interés de derivados con denominación en euros y discutieron los datos que iban a suministrar para el cálculo del Euríbor, así como sus estrategias comerciales y de precios.
Cuatro de estos bancos, Barclays, Deutsche Bank, RBS y Société Générale firmaron un acuerdo amistoso con el regulador.
En total Suiza ha impuesto multas por 45,3 millones de francos (42,4 millones de euros) en este caso.
Deutsche Bank recibió plena inmunidad por haber revelado la existencia del cartel y los otros bancos recibieron reducciones en las multas por haber cooperado en la investigación.
Barclays tendrá que pagar 29,8 millones de francos (27,9 millones de euros), RBS 12,3 millones (11 millones de euros) y Société Générale 3,3 millones (3 millones de euros).
Suiza prosigue no obstante la investigación contra BNP Paribas, Crédit Agricole, HSBC, JPMorgan y Rabobank.
En el cartel de los tipos de interés de derivados con denominación en francos suizos para calcular el Líbor, el regulador ha repartido sanciones por unos 33,9 millones de francos (31,7 millones de euros).
Entre marzo de 2008 y julio de 2009 existía un cartel bilateral entre JPMorgan y RBS con el objetivo de influir en el índice de referencia Libor en francos suizos.
Ambos bancos llegaron a un acuerdo con el regulador helvético, que establece la plena inmunidad para RBS y una multa de 33,9 millones de francos para JPMorgan.
En paralelo, el regulador suizo cerró los procedimientos que había iniciado contra dos corredores suizos, Cosmorex y Gottex.
El tercer caso se refiere a un cartel entre 2007 y 2010 de tipos de interés de derivados con denominación en yenes para calcular el Líbor y en euroyenes para el tokiota Tibor.
Citigroup, Deutsche Bank, JPMorgan y RBS firmaron un acuerdo amistoso con el regulador.
Suiza impuso sanciones por 14,4 millones de francos (13,5 millones de euros).
Citigroup tendrá que abonar 3,8 millones de francos (3,6 millones de euros), Deutsche Bank 5 millones de francos (4,7 millones de euros), JPMorgan 1,7 millones de francos (1,6 millones de euros) y RBS 3,9 millones de francos (3,6 millones de euros).
El regulador decidió cerrar el procedimiento contra los bancos nipones Mizuho, Sumitomo Mitsui y The Bank of Tokyo-Mitsubishi, pero continuarlo contra HSBC, Lloyds, Rabobank y UBS, así como contra los corredores ICAP, RP Martin y Tullet Prebon.
Además, cierra los procedimientos relacionados con la manipulación del Tibor en yenes contra todas las partes.
El último caso se refiere a un cartel entre mayo y septiembre de 2007 cuando Credit Suisse, JPMorgan, RBS y UBS acordaron presentar a terceras partes una mayor diferencia entre los precios de compra y de venta de ciertos tipos de interés de derivados negociados en marcados no organizados a corto plazo y con denominación en francos, mientras que para ellos mantenían un "spread" más reducido.
Estos bancos firmaron un acuerdo y Suiza impuso en total multas por 5,4 millones de francos (5 millones de euros).
UBS recibió inmunidad plena, en tanto que Crédit Suisse tendrá que pagar 2 millones de francos (1,8 millones de euros), JPMorgan 2,5 millones (2,3 millones de euros) y RBS 856.000 francos (800.921 euros).

jueves, 19 de marzo de 2015

La Unión Europea y Suiza acuerdan el intercambio automático de datos fiscales desde 2018

BRUSELAS.- La Comisión Europea ha concluido este jueves las negociaciones de un nuevo acuerdo de transparencia fiscal con Suiza, que impondrá el intercambio automático de información con los Estados miembros a partir de 2018. Ello significa que los residentes en la Unión Europea ya no podrán ocultar en Suiza ingresos no declarados para evadir el pago de impuestos.

