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viernes, 11 de octubre de 2024

Fe ciega en el triunfo / Fernando del Pino Calvo-Sotelo *

 En un mundo donde la opinión de la mayoría goza de inmediata legitimidad, yo me inclino sólo ante la verdad.

En un mundo sometido a la tiranía invisible del pensamiento único y de lo políticamente correcto, yo, con permiso, me rebelo.

En un mundo atenazado por unos miedos inventados por quienes sólo buscan esclavizarlo, yo procuro no asustarme para poder seguir siendo libre.

En un mundo impresionado con los que buscan y ostentan el poder, disculpen que no me impresione en absoluto.

En un mundo que confía en una élite arrogante que exige una obediencia ciega, yo sé que no son ninguna élite, y me agarro tercamente a mi libertad.

En un mundo instalado en la propaganda, la conformidad y los estereotipos, disfruto de las ideas discrepantes y prefiero pensar por mí mismo antes que aceptar a pie juntillas las conclusiones de otros.

En un mundo que tiene tanta prisa, a mí me gusta la calma.

En un mundo conquistado por la complejidad artificial, yo lucho por no olvidar la sencillez.

En un mundo deslumbrado con la inteligencia, a mí también me gusta, pero admiro más la sabiduría.

En un mundo que parece considerar la agresividad una virtud, yo prefiero la amabilidad.

En un mundo en el que nos miden por el número de contactos que tenemos, sé que al final sólo cuentan la familia y unos cuantos, pocos, amigos.

En un mundo seducido por los artilugios de la comunicación y esclavizado a estar siempre conectado y al tanto de lo trivial y de lo efímero, yo continúo prefiriendo el papel y mi libertad.

En un mundo tan ilusoriamente seguro de poder controlarlo todo y de comprender con inmediatez las relaciones causa-efecto de todo, yo creo en la limitación y falibilidad del conocimiento humano, en las consecuencias imprevistas y en la simple casualidad.

En un mundo tan ruidoso y tan ansioso, yo me siento cómodo pensando un poco más despacio y disfrutando del silencio.

En un mundo en el que muchos creen que no hay nada más allá de esa criatura llamada hombre, yo creo firmemente en Dios.

A este mundo, que parece haber perdido la esperanza, yo le digo:

Fe ciega en el triunfo. 

 

(*) Economista español

martes, 9 de abril de 2024

Código oculto de la eternidad / Guillermo Herrera *


El ser humano ha buscado siempre el elixir de la vida eterna, pero quien finalmente logró hacerse inmortal fue una pequeña medusa de no más de dos centímetros de diámetro que está siendo estudiada por los científicos para comprender su mecanismo de supervivencia. 

Después de millones de años de evolución, ese celentéreo alcanzó un poder de regeneración fantástico y no muere de causas naturales. Sólo fallece cuando acaba como presa de sus depredadores. Si no ocurre esto, puede vivir para siempre.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-43037723

A lo largo de la Historia los exploradores han buscado la legendaria fuente de la eterna juventud, y aunque hasta ahora han fracasado en el intento de hallarla, en algunos lugares del mundo sus habitantes han logrado alcanzar una vida más longeva que el promedio mundial, que es alrededor de 71 años. 

Según la BBC, los cinco países del mundo donde la gente vive más tiempo son de más a menos:

  • Corea del Sur con un promedio de 90 años gracias a una dieta rica en alimentos fermentados.

  • Singapur con 83,1 años de media, gracias a su medicina preventiva y a la promoción del ejercicio físico.

  • Japón con un promedio de 83 años, especialmente Okinawa, llamada "la tierra de los inmortales".

  • España, con 82,8 años de media, con su dieta mediterránea, su siesta reparadora y su tiempo para comer, digerir y caminar.

  • Suiza con 81 años y un alto nivel de consumo de leche y queso, junto a un sistema de salud de alta calidad.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-40883397

Suiza está a la vanguardia del mercado de la inmortalidad con varias empresas que trabajan en tratamientos antienvejecimiento. Gracias a los avances tecnológicos, cada vez más empresas emergentes prometen alargar la vida de la gente casi veinte años, asegurando además un perfecto estado de salud.

DEFINICIÓN

La teoría de la inmortalidad se refiere a la creencia o concepto de que es posible vivir indefinidamente, evitando la muerte y manteniendo la juventud de manera perpetua. Esta idea ha sido explorada a lo largo de la Historia a través de diversas prácticas, mitos y leyendas, incluyendo la búsqueda de elixires de la eterna juventud y la idea de la reencarnación. El deseo humano de trascender la mortalidad ha sido una constante a lo largo de la Historia y sigue siendo objeto de exploración y especulación en la actualidad.

La teoría de la inmortalidad es un concepto que ha sido explorado en diversas disciplinas, desde lo espiritual y filosófico hasta lo científico y tecnológico, desde la filosofía y la religión hasta la ciencia ficción y la ciencia especulativa. En varias tradiciones filosóficas y religiosas, se discute la idea de la inmortalidad del alma o del espíritu. Se argumenta que el individuo puede alcanzar la inmortalidad a través de la trascendencia espiritual, la unión con lo divino o la reencarnación.

En la ciencia ficción, la inmortalidad se representa a menudo a través de tecnología avanzada, como la transferencia de la conciencia a cuerpos sintéticos, la criogenización, la clonación o la ingeniería genética. Estas representaciones exploran las implicaciones éticas y sociales de la búsqueda de la inmortalidad.

El concepto también se ha explorado en la ficción, como en la serie de Amazon Prime Video ‘Upload, que está ambientada en 2033 y cuenta la historia de un joven programador que, tras un accidente automovilístico, decide descargar su mente en una realidad virtual para evitar la muerte.