"Hoy estamos dando un paso decisivo hacia una transparencia fiscal total entre Suiza y la UE", ha dicho el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en un comunicado. "Esta trasparencia es vital para garantizar que cada país pueda recaudar los ingresos fiscales que se le deben", ha apuntado.
Gracias a este acuerdo, los Estados miembros recibirán anualmente los nombres, direcciones, números de identificación fiscal y fechas de nacimiento de sus residentes que tengan cuentas en Suiza, así como un amplio conjunto de otros datos financieros y de balance de las cuentas.
Estas disposiciones se ajustan plenamente al nuevo estándar internacional de la OCDE y del G-20 para el intercambio automático de información.
El nuevo acuerdo entre la UE y Suiza ha sido rubricado este jueves por los negociadores de la Comisión y de Suiza. Se firmará una vez que tenga la autorización del Consejo de la UE por una parte y del Gobierno suizo por otra, que deberían producirse antes del verano.

lunes, 19 de enero de 2015

Suiza soportará el alza del franco contra el euro, según su ministra de Finanzas

ZURICH.- Funcionarios suizos trataban de asegurar al país el domingo que la sorpresiva decisión del banco central de eliminar el límite cambiario del franco no desestabilizará a la economía antes de una semana crucial en que el Banco Central Europeo podría anunciar un enorme programa de compras de bonos.

La ministra de Finanzas suiza, Eveline Widmer-Schlumpf, dijo que espera que la tasa cambiaria se ubique en torno a 1,10 francos por euro, un nivel que cree que las empresas del país orientado a las exportaciones deberían ser capaces de soportar.
"Estoy confiada en que la economía será capaz de lidiar con esta decisión. Las empresas están en una mucho mejor posición que en 2011, cuando entró en vigor el límite cambiario", comentó a los periódicos SonntagsBlick y Schweiz.
El Banco Nacional Suizo sorprendió a los mercados el jueves cuando abandonó su límite cambiario, vigente por tres años, de 1,20 francos por euro, afirmando que esa política se había vuelto insostenible.
La medida hizo que el franco suizo se apreciara con fuerza, lo que llevó a empresas en toda Suiza a advertir de un desplome en ganancias, y entre los sectores más expuestos figuraban el de artículos de lujo, industria y turismo.
Con una inflación de -0,3 por ciento interanual, Suiza también se arriesga a importar deflación si el franco se mantiene en su nivel alto frente al euro.
Hans Hess, presidente de Swissmem -que representa a empresas de los sectores de maquinaria, electrónica y metalurgia- dijo al diario NZZ am Sonntag que una de cada cinco empresas industriales suizas enfrentan una "amenaza existencial".
"La eliminación del límite cambiario costará empleos, pero el sector superó la crisis del franco en 2011 y también enfrentará esta crisis", afirmó.
El franco se apreció más allá de la paridad tras el anuncio del Banco Nacional Suizo, a un máximo de 0,8500 francos por euro para luego recortar ganancias.
El viernes, el franco cotizó a poco menos de la paridad con el euro.
El espacio de maniobra con el que contará el Banco Nacional Suizo dependerá de lo que anuncie el Banco Central Europeo el jueves, cuando se espera que lance un programa de compras de bonos para reactivar a la economía y para combatir la deflación.
Si el BCE supera las expectativas del mercado, los inversores podrían optar en masa por el franco suizo, considerado como refugio, lo que presionaría al Banco Nacional Suizo aún más para que actúe.
Algunos economistas y funcionarios dijeron que la tasa cambiaria debe oscilar en torno a los 1,10 francos por euro para impedir cualquier daño potencial a la economía.
Si la moneda se mantuviera en paridad con el euro por un período prolongado, eso llevaría a un crecimiento económico muy débil y a un creciente desempleo, dijo el director del Departamento de Finanzas, Serge Gaillard, al diario Zentralschweiz am Sonntag.

viernes, 16 de enero de 2015

El Banco Nacional Suizo provoca una tormenta financiera

BERNA.- El Banco Nacional Suizo (BNS) sorprendió este jueves con el anuncio de la supresión de los límites mínimos de cambio para el franco suizo introducidos hace más de tres años, provocando un crack en la Bolsa en Zúrich y la subida de la divisa helvética.

En un comunicado lacónico, publicado este jueves, el BNS, a cargo de la política monetaria del país, anunció el abandono de la tasa mínima de cambio, que fue fijada en 1,20 francos por euro hace más de tres años, y tasas negativas para los grandes depósitos en francos suizos para desalentar a los especuladores.
Rápidamente, el franco suizo, en fluctuación libre, subió en flecha cerca de un 30% con el euro y el dólar.
En Londres, el franco suizo se cambiaba a las 10.00 GMT a 0,85 francos suizos por euro, en vez de los 1,20 de antes del anuncio. Hacia las 12.30 GMT, volvía a caer a 1,03 CHR por euro.
La Bolsa suiza también sufría un descalabro. La decisión del BNS encarece las exportaciones de las empresas cotizadas en el parqué helvético.
Hacia las 15.37 GMT perdía 10,20% a 8.258,50 puntos. El sector del lujo, muy sensible a las fluctuaciones del cambio, acusaba las mayores pérdidas: el fabricante de relojes Swatch perdía 15,91% y Richemont un 14,99%. Sus productos se han encarecido de repente entre 20 y 30%.
En una nota, los expertos del UBS estiman que esta medida va a reducir en 5.000 millones de francos suizos (5.000 millones de euros) las exportaciones suizas.
El crecimiento de Suiza también podría verse afectado, agrega esta nota, con una caída del 0,7%.
Para Nick Hayeck, patrón de Swatch Group, número uno mundial de la industria relojera, el abandono del límite mínimo es un "tsunami para el conjunto de Suiza".
Esta medida va a tener repercusiones para "la industria de la exportación, el turismo, pero también para el conjunto de Suiza", prosiguió.
La industria de maquinaria suiza, reagrupada en la organización patronal Swissmechanic, considera catastrófica esta decisión.
La asociación patronal, que cuenta entre sus miembros a 1.400 pequeñas y medianas empresas de la industria de la maquinaria, equipos eléctricos y metales que emplean en total a más de 70.000 personas, pide al BNS que reconsidere su decisión.
"No es posible que nuestras PME, la columna vertebral de nuestra economía, sean abandonadas así", dice Swissmechanic.
En cambio, el suizo medio está encantado. "¡He ganado 60 francos suizos en un segundo!", dice una señora que acaba de cambiar 300 francos suizos por 300 euros en un banco en Ginebra. La víspera, tendría que haber desembolsado 360 francos suizos para recibir la misma cantidad.
Las decenas de miles de franceses, italianos y alemanes que cada mañana cruzan la frontera para trabajar en Suiza, son los ganadores indirectos de esta decisión del BNS. En un instante, sus ingresos mensuales han aumentado un 30%. "Esperemos que esta tasa de cambio se mantenga hasta finales de mes, cuando me paguen", dijo una francesa.
Esta decisión ha pillado por sorpresa a los inversores. "El mercado no se lo esperaba", dijo Andreas Ruhlmann, analista de IG Bank, evocando el cambio "drástico" de política monetaria.
"Se trata de un mini crack. La credibilidad del BNS está en juego", dice Christopher Dembik, economista de Saxo Banque.
La decisión también tiene repercusiones directas en el extranjero, sobre todo en los países de Europa del Este, donde muchos particulares han contraído préstamos inmobiliarios en francos suizos para financiar la compra de sus viviendas a principios de la década de los 2000, cuando era muy ventajoso.
Una ola de pánico se ha propagado entre 700.000 particulares con créditos inmobiliarios en francos suizos. El franco suizo ganó 20% ante el zloty, por lo que una letra mensual de 1.000 zlotys (230 euros) pasará a 1.200 (280 euros).
Otro tanto les ocurrirá a ciudadanos sobre todo de Hungría y Croacia que a principios de los 2000 contrajeron créditos inmobiliarios en la divisa helvética.

jueves, 9 de octubre de 2014

Suiza decide negociar con la Unión Europea la adaptación del acuerdo de libre circulación

GINEBRA.- El Gobierno suizo decidió entablar negociaciones con la Unión Europea para la adaptación del acuerdo sobre la libre circulación de personas, nueve meses después de que los ciudadanos helvéticos decidieran en referéndum limitar la inmigración.

Las negociaciones perseguirán dos objetivos, conforme a la visión que Suiza tiene de esta situación.
El primero tiene que ver con la necesidad de adaptar el referido acuerdo, "de modo que Suiza pueda gestionar y limitar la inmigración teniendo en cuenta los intereses globales de su economía", señaló el Ejecutivo federal en un comunicado.
El segundo objetivo es que la renegociación del acuerdo de libre circulación entre la UE y Suiza se haga "preservando la vía bilateral", que ha permitido a la Confederación Helvética mantener relaciones mutuamente convenientes con el bloque comunitario en todos los más diversos ámbitos de la economía, sin formar parte de él.
El pasado 9 de febrero, los suizos votaron en referéndum por establecer cuotas para la entrada de todos los extranjeros -incluidos los ciudadanos europeos- como herramienta para frenar una supuesta "inmigración masiva".
La iniciativa había sido lanzada por el partido de ultraderecha Unión Democrática de Centro (UDC) y a ella se oponían la mayor parte de las fuerzas políticas y económicas del país.
El texto aprobado por un estrecho margen en la votación popular dio tres años al Gobierno para adaptar las leyes, para lo cual no le queda otra alternativa que renegociar el acuerdo de libre circulación con la UE.
Las negociaciones, cuya apertura formal dependerá ahora del acuerdo de Bruselas, estarán dirigidas del lado suizo por el director de la Oficina Federal de Migraciones, Mario Gattiker.
Como corresponsable actuará el director de Asuntos Europeos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Henri Gétaz.