Algunos pensadores han especulado sobre la posibilidad de lograr la inmortalidad biológica mediante avances en la medicina regenerativa, la ingeniería genética, la nanotecnología y otras áreas de investigación científica. Muchos científicos están interesados en prolongar la vida humana y mejorar la salud en la vejez. Se investigan formas de retrasar el envejecimiento, prevenir enfermedades relacionadas con la edad y mejorar la calidad de vida en la tercera edad.

EXTENSIÓN DE LA VIDA

La ciencia de la extensión de la vida, también conocida como gerontología, es un campo de investigación que implica el estudio y la comprensión de los factores que contribuyen al envejecimiento y la búsqueda de estrategias para retrasar o detener el proceso. Su objetivo principal es prolongar la vida humana y mejorar la calidad de vida en la vejez mediante la desaceleración del proceso de envejecimiento.

La esperanza de vida se refiere al promedio de tiempo que se espera que viva una persona, mientras que la longevidad es el límite al que podría llegar el cuerpo humano si no hubiera otros obstáculos. Los científicos en este campo estudian una variedad de temas, desde el papel de los telómeros en el envejecimiento hasta el potencial de las células madre para regenerar tejidos y órganos.

Algunos investigadores se centran en identificar y modificar los genes asociados con el envejecimiento, mientras que otros buscan desarrollar terapias y tratamientos que retrasen o prevengan achaques relacionados con la edad. Otro enfoque incluye el uso de tecnologías de rejuvenecimiento, como la terapia celular y la terapia génica, y la investigación sobre el papel de la dieta, el ejercicio y los estilos de vida.

ELIXIR

Un manuscrito de Isaac Newton escrito a mano en latín e inglés, revela una fórmula para la inmortalidad. Describe los pasos para crear una sustancia mágica que convertiría metales en oro y nos haría jóvenes para siempre. Se trataba, en realidad, de los primeros pasos para crear la legendaria piedra filosofal.

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160412_ciencia_isaac_newton_receta_inmortalidad_alquimia_piedra_filosofal_estudios_ocultos_lb

El elixir de la eterna juventud es un concepto que ha estado presente en diversas culturas y mitologías a lo largo de la Historia. Se asocia a menudo con la idea de inmortalidad, rejuvenecimiento y búsqueda de la fuente de la juventud. La búsqueda de este elixir ha sido un tema popular en la literatura y el folclore, y a menudo se le vincula con la alquimia, la magia y las prácticas espirituales.

Se refiere a una sustancia o poción que se cree que tiene la capacidad de conferir la juventud eterna a quien la consume. Este concepto ha sido un tema recurrente en la mitología, la literatura, la alquimia y la búsqueda del conocimiento, y sigue siendo una fuente de inspiración en la literatura, el cine y otras formas de arte, como expresión del deseo humano de trascender los límites del envejecimiento y la mortalidad.

El pueblo chino honró la longevidad más que ninguna otra nación en el mundo, inquietud que les llevó a prácticas de encantamiento, plegarias, convocatorias de espíritus, represión de demonios y bestias salvajes, hechizos basados en constelaciones o la alquimia, cuyo fin era elaborar el elixir de la inmortalidad. 

Los arqueólogos encontraron un misterioso líquido en una olla de bronce de hace dos mil años compuesto de nitrato de potasio y alunita, según una receta de un antiguo texto taoísta. La alunita es un sulfato hidratado de aluminio y potasio. No tuvo mucho éxito al parecer cuando estaba en una tumba.

https://www.libertaddigital.com/ciencia-tecnologia/ciencia/2019-03-05/esta-vasija-contiene-el-elixir-de-la-inmortalidad-1276634204/

LEYENDAS

El concepto del elixir de la eterna juventud ha sido un tema de interés en diversas culturas y tradiciones a lo largo de la historia asociado con creencias mitológicas y espirituales:

  • En la tradición griega, Aristóteles habló de un secreto que podía prolongar la vida purgando el cuerpo de impurezas, parecido al proceso de refinación de metales.

  • En la tradición islámica, se cree que figuras como Mahdi, el imam de los chiítas, han alcanzado una longevidad extraordinaria.

  • En la tradición hindú, hay relatos de yoguis que vivieron durante cientos de años en el Himalaya, y en China hay muchas referencias a seres inmortales.

  • En el ámbito científico se están realizando investigaciones para comprender el proceso de envejecimiento y encontrar formas de frenarlo.

  • También hay estudios sobre el rejuvenecimiento celular y la posibilidad de reprogramar las células a un estado más joven.

CÓDIGO OCULTO

El concepto de un código oculto relacionado con el elixir puede referirse a varias interpretaciones y especulaciones que han surgido a lo largo del tiempo:

  • En el contexto de la alquimia, el elixir está asociado con la transmutación de la materia y la búsqueda de la perfección espiritual.

  • En algunas tradiciones místicas y esotéricas, se sostiene que ciertos conocimientos ancestrales sobre la vida eterna o la juventud se han transmitido de forma secreta a lo largo de la Historia en textos antiguos, jeroglíficos o símbolos que revelarían el secreto.

  • En la cultura popular, hay especulaciones sobre la existencia de organizaciones secretas o sociedades ocultas que poseen conocimientos sobre el elixir.

SAINT GERMAIN

En la búsqueda del elixir de la eterna juventud, se han asociado a este concepto muchos personajes históricos, entre ellos Saint Germain quien fue un personaje famoso que vivió en el siglo XVIII y era conocido por sus conocimientos de alquimia y ocultismo. Se dice que descubrió el elixir de la eterna juventud, que le permitió mantener su apariencia juvenil y vivir cientos de años.

A lo largo de su vida, Saint Germain fue un personaje multifacético, destacándose como diplomático, músico, escritor y mago, lo que contribuyó a la creación de un aura de misterio y fascinación en torno a la posibilidad de alcanzar la inmortalidad.