martes, 18 de febrero de 2014

Merkel dice que el desafío suizo es seguir cerca de la Unión Europea tras la consulta sobre inmigración

BERLÍN/PARÍS.- La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió el martes de no apresurarse a tomar represalias contra Suiza por el referéndum para frenar la inmigración, afirmando que a Europa le interesaba más esperar a ver la forma en que se aplica el resultado de la consulta.

"No puede ser que porque una parte haga algo en un área específica, la otra diga que no funciona nada en otras áreas", dijo Merkel tras reunirse con el presidente suizo, Didier Burkhalter, que también es ministro de Exteriores del país.
"En primer lugar, hemos de ver la forma en que Suiza aplica esta votación en los próximos tres años. Lo veremos. Y al final de los tres años, tendremos que decidir las consecuencias. Soy contraria a decidir sobre las consecuencias desde el comienzo mismo, y no esperar al proceso de aplicación en Suiza", añadió.
El 9 de febrero, los votantes suizos respaldaron por un estrecho margen las propuestas para recortar la inmigración de la UE. El voto fue respaldado por el Partido Popular suizo (SVP, por sus siglas en inglés), que aprovechó la preocupación de la población respecto a que la cultura suiza se está viendo erosionada por los extranjeros, que representan casi un tercio de la población del país.
Desde 2002, Suiza cuenta con un acuerdo con la Unión Europea que permite el libre movimiento de trabajadores. La reciente consulta amenaza ese pacto, y con él un paquete de acuerdos de cooperación económica y tecnológica.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha advertido de que la votación tendrá "graves consecuencias" para los vínculos con los Veintiocho, que ya ha pospuesto las conversaciones con los suizos sobre programas educativos y de investigación valorados en miles de millones de euros.
Suiza, a cambio, ha dicho ya que no puede firmar un pacto de mercado laboral con Croacia, nuevo miembro de la UE.
Con una postura más estridente que la de Alemania, el ministro de Industria francés dijo que el referéndum suponía un "suicidio colectivo". Arnaud Montebourg dijo que las exportaciones suizas se verían afectadas y que "Suiza se empobrecería".
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, ha dicho que París revisaría sus relaciones diplomáticas, sin especificar cómo.
Los líderes empresariales suizos temen que el acceso a profesionales extranjeros se vea golpeado por la burocracia y que los acuerdos bilaterales con la UE, el principal socio comercial del país, se verían minados.
Burkhalter, en declaraciones junto a Merkel, dijo que el comercio entre Suiza y Alemania, de unos 75.000 millones de euros, representaba aproximadamente la mitad del volumen comercial de Alemania con China y que aproximadamente 350.000 alemanes trabajan actualmente en Suiza.
"El desafío será ahora abordar los resultados de una forma que las relaciones entre la Unión Europea y Suiza sigan siendo lo más intensas posibles, respectando el referéndum", dijo Merkel, que prometió trabajar para una solución que respete el voto suizo pero "no dañe más los propios intereses de la UE".


Suicidio colectivo

El ministro de Industria francés, Arnaud Montebourg, ha asegurado este martes que el referéndum por el que se ha aprobado en Suiza la reintroducción de las cuotas de inmigración de ciudadanos procedentes de la Unión Europea equivale a un "suicidio colectivo".
   "Le tengo mucho respeto al sufragio universal, pero esto es un suicidio colectivo para los suizos", ha afirmado Montebourg en declaraciones a la emisora France Inter. "Como respuesta, se impondrán aranceles (...) a las exportaciones suizas, por lo que Suiza se empobrecerá a sí misma", ha añadido.
   El ministro de Industria, que es miembro del Partido Socialista, ha afirmado que el reciente referéndum demuestra cómo las políticas de extrema derecha pueden remodelar las leyes de un país.
   Montebourg ha hecho estas declaraciones a dos meses de que se celebren las elecciones locales en Francia, en las que se prevé un aumento del apoyo al partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen, el Frente Nacional.
   La propuesta, impulsada por el Partido Popular suizo y aprobada hace ahora una semana, logró el respaldo del 50,3 por ciento de los votantes frente al 49,7 por ciento que la ha rechazado, según datos oficiales. La participación ha sido del 56,5 por ciento.
   La iniciativa "contra la inmigración en masa" busca reintroducir las cuotas de entrada de extranjeros en el país y renegociar con la Unión Europea los términos del acuerdo Schengen sobre la libre circulación de personas.
   La medida afectaría a los hasta 80.000 trabajadores extranjeros --tres cuartas partes de ellos procedentes de países de la Unión Europea-- que llegan cada año a Suiza desde la introducción hace 15 años del acuerdo de libre circulación con la UE.
   Sin embargo, el sector empresarial suizo teme que esta medida pueda dañar la economía del país, que depende de los profesionales extranerjos, aumentando la burocracia y socavando los acuerdos bilaterales con la UE, el mayor socio comercial del país.
   Después de conocer el resultado del referéndum, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Laurent Fabius, advirtió de que París revisará sus relaciones diplomáticas con Suiza.

lunes, 10 de febrero de 2014

Las consecuencias del referéndum suizo en las relaciones con la Unión Europea

BRUSELAS.- El voto de los suizos del domingo a favor del "fin a la inmigración masiva" podría comprometer varios acuerdos entre Suiza y la Unión Europea (UE), que contempla reexaminar "el conjunto de sus relaciones" con la Confederación Suiza.

El acuerdo de libre circulación de personas, que está directamente amenazado, fue firmado en 1999 y entró en vigor en 2002. Este texto establece que los ciudadanos europeos y suizos gozan mutuamente de los mismos derechos de entrada y residencia, de acceso a una actividad económica, de establecimiento como empresario por cuenta propia, así como a las mismas condiciones de trabajo, igualdad de trato en materia de seguridad social y reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales.
La terminación de los acuerdos bilaterales podría suponer un duro golpe para la economía suiza, estrechamente ligada a la de sus vecinos, provocando principalmente una escasez de mano de obra. El comercio también podría verse afectado: en 2012, Suiza fue el tercer mayor mercado de exportación de la Unión Europea y su cuarto socio para las importaciones.
Las negociaciones en curso entre la Comisión Europea y Suiza sobre el intercambio automático de información en materia fiscal, que pondría fin al secreto bancario suizo, podría verse comprometida.
Los datos demográficos podrían también cambiar: más de 400.000 suizos viven en la Unión Europea (muchos de los cuales tienen una doble nacionalidad), mientras que más de un millón de ciudadanos de la UE viven en territorio suizo.
La Unión Europea lamentó en un comunicado el resultado de la consulta y observó que éste "va en contra del principio de libre circulación de personas entre la UE y Suiza".
"La UE examinará las implicaciones de esta iniciativa en el conjunto de las relaciones bilaterales", prestando atención, en particular, a la posición del gobierno suizo frente al resultado, añadió el bloque de los 28.
El tema será abordado en la Comisión Europea y luego en el Consejo, que representa al bloque de los 28.
El gobierno suizo deberá, por su parte, presentar un proyecto de ley para concretar las exigencias del texto y tiene tres años para renegociar y adaptar los acuerdos internacionales.

Bruselas adoptará represalias

La Comisión Europea ha resaltado este lunes que la libre circulación de personas es un principio "sagrado" para la UE y ha avisado a Suiza de que no aceptará que imponga restricciones a la entrada de ciudadanos europeos sin adoptar represalias en el resto de acuerdos que permiten a las empresas suizas acceder al mercado interior comunitario.
   "La libre circulación de personas forma parte de los acuerdos que tenemos con Suiza, acuerdos que dan entre otras cosas un acceso a nuestro mercado interior. Ahí no podemos aceptar restricciones como las que se han votado ayer (por el domingo) sin que esto tenga consecuencias sobre el resto de los acuerdos que tenemos con Suiza", ha dicho la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde.
   El colegio de comisarios examinará en los próximos días las "implicaciones políticas y jurídicas" del resultado del referéndum celebrado por Suiza este domingo, en el que se aprobó la introducción de cuotas a la entrada de ciudadanos europeos, y de la interpretación que haga el Gobierno suizo.
   "La libre circulación de personas es una libertad sagrada para la UE. Este mensaje sigue siendo válido hoy para nuestros Estados miembros y para Suiza, porque forma parte de estos acuerdos", ha subrayado Ahrenkilde. La portavoz ha tratado no obstante de desvincular el referéndum suizo de iniciativas de varios Estados miembros, liderados por Reino Unido, que también han propuesto introducir cuotas a la entrada de ciudadanos europeos.
   La Comisión ha eludido no obstante precisar qué represalias concretas podría adoptar contra Suiza si sigue adelante con su plan de cuotas o cuál será el impacto del referéndum en las negociaciones para un nuevo acuerdo institucional entre la UE y Suiza, cuyo inicio estaba previsto para el próximo miércoles.