La leyenda de Saint Germain se ha asociado a diversas teorías sobre su origen, entre ellas su supuesto origen español y su conexión con la ciudad francesa de Bayona. La leyenda también menciona su conocimiento de varios idiomas, entre ellos español, portugués, alemán, inglés, italiano, francés, árabe, ruso, latín, griego, chino y sánscrito.

Según algunas fuentes, Saint Germain murió el 27 de febrero de 1784, en Eckernförde, Alemania, pero también hay testimonios que lo sitúan en París en 1835, en Milán en 1867, e incluso en Egipto durante la campaña napoleónica. 

La misteriosa vida de Saint Germain lo ha convertido en objeto de culto para todo tipo de buscadores espirituales, que han llegado a decir que era el mítico Judío Errante o Merlín el mago. El Arlequín dice que murió en San Petersburgo hace dos siglos por probar una droga infame.

Algunas fuentes apuntan a que se trataba de un maestro ascendido de la sabiduría antigua, jefe de un sistema de creencias que consideraba que los seres humanos podrían reencarnar para adquirir, con el tiempo, la unificación de los aspectos materiales y espirituales del Universo. Estos maestros, supuestamente, alcanzaron el mismo tipo de ascensión espiritual que Jesús de Nazaret en la Biblia.

Cagliostro, contemporáneo de Saint Germain muy conocido por sus poderes místicos y su supuesto elixir de vida, que implicaba un proceso de ayuno y regeneración de un mes de duración, pero no está asociado con las siete plantas de la inmortalidad de Saint Germain.

SIETE PLANTAS

Según la inteligencia artificial, las siete plantas de la inmortalidad de Saint Germain serían una referencia a una creencia esotérica asociada con el conde. Según la leyenda, se dice que Saint Germain descubrió una fórmula para la inmortalidad utilizando siete plantas específicas, pero esta creencia pertenece al ámbito de la mitología y la leyenda. 

Se rumorea que las siete plantas asociadas con la inmortalidad de Saint Germain incluyen el ginseng, el aloe vera, el ginkgo biloba, el jengibre, el espino blanco, la cúrcuma y el hongo reishi.

https://chat.openai.com/c/e5b29844-de06-49f1-a89a-8ce1674b0b69

Sin embargo, existe otra versión de las siete plantas, tres de las cuales serían el olivo, el baobab y el iboga según el Arlequín. Las restantes podrían ser, a mi juicio, el jiaogulan chino, el haritaki hindú, la salvia, el astrágalo o la granada por sus virtudes conocidas, pero todo esto es una especulación.

También se vende en Amazon un supuesto licor de Saint Germain elaborado en Francia artesanalmente con flores de saúco recogidas a mano y sin sabores artificiales. Su nombre procede del barrio parisino tan frecuentado por escritores y artistas durante la Belle Époque

Las flores de saúco se recogen en primavera, a primera hora de la mañana, cuando se acaban de abrir, y el sabor y el aroma están en todo su apogeo.

 

(*) Periodista español

miércoles, 5 de diciembre de 2018

La cercanía de Putin con los saudíes tiene más implicaciones / H. Brands *

El saludo de amigos entre el ruso Vladimir Putin y el saudí Mohammad bin Salman en la cumbre del G-20 la semana pasada estuvo cargado de simbolismo.