Europa advierte a Suiza de consecuencias por la votación sobre inmigración

BRUSELAS/BERNA.- El gobierno en Berna se encuentra ahora en la incómoda posición de tener que transformar en ley el resultado del referéndum de ayer al tiempo que lidia con la reacción de Bruselas y de grandes vecinos como Alemania y Francia.

"Suiza se ha dañado a sí misma con este resultado", dijo el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, a periodistas a su llegada a Bruselas para una reunión con sus homólogos de la UE.
Para el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, "habrá consecuencias, eso está claro".
"No se puede tener un acceso privilegiado al mercado único europeo y, por otro lado, reducir la libre circulación", argumentó.
La libre circulación de personas y puestos de trabajo dentro de sus fronteras es una de las políticas fundamentales de la Unión Europea. Y Suiza, aunque no forma parte del bloque de 28 países, participa por un pacto con Bruselas.
Desde 2002, los ciudadanos suizos y de la UE han podido cruzar la frontera libremente y trabajar en cualquier lugar, siempre y cuando tengan un contrato o sean trabajadores por cuenta propia.
Responsables de la UE dijeron que el tratado de libre circulación es parte de un paquete de siete acuerdos que se mantienen o se eliminan juntos.
Los acuerdos también incluyen la cooperación económica y tecnológica, la contratación pública, el reconocimiento mutuo de diplomas y certificados, el comercio agrícola, la aviación y el tráfico por carretera y ferrocarril.
"Simplemente no podemos aceptar este tipo de restricciones, esas que fueron aprobadas ayer (domingo)", dijo la portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde. "Esto claramente tendrá consecuencias para el resto de los acuerdos que tenemos con Suiza".
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, calificó la votación como una medida "preocupante" que mostró que Suiza se está cerrando en sí misma.
"Vamos a revisar nuestras relaciones son Suiza", agregó el ministro a la radio RTL.
Empresarios dijeron que la votación para volver a instaurar cuotas a la inmigración, que ganó por un estrecho margen de 19.526 votantes el domingo, amenaza un pilar clave de la economía suiza, que depende de la UE para casi un quinto de su fuerza laboral.
En Suiza están establecidos el gigante de alimentación Nestlé, las farmacéuticas Novartis y Roche, además de varios grandes operadores de materias primas como Glencore Xtrata y Louis Dreyfus Commodities.
El presidente de la Asociación de Empleadores Suizos, Valentin Vogt, dijo al diario NZZ que la votación creaba una incertidumbre tóxica para los negocios suizos, que ya se enfrentan a la presión en medio de una ofensiva extranjera contra el secreto bancario y una polémica por las favorables tasas de impuestos que algunos cantones suizos ofrecen a las multinacionales.
"¿Cuál es el sentido de invertir en Suiza, si al final no se sabe si uno podrá obtener personal cualificado para llevar adelante sus planes?", preguntó Vogt.
Los bancos suizos, como UBS y Credit Suisse, son particularmente dependientes del flujo de trabajadores extranjeros, con hasta un 25 por ciento de todo su personal procedente de la UE.
"Tememos que la oferta de trabajadores disponibles disminuya", dijo Sindy Schmiegel, de la Asociación Bancaria Suiza. "Podría ser más difícil para los bancos cumplir con sus necesidades de personal".
Aunque el Gobierno suizo instó a los votantes a rechazar el proyecto para la introducción de cuotas a la inmigración, está ahora obligado a formalizar el resultado del referéndum como ley. Tendrá flexibilidad ya que la votación no estableció cuotas específicas.
La ministra de Justicia, Simonetta Sommaruga, dijo el domingo que el Gobierno planeaba tener el borrador en otoño, antes de presentar sus planes a la UE.

Habrá consecuencias

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE discutirán la aprobación en referéndum en Suiza de una propuesta que busca reintroducir cuotas de extranjeros en el país y la renegociación del acuerdo que garantiza la libre circulación de europeos en el país transalpino después de que varios de ellos han manifestado preocupación por la posible restricción a europeos.
   "Es preocupante. Hablaremos de ello en el Consejo", ha manifestado la ministra de Asuntos Exteriores italiana, Emma Bonino, que ha admitido "un impacto muy importante" y ha precisado que la cuestión se abordará "al final" como punto extraordinario.
   El ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, ha avisado a los suizos de que la limitación de la libre circulación de los europeos "tendrá consecuencias" y ha recordado que "un franco de cada tres depende de la relación entre la UE y Suiza", insistiendo en que "muchos empleos" dependen de la relación.
   "Esto tendrá consecuencias económicamente", ha avisado el luxemburgués. "No se puede de un lado tener acceso privilegiado al mercado interior de la UE y de otro diluir la libre circulación. Las dos están ligadas", ha apostillado, insistiendo en que para la UE el principio de libre circulación constituye parte del "acervo principal" y no puede verse perjudicado. "No puedo más que condenar esta iniciativa que ha tomado Suiza", ha lamentado.
   El ministro de Exteriores británico, William Hague, ha admitido que los europeos tienen que "respetar el resultado democrático" del referéndum en Suiza. "Claramente tendrá que haber negociaciones de qué significa esto en la práctica entre la UE y Suiza. Hay bastante tiempo para hacer esto, tres años", ha explicado. "No quiero prejuzgar lo que saldrá de estas negociaciones", ha subrayado no obstante.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha dejado claro que "Suiza se ha hecho un mal servicio con este referéndum".
 "Suiza debe saber que picotear no es la estrategia sostenible en sus relaciones con la UE".
   "Queremos relaciones justas con un Estado no miembro y relaciones justas significa también que se puede ser capaz de apoyar algunas desventajas mientras te beneficias de todas las ventajas y como parte de tal relación justa es que aceptas decisiones básicas que se han tomado, la libertad de movimiento siendo una de ellas", ha subrayado el alemán, que ha defendido con todo examinar "sin cabreo" cómo se pondrá en marcha el resultado del referéndum, avanzando que hablará de ello con su homólogo suizo "la próxima semana".
 "Hablaremos seguro de todo ello", ha subrayado.
   El ministro de Exteriores belga, Didier Reynders, ha lamentado la decisión en Suiza pero ha insistido en que "compete a la Comisión evaluar las consecuencias de tal voto" pero también de "las decisiones tomadas en Suiza" tras recordar que ahora el Gobierno federal del país transalpino tendrá que ver "cómo traducir" en la práctica en acciones el resultado del voto.
   Reynders ha dejado claro que "el principio de libre circulación es un principio fundamental" y ha recordado a las autoridades suizas que se pueden "gestionar los flujos migratorios muy bien respetando este principio", al tiempo que se pueden abordar "correcta y serenamente" los problemas "dentro de las reglas europeas".
   "Primero hay que evaluar la situación", ha señalado, preguntado por las posibles consecuencias negativas para Suiza, si limita la libre circulación de los europeos al país.
  Reynders ha insistido en que "pone en riesgo el conjunto de acuerdos" bilaterales, aunque "todo depende" en última instancia de la evaluación que haga la Comisión, en base a la cual se tomarán "decisiones".
La Comisión Europea ya lamentó este domingo la aprobación en referéndum de una propuesta para reinstaurar las cuotas anuales para la entrada de extranjeros en el país, incluidos los de la UE porque "va en contra del principio de libre circulación de personas entre la UE y Suiza" pactada en virtud del conocido como Acuerdo de Schengen.
   Por ello, "la Unión examinará las implicaciones de esta iniciativa en las relaciones globales entre la UE y Suiza. "En este contexto, la posición del Consejo Federal (Gobierno suizo) sobre el resultado será igualmente tenido en cuenta", advirtió en un comunicado oficial.
   La propuesta, impulsada por el Partido Popular suizo, ha logrado el respaldo del 50,3 por ciento de los votantes (1.463.954 votos), frente al 49,7 por ciento que la ha rechazado (1.444.438 votos), según datos oficiales. La participación ha sido del 56,5 por ciento.
   La propuesta "contra la inmigración en masa" busca reintroducir las cuotas de entrada de extranjeros en el país y renegociar con la Unión Europea los términos del acuerdo sobre la libre circulación de personas recogido en Schengen.
   La medida afectaría a los hasta 80.000 trabajadores extranjeros --tres cuartas partes de ellos procedentes de países de la Unión Europea-- que llegan cada año a Suiza desde la introducción hace 15 años del acuerdo de libre circulación con la UE.
   De acuerdo con el texto de la iniciativa, Suiza y la Unión Europea tendrían un plazo límite de tres años para renegociar el acuerdo de libre circulación. De no concretarse una modificación, el pacto quedaría anulado, y afectaría gravemente a otros acuerdos relacionados con el bloque europeo.