Ese apretón de manos fue, sin duda, un recordatorio a Washington de que los saudíes están dispuestos a explorar otras opciones geopolíticas si Estados Unidos se pone difícil en respuesta al asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Sin embargo, también fue indicativo de una tendencia más amplia que está reconfigurando la política mundial.
Día tras día, se hace cada vez más evidente que una línea divisoria central –quizás la más importante– en los asuntos mundiales es la lucha entre las formas de gobierno liberales y antiliberales. 
Y mientras esto sucede, los alineamientos geopolíticos están cambiando de manera sutil pero trascendental. En particular, los lazos entre EE.UU. y muchos de sus aliados autoritarios se están debilitando, ya que esos países descubren que tienen menos en común ideológicamente con EE.UU. que con sus rivales revisionistas.
Durante décadas, sin duda EE.UU. ha trabajado estrechamente con dictadores amigos por necesidad geopolítica. Durante la Guerra Fría, no fue fácil contener a la Unión Soviética sin la cooperación de autócratas estratégicamente ubicados en Turquía, Arabia Saudita, Corea del Sur, Filipinas y muchos otros países. 
Sin embargo, el pegamento geopolítico en estas relaciones siempre se vio reforzado por una capa de adhesivo ideológico.
Cualesquiera que fueran sus diferencias en la forma en que manejaban su política interna, Washington y sus aliados autoritarios compartían una afinidad ideológica básica arraigada en un intenso anticomunismo. El vasto abismo entre el comunismo soviético y el autoritarismo de derecha, además, significaba que había muy pocas posibilidades de que un dictador amigo cambiara de bando en la Guerra Fría. 
La dictadura argentina puede haber coqueteado con la Unión Soviética a fines de la década de 1970, en un momento en que el gobierno de Jimmy Carter estaba arrojando luz sobre las violaciones de los derechos humanos de esa junta. Pero nunca hubo una posibilidad real de que uno de los gobiernos más virulentamente anticomunistas del mundo se fuera a meter de lleno en la cama con el líder del comunismo global.
Hoy en día, la situación no es tan simple. El anticomunismo perdió su valor cuando terminó la Guerra Fría, la Unión Soviética se derrumbó y China pasó de ser una autocracia comunista a una autocracia capitalista. Como resultado, las diferencias ideológicas entre los aliados autoritarios de EE.UU. y algunos de sus principales rivales ya no son tan marcadas.
Lo que Mohammad bin Salman, el egipcio Abdel-Fatteh El-Sisi, el húngaro Viktor Orban, el turco Recep Tayyip Erdogan y el filipino Rodrigo Duterte tienen en común –además de ser aliados de EE.UU.– es que dirigen sistemas políticos basados en la corrupción, la coerción y/o otros enfoques autocráticos. 
Creen que la disidencia abierta y el debate, la protección de los derechos de las minorías y las restricciones a la autoridad gubernamental debilitarían las políticas antiliberales que tratan de construir y que amenazarían su propio poder personal. 
En este sentido, estos "buenos" autoritarios no son tan diferentes de los "malos" autoritarios como Putin y Xi Jinping. Como mínimo, todos ellos caen en el mismo lado del debate sobre si las sociedades modernas deben ser libres y abiertas o cerradas y controladas desde arriba.
Dado que hay pocas cuestiones de política exterior más importantes que la creación de un entorno en el que pueda florecer el propio sistema nacional, y dado que los pájaros del mismo plumaje vuelan juntos, es natural que esta convergencia ideológica tenga efectos geopolíticos reales.
En el Medio Oriente, Rusia no está simplemente desarrollando su asociación con el enemigo jurado de EE.UU.: Irán. También está haciendo avances con los socios estadounidenses Arabia Saudita, Egipto e incluso Jordania, basándose en la percepción de esos países de que el régimen autoritario de Putin puede actuar de manera decisiva en apoyo de sus amigos y evitar que el estilo estadounidense se inmiscuya en su política interna. 
Orban dirige un país que pertenece a la OTAN, pero tiene una relación de amistad con Putin y su gobierno y es generalmente percibido como completamente comprometido en asuntos relacionados con Rusia.
Turquía también es miembro de la OTAN, pero Erdogan ha cultivado cada vez más a Rusia como socio y contrapeso de EE.UU., en parte en respuesta a temores exagerados de que EE.UU. esté aliándose con los enemigos internos de su régimen. El gobierno turco incluso compró sistemas antiaéreos avanzados S-400 rusos, y se jactó de su capacidad para derribar aviones estadounidenses.
En Filipinas, Duterte ha intentado acercar su país tanto a China como a Rusia, no sólo con fines geopolíticos, sino también por su simpatía hacia sus compañeros dictadores. Como dijo en 2016, su objetivo era posicionar a Manila en el "flujo ideológico" de Pekín. 
Finalmente, Arabia Saudita y otros aliados autoritarios de EE.UU. han cooperado con los esfuerzos de Rusia y China para debilitar las normas internacionales de derechos humanos en las Naciones Unidas y otros foros. En cada vez más casos, la colaboración autoritaria está cruzando las líneas geopolíticas tradicionales.
Es importante no exagerar este fenómeno; las asociaciones de EE.UU. con estos países no están a punto de colapsar. Turquía no dará su total apoyo a Rusia, porque todavía necesita a EE.UU. como contrapeso del expansionismo de Moscú en el Mar Negro. Arabia Saudita todavía depende en gran medida de EE.UU. como socio antiterrorista y para controlar la influencia iraní.
También hay algunas excepciones obvias a esta tendencia. Vietnam reprime a fondo la disidencia, pero se está acercando a EE.UU. por miedo a China. Polonia es una democracia en retroceso, pero un socio sólido en Europa del Este. 
Sin embargo, en términos generales, a medida que crece la distancia ideológica entre EE.UU. y sus aliados autoritarios, y que se estrecha el vínculo entre esos aliados y las potencias revisionistas, habrá consecuencias estratégicas.
Putin lo entiende perfectamente: es una de las razones por las que financia a políticos y socios antiliberales en toda Europa. También es una de las razones por las que tanto Rusia como China están trabajando para fortalecer el autoritarismo y debilitar la democracia en países de todo el mundo.
Entonces, ¿cómo debería responder EE.UU.? Una estrategia sería purgar las consideraciones ideológicas de la política exterior de EE.UU. Washington podría dejar de hablar de abusos a los derechos humanos por parte de dictadores amigos; podría definir sus relaciones de acuerdo únicamente con la lógica de la balanza de poder. Este parece ser el enfoque básico del presidente Trump con respecto a la geopolítica. 
Sin embargo, aunque este enfoque probablemente aliviará las tensiones actuales con Arabia Saudita, Turquía y otros países de su calaña, también agravará las presiones globales sobre la democracia y socavará la idea de que la política de EE.UU. representa algo más que simple pragmatismo político.
Un segundo enfoque sería aceptar el desafío ideológico. EE.UU. podría mejorar sus relaciones con las democracias liberales, reparando las alianzas básicas que Trump ha dañado y cultivando lazos más estrechos con potencias democráticas desde Colombia hasta India e Indonesia. 
Podría redoblar las inversiones para proteger la democracia allí donde está en peligro y promoverla –en países como Malasia– donde se están llevando a cabo procesos de liberalización. 
Podría empujar a sus aliados autoritarios a ser modestamente más respetuosos de los derechos humanos y las libertades políticas, utilizando palancas como la restricción de la venta de armas o la interrupción de los ejercicios militares. 
Como mínimo, dejaría claro que sus relaciones con esos aliados son más transaccionales y menos especiales que las que tiene con sus colegas democráticos.
En el corto plazo, este último enfoque podría agitar aún más las aguas turbulentas en las relaciones de EE.UU. con algunos de sus amigos autocráticos. Pero tendría el considerable beneficio de reconocer que, en una época en la que el liberalismo y el antiliberalismo están cada vez más en conflicto, EE.UU. está bajo la presión de defender sus intereses sin defender también sus ideales.



(*) Periodista estadounidense

jueves, 12 de septiembre de 2013

Discrepo, lo peor está por llegar / Juan Laborda *

La profunda crisis sistémica que atraviesa, en líneas generales, la inmensa mayoría de los países occidentales ha servido de excusa para que las mismas élites político-financieras que la generaron sometan a la ciudadanía al mayor empobrecimiento de los últimos setenta años. La evidencia empírica reciente, que detallaremos, es demoledora. Ello supone una salida en falso de la crisis, de manera que no solo no habrá una recuperación económica sostenible sino que la dinámica de la actual recesión se agudizará en los siguientes trimestres y el colapso a nivel económico, financiero y social de Occidente será total.

Por eso, palabras como las del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, además de hilarantes provocan, siendo muy comedidos, repulsión. Como también son más que discutibles las previsiones de todas aquellas instituciones que de manera adaptativa van actualizando sus expectativas sin que al final olieran, por ejemplo, la doble recesión en la que entró nuestro país en la segunda mitad de 2011. Como tampoco se enteran de la que se está montando.

La concentración de renta anticipa una Gran Depresión
En su momento presentamos el estudio realizado por el profesor de finanzas la Universidad de Chicago Amir Sufi para Estados Unidos sobre la distribución del dolor económico de la crisis actual según niveles de renta. Las cifras hasta 2010 no dejaban lugar a dudas. Para los hogares más pobres y para las clases medias, la crisis económica borró 20 años de acumulación de patrimonio neto. En cambio, el descenso para los más ricos fue apenas marginal.

Los resultados de otro estudio, con datos actualizados hasta 2012, realizado por los profesores Emmanuel Saez y Thomas Piketty de la Universidad de Berkeley y de la Paris School of Economics, respectivamente, aún son más demoledores. Todo se resume en el impactante gráfico adjunto. El 10% de las personas de mayor renta se llevó más de la mitad de los ingresos totales del país en 2012, el nivel más alto registrado desde que el Gobierno estadounidense comenzó a recopilar los datos pertinentes hace un siglo. El 1% más rico se llevó la quinta parte de los ingresos obtenidos por los estadounidenses, uno de los más altos niveles en el registro desde 1913, cuando el Gobierno instituyó un impuesto sobre la renta.

Las cifras ponen de manifiesto que Estados Unidos, Occidente en general, y muy especialmente nuestra querida España, se encuentran inmersos en lo que de manera sarcástica los escritores Mark Twain y Charles Dudley denominaron “The Gilded Age”, una aparente nueva Edad de Oro que en realidad ocultaba profundos problemas sociales que al final acabarían estallando. En el momento actual la concentración de rentas es exactamente igual a los años que precedieron a la Gran Depresión.

No es extraño, por lo tanto, que algunos de los más ricos se sientan exultantes. El colapso causado por el fraude bancario generalizado apenas les ha afectado, en tanto que ha acabado con la mayor parte de lo acumulado durante los años de crecimiento por las clases medias y bajas.

Esta situación ha sido en gran medida el resultado de las decisiones políticas y fiscales que han sido realizadas por los gobiernos occidentales en los últimos veinte años, en los que se fomentó una economía financieramente depredadora. Las burbujas financieras son a menudo mecanismos de transferencia de riqueza, y en nuestro país, además, responsables de un empobrecimiento generalizado, cuando finalmente acaban estallando.

Desigualdad, rescates bancarios y política monetaria
A diferencia de la mayoría de los ciudadanos, la élite bancaria y financiera tiene la mayor parte de su riqueza financiera en activos de deuda y derivados de todo tipo, que se evaporarían si se dejasen caer a los bancos. Si se reestructurara el sistema bancario y se redujera su tamaño acorde con la economía real, serían los más ricos y poderosos los grandes perdedores. Obviamente ni lo han tolerado ni lo tolerarán. En su lugar, diseñaron una estructura de ahorro para la economía en la que su riqueza se mantiene, así como las instituciones que la controlan, y lo han hecho a nuestra costa.

Para ello iniciaron una nueva huida hacia adelante a través de las expansiones cuantitativas de los Bancos Centrales que se han convertido en la nueva centrifugadora del riesgo de mercado. En el momento actual la inmensa mayoría de activos de riesgo están sobrevalorados. Sin embargo estas burbujas están a punto de estallar, lo que llevará a la mayor caída coordinada de precios de activos de riesgo de la historia. Y les aseguro que si eso ocurre la burbuja inmobiliaria será un juego de niños.

Esto mismo está pasando en nuestra querida España. Mientras que se rescata con dinero público a una casta financiera y política quebrada, se somete a la ciudadanía al mayor empobrecimiento de los últimos cuarenta años. La única razón por la que nuestros gobernantes insistieron en el rescate de los bancos es que al hacerlo los ricos y los poderosos simplemente se rescatan a sí mismos y garantizan la continuidad de un sistema que les conviene perfectamente. Sin embargo, no solo es el egoísmo, hay algo más, detrás se oculta toda una teoría de legitimación para confundir a los críticos y adormecer a los incautos.

(*) Economista y estratega jefe de varias entidades financieras

domingo, 27 de enero de 2013

El desplome de Alemania confirma que Europa navega por aguas turbulentas / Marco Antonio Moreno

Mientras la eurozona navega en las aguas turbulentas de la deuda y los planes de austeridad la llevan a hacer agua por los cuatro costados, la economía se hunde en un estancamiento que amenaza con llevar a Europa a una década perdida. Pese a que las bolsas aún festinan el plan de Mario Draghi y la promesa del dinero barato, se sabe que esta cuerda no se puede estirar por mucho tiempo. La inversión y el consumo se han desplomado y esto no da ninguna alternativa real para el alivio del desempleo, el gran cáncer de Europa, cuya metástasis se ha imbricado hasta la misma locomotora alemana que en el último trimestre de 2012 sufrió un significativo deterioro.

El PIB de Alemania se contrajo en -0,5 por ciento en los últimos tres meses del año pasado producto de la fuerte reducción de sus exportaciones a sus vecinos europeos. Con esto la expansión de su PIB anual se ubicó en el 0,7 por ciento muy por debajo de las expectativas y lejos del 3 por ciento alcanzado en 2011. Por eso El país tituló ayer Alemania también sufre, confirmando lo que señalamos hace año y medio cuando indicábamos que Alemania no está inmune a la crisis. Una economía que vive del consumo de sus vecinos no puede evitar el impacto si el desplome de estos se acentúa. Es lo que ha ocurrido.

La debilidad del consumo que sufren varios países europeos está golpeando con fuerza a Alemania y esto está demoliendo la inversión. Para todos los países de la UE la inversión anual declinó en más de 350 mil millones de euros entre 2007 y 2011, un declive superior en 20 veces a la caída del consumo privado y en cuatro veces la caída del conjunto total de la economía europea. Dado que el consumo e inversión son dos aspectos que se retroalimentan, una prolongada caída de la demanda, como la que ha sido potenciada con los planes de austeridad, no hace más que ahuyentar la inversión. Es decir, incrementar el deterioro.

Por eso que en Europa todos los pronósticos de crecimiento se han corregido a la baja y mientras no exista un cambio de giro que revierta el daño propagado por el austerismo no habrá ninguna luz de salida. La situación es grave porque no se trata de dar pie atrás a todos los recortes ya programados. La desaceleración está en marcha y el despliegue de los bancos centrales con sus inyecciones de liquidez no impulsa el crecimiento dado que el dinero no fluye hacia la economía productiva. Conociendo el nivel de abuso, codicia y corrupción destapado en las últimas semanas, el problema más grave que se enfrenta ahora es la confianza. Y eso no es algo que se recupere de la noche a la mañana.

El desplome del crecimiento amenaza con prolongar el desempleo y propagar la oleada recesiva que contraerá aún más la demanda y el consumo. Los planes de austeridad y los precipitados recortes obligados por la Troika han sido un fracaso en toda la linea. Un fracaso que no sólo está generando una caída en el nivel de vida de muchos ciudadanos europeos sino que también una década sombría y un futuro incierto. Europa navega por aguas turbulentas que se hacen aún más convulsionadas con el fraude generalizado y la corrupción masiva de sus líderes.

Hay alternativas, incluso dentro del euro / Juan Torres *

La situación en la que se encuentra la economía española y la de otros países de la Eurozona es dramática. Se mire por donde se mire, permanecer en las condiciones en las que estamos no puede llevarnos sino a un desastre de consecuencias imprevisibles. 

No se trata de ser catastrofistas sino de contemplar con realismo lo que está sucediendo y de anticipar lo que es previsible que venga detrás, a la vista de lo que ya ha ocurrido en otros países que pasaron por circunstancias parecidas a las nuestras.

Permanecer sin más en el euro y aplicar las políticas de austeridad va a destruir la actividad productiva y a poner en las nubes la cifra de parados. Nos hundirá en la depresión durante años y hará que se vaya acumulando un volumen de deuda insoportable que imposibilitará cualquier tipo de cambio en el futuro inmediato. Seguir como estamos, simplemente aguantar el chaparrón, es suicida y, a mi modo de ver, la peor política posible.

La impresión generalizada es que no hay alternativas a las imposiciones de Europa, que no queda más remedio que obedecer lo que dice la señora Merkel y aplicar sin rechistar lo que impone la Troika, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Es cierto que nuestra pertenencia a la Unión Monetaria supone un corsé agobiante teniendo en cuenta la forma tan inadecuada en que conformó en su día. Y tan apretado que, a estas alturas, sería muy difícil salir de él sin tener que soportar un trauma social extraordinario (de hecho, ni siquiera está formalmente contemplado que un país abandone el euro) y costes económicos muy grandes. 

Pero, incluso en el marco de ese estrecho corsé, hay posibilidades alternativas y caminos diferentes a los que estamos siguiendo en España bajo el gobierno del Partido Socialista primero y ahora del Partido Popular.

No me refiero aquí a políticas concretas o sectoriales, de las que me ocupé junto a Vicenç Navarro y Alberto Garzón en nuestro libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, sino a los grandes escenarios en las que podría ser posible afrontar la parálisis económica en la que estamos como consecuencia, sobre todo, del incremento de la deuda soberana y de la falta de demanda y financiación que nos agobia.

En este sentido más general también hay alternativas diversas, de diferente naturaleza y efectos, que incluso son compatibles con la pertenencia al euro. Me he ocupado de alguna de ellas en los últimos artículos que vengo escribiendo, que pueden encontrarse en mi web (http://www.juantorreslopez.com), y ahora me voy a limitar a mencionar las cinco que señalaba Ellen Brown hace unos meses refiriéndose al caso griego (Greece and the euro: fifty ways to leave your lover) y que creo que son perfectamente extrapolables a nuestro país.

Una primera sería la emisión por parte del Banco de España de una moneda complementaria al euro. Sería una moneda de curso legal electrónica, cerrada, es decir, no convertible en otras divisas y utilizada como sustitutiva del euro pero solo en los intercambios nacionales. Aunque su puesta en marcha presenta lógicas dificultades técnicas y legales, que son comprensibles y evitables sin demasiados problemas, tendría grandes ventajas porque permitiría reducir el déficit comercial, bajar la necesidad de financiación y su coste, y propiciar una rápida recuperación de la liquidez interna para dinamizar la actividad empresarial y el consumo.

Otra segunda vía sería que el propio Banco de España fuese el que emitiese euros para financiar sin apenas coste al Estado y evitar así que éste tenga que pagar unos intereses tan elevados como los que han provocado el gran incremento de la deuda en los últimos años. Puede parecer una posibilidad estrambótica pero lo cierto es que lo permite la normativa que regula el funcionamiento del BCE y del Sistema Europeo de Bancos Centrales, y que ya se ha utilizado en Irlanda. Si allí se permitió para salvar a los bancos privados lo complicado sería justificar que no se haya permitido para salvar a los países enteros. 

La tercera es una vía que si no ha sido utilizada ya es porque los gobiernos actúan o con una torpeza gigantesca o con una enorme complicidad con los intereses privados más poderosos. Como es sabido, el Banco Central Europeo tiene prohibido financiar a los gobiernos y eso es lo que ha obligado a estos últimos a endeudarse a altos tipos de interés en lugar de haberlo hecho sin apenas coste (España ha debido pagar en concepto de intereses unos 350.000 millones de euros de 1995 a 2011). Pero el artículo 123.1 del Tratado de Lisboa sí le permite financiar a las entidades de crédito públicas, de modo que si se hubieran nacionalizado bancos o cajas de ahorros podrían recurrir a la liquidez que proporciona el BCE sin apenas coste (actualmente al 0,75%) y utilizarla, a diferencia de lo que están haciendo los bancos privados que la reciben a manos llenas, para proporcionar crédito a las empresas y consumidores.

El argumento que se da para no adoptar estas dos vías anteriores es que provocarían inflación. Pero eso no tiene fundamento. Si esa medida va acompañada de un plan efectivo de recuperación económica no cabe temer que produzca alza de precios y, en todo caso, no tiene por qué tener un efecto inflacionista mayor que el que puede provocar el extraordinario incremento de la base monetaria que se ha generado inyectando liquidez a los bancos privados.

La cuarta vía que propone Ellen Brown la hemos defendido también otros muchos economistas y organizaciones sociales: un impuesto sobre las transacciones financieras. Algunos cálculos, como el del investigador Simon Thorpe a partir de los datos del Banco Central Europeo cifran el volumen total de transacciones financieras en Europa entendidas en el más amplio sentido en 1.600 billones de euros (Total Eurozone Transactions in 2011: € 1.6 quadrillion) lo que da idea de la inmensa cantidad de recursos que se podría obtener (además de otros efectos positivos de la medida) si se aplicase incluso un impuesto moderado del 0,3 ó 0,5%. 

Cualquiera de estas medidas o su combinación permitiría abordar y solucionar los problemas que padecemos con mayor eficacia y desde luego con mucha más justicia. El mencionado Simon Thorpe pone el ejemplo de Grecia y señala que si allí se crease una banca pública y esta recibiera prestado del Banco Central Europeo al 1% el dinero suficiente para comprar la deuda griega, podría amortizar ese préstamo en diez  años solo con el rendimiento de un modesto impuesto del 0,3% sobre las transacciones financieras. Es decir, sin necesidad de recurrir a los dramáticos recortes y sacrificios que se le están imponiendo a su población.

Finalmente, Ellen Brown indica que los pueblos también tienen como alternativa, y como derecho, el repudio de una deuda que es verdaderamente odiosa si se tiene en cuenta que en gran parte es el resultado de manipulaciones en los mercados o, simplemente, de no haber tomado medidas como las que acabo de señalar y de las que ni siquiera  nadie puede decir que sean contrarias a lo establecido en las normas que regulan la unión monetaria. 
Es precisamente el hecho de que no se hayan tomado para evitar fácilmente el sufrimiento de la población y la ruina de las economías lo que demuestra que las políticas que se vienen imponiendo no se aplican porque sean irremediables o no tengan alternativas sino porque lo que se desea es favorecer con ellas a los grandes poderes financieros y empresariales. Así lo demuestra el resultado distributivo tan desigual que vienen produciendo. Y de ahí, justamente, el carácter inmoral, odioso y repudiable de la deuda que generan.

Hay, pues, alternativas, no diré abundantes pero sí suficientes, que si se pusieran en marcha podrían evitar los daños que están causando las políticas actuales de austeridad y recortes de derechos. 

Nadie afirma que los caminos alternativos sean de fácil factura o que su implementación esté exenta de riesgos y dificultades pero lo cierto es que están a nuestro alcance. Es mentira que no los haya y que solo se pueda hacer lo que dictan los de arriba por boca de la señora Merkel. Se podrían poner en marcha si hubiese voluntad política y eso demuestra una vez más que los problemas económicos no tienen soluciones técnicas y neutras sino políticas que tienen más bien que ver con el poder y con la democracia realmente existente. 

(*) Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla

sábado, 22 de diciembre de 2012

Suiza, la caja fuerte del mundo / Susana Burgos

Los suizos votan en enero si quieren una legislación más transparente sobre el secreto bancario que ha permitido la ocultación de auténticas fortunas a los fiscos desde la Primera Guerra Mundial. 

Sucedía el pasado agosto. La Embajada suiza en Washington se ponía en contacto con el equipo de campaña de Obama para quejarse por la difusión de un vídeo donde una presunta cantante de nombre Miss Cuenta Suiza ponía de vuelta y media al candidato republicano, Mitt Romney, por negarse a desvelar sus declaraciones de la renta anteriores a 2010. Expresaba el país de los Alpes su irritación por ser considerado un paraíso fiscal si acaso no hubiera seguido funcionando como tal desde que la OCDE aceptara sacarle de la lista negra allá por septiembre de 2009. Fue la presión del 

Los 137 millones depositados en Ginebra por Artur Mas y Jordi Pujol, según el informe policial que puso patas arriba la reciente campaña electoral en Cataluña, no serían más que un ejemplo insignificante. Por mucho que la Embajada suiza en Madrid haya recibido desde entonces “cientos de llamadas de periodistas españoles interesándose por el caso y por las particularidades de nuestra legislación, aunque nosotros no debamos hacer más que remitirles al Ministerio de Asuntos Exteriores”, explica a ÉPOCA una portavoz de la legación.El mejor país para nacer
  • La cuestión es que los suizos votan en enero si desean una normativa más transparente en lo que al sacrosanto secreto bancario respecta. Los partidarios del sí defienden que la tendencia es imparable, pues, aunque se puedan continuar abriendo cuentas anónimas numeradas en sus bancos, el país no ha parado de perder interés para los defraudadores en los últimos tiempos. He ahí lo que aseguran los bufetes que han tomado parte activa en la amnistía fiscal de Montoro que se cerró a principios de diciembre: “Como las entidades financieras suizas están hartas de líos, algunas han empezado a exigir a los clientes españoles que presenten justificantes de que están al corriente de pago con Hacienda”.

    Empero resulta probable que los defensores del no acaben siendo mayoría desde la convicción de que cualquier cambio sería a peor, ya que el PIB per cápita de Suiza (67.384 dólares) es el séptimo del mundo y en eso tiene mucho que ver el hecho de que allí se deposite un tercio de la riqueza privada del planeta. En cuanto a la crisis financiera internacional, el país es ahora más fuerte en términos reales que cuando estalló, a decir de Standard and Poor’s. El pasado junio su PIB era un 8% superior al de 2007, cuando la zona euro se da con un canto en los dientes por haber limitado la contracción al 0,4%. Así que no sorprende que Suiza encabece el ranking de la revista The Economist sobre el mejor lugar del mundo para nacer en 2013. 

    En esta lista, en la que España ocupa el puesto número 28 de un total de 80, el país de Jean-Jacques Rousseau obtiene un sobresaliente 8,22 sobre 10 puntos. “Más allá de estadísticas, aquí se vive realmente bien porque se da mucha importancia a la calidad de vida; se invierte en ello hasta el punto de que hablar del Estado del bienestar en Suiza es quedarse muy corto”, explica a este dominical Raimundo Carrasco, un gaditano que emigró a Berna en la década de los 60 y que en la actualidad regenta una floristería en la turística Yverdon-les-Bains.

     “Siempre he pensado que terminaría mis días en España pero ahora sería estúpido volver. Mi mujer, que encima es gallega, siempre ha sentido una morriña espantosa, pero hoy por hoy se conforma con hacer de anfitriona de los jóvenes españoles que vienen a trabajar”.

    Y son muchos los que escogen Suiza. Por la inmediatez con que se puede encontrar un empleo si no se es demasiado exigente y por sus cuatro idiomas oficiales: el alemán, el francés, el italiano más el romanche, que es una lengua romance que apenas se habla en el cantón de Grisones. Hace algunas semanas, un grupo de emigrantes españoles en Suiza remitía una carta al Congreso de los Diputados pidiendo que analice por qué los españoles se van a otros países, después de que la responsable de Inmigración, Marina del Corral, hablara del “impulso aventurero” en los trabajadores que se marchan. Una controversia un tanto sacada de quicio pero que ocasionó cierto ruido mediático.

    Trabajo vs. Dignidad
    Uno de los síntomas de que la crisis europea de deuda apenas ha rozado Suiza –aunque las exportaciones sí se estén resintiendo– bien puede ser la extravagante iniciativa Por una renta básica incondicional publicada recientemente en el boletín federal. La defiende un grupo de políticos, economistas y personalidades del mundo de la cultura encabezados por el ex canciller Oswald Sigg. Demandan que todos los suizos sin excepción reciban del Estado un mínimo de 2.500 francos (2.000 euros) mensuales con el objetivo de que el trabajo deje de ser su principal fuente de ingresos. 

    De esa manera trabajar se convertiría en un complemento al salario y sólo tendrían una vida laboral quienes ambicionaran rentas altas. La provocación (que para la mentalidad helvética no es tal, pues allí la elección entre trabajo y dignidad es un debate recurrente) llevó a Sigg a afirmar hace poco en el diario Le Temps que “sin tener que ganar dinero para comer todo el mundo podría dedicarse a lo que realmente quiere”. ¿Y cómo conseguirlo? Pues subiendo el IVA y los impuestos a los ricos, lo que, según Stéphane Rossini, presidente de la Comisión para la Seguridad Social y Salud Pública, “coloca claramente la iniciativa en el territorio de una mera hipótesis”.

    Con más visos de prosperar que la anterior, los sindicatos también presentaban hace algunos meses una propuesta para subir el salario mínimo a 4.000 francos al mes, unos 3.300 euros al cambio. En su opinión, es un escándalo que “el 10% de las personas que trabajan a tiempo completo reciban un sueldo inferior a esa cantidad que a todas luces resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas”. 

    Cabe preguntarse qué pensarán estos señores del mileurismo tan extendido por nuestros pagos. (Y no vale apelar al consuelo de la mayor presión fiscal porque aquí tampoco vamos tan mal servidos de impuestos...). La cuestión es que a los suizos ni se les pasa por la cabeza pertenecer a la UE. El 6 de diciembre de 1992, el 50,3% de la población rechazaba el ingreso en el Espacio Económico Europeo. La participación alcanzó el 78,7%, todo un récord en un país donde los ciudadanos están llamados a las urnas cuatro veces al año, aunque rara vez acudan más de la mitad. Dos décadas después, si hoy se volviera a votar, el resultado sería un no mucho más rotundo. Mejor ni intentarlo.

    La revista Bilan publica periódicamente el ranking de las 300 mayores fortunas de Suiza valoradas en un total de 560.000 millones de dólares, la mitad de nuestra riqueza nacional. En la última edición aparecen tres españoles: Daniel Maté, veterano directivo del gigante de materias primas Glencore fusionado ahora con Xstrata; Ricardo Portabella Peralta, con numerosas participaciones en sociedades inmobiliarias, de energía y capital riesgo de todo el mundo; y Carmen Thyssen-Bornemisza, con un patrimonio estimado entre los 1.500 y los 2.000 millones de dólares.

     Se ensañan los autores de la lista con la baronesa, por cierto, porque “ha querido hacer creer