domingo, 9 de febrero de 2014

Bruselas lamenta la aprobación de cuotas de inmigración por parte de los votantes suizos

BRUSELAS.- La Comisión Europea ha lamentado la aprobación este domingo en referéndum de una iniciativa que obliga al Gobierno suizo a reinstaurar las cuotas anuales para la entrada de extranjeros en el país, incluidos los de la UE.

"La Comisión Europea lamenta que la iniciativa para la introducción de cuotas sobre la inmigración haya sido aprobada en votación", señala la Comisión en un comunicado oficial.
Bruselas destaca que la medida "va en contra del principio de libre circulación de personas entre la UE y Suiza" pactada en virtud del conocido como Acuerdo de Schengen. Por ello "la Unión examinará las implicaciones de esta iniciativa en las relaciones globales entre la UE y suiza. "En este contexto, la posición del Consejo Federal (Gobierno suizo) sobre el resultado será igualmente tenido en cuenta", advierte.
La propuesta, impulsada por el Partido Popular suizo, ha logrado el respaldo del 50,3 por ciento de los votantes (1.463.954 votos), frente al 49,7 por ciento que la ha rechazado (1.444.438 votos), según datos oficiales. La participación ha sido del 56,5 por ciento.
La propuesta "contra la inmigración en masa" busca reintroducir las cuotas de entrada de extranjeros en el país y renegociar con la Unión Europea los términos del acuerdo sobre la libre circulación de personas recogido en Schengen.
La medida afectaría a los hasta 80.000 trabajadores extranjeros --tres cuartas partes de ellos procedentes de países de la Unión Europea-- que llegan cada año a Suiza desde la introducción hace 15 años del acuerdo de libre circulación con la UE.
De acuerdo con el texto de la iniciativa, Suiza y la Unión Europea tendrían un plazo límite de tres años para renegociar el acuerdo de libre circulación. De no concretarse una modificación, el pacto quedaría anulado, y afectaría gravemente a otros acuerdos relacionados con el bloque europeo.

viernes, 17 de mayo de 2013

La Unión Europea y Suiza intercambiarán pruebas de prácticas contrarias a la competencia

BRUSELAS.- La Unión Europea y Suiza han firmado un acuerdo para reforzar la cooperación entre sus autoridades de competencia y autorizar el intercambio de información y pruebas obtenidas en investigaciones sobre prácticas contrarias a la competencia por la otra parte cuando investiguen el mismo caso.

   El acuerdo ofrece una base para la notificación mutua de las actividades de competencia que afectan a los intereses "importantes" de la otra parte y en este sentido el acuerdo autoriza a cualquier de las dos partes solicitar a la otra que inicie acciones contra prácticas anticompetencia en su territorio. Ambas partes se comprometen a tener en cuenta los intereses de la otra parte.
   A diferencia de los acuerdos de cooperación en materia de competencia concluidos entre la UE y Estados Unidos, Canadá, Japón y Corea del Sur, el acuerdo con Suiza introduce como principal novedad el intercambio de pruebas cuando investiguen el mismo caso. En el resto de los casos, el intercambio sólo es posible con la autorización expresa de la fuente de información.
   "El intercambio de tal información está sujeta a condiciones estrictas que protegen los secretos empresariales y los datos personales", ha informado el Ejecutivo comunitario en un comunicado en el que aclara que la información sólo podrá utilizarse para hacer cumplir las normas que regulan la competencia de la otra parte y no se podrán utilizar las pruebas para imponer sanciones a personas naturales.
   El acuerdo ofrece un marco para la coordinación y cooperación de las autoridades de competencia respectivas y refuerza su cooperación para garantizar la aplicación de las normas de competencia, además de promover los contactos regulares entre las partes para discutir políticas, esfuerzos y prioridades en materia de competencia.
   El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, ha asegurado que el acuerdo prevé un grado de cooperación "sin precedentes y va mucho más allá de los acuerdos existentes con otros países terceros" y permitirá que las autoridades de competencia "más eficaces" en beneficio de las compañías y ciudadanos de ambas partes. "Muchas de las prácticas anticompetencia tienen efectos transfronterizos para los mercados de la UE y el suizo", ha admitido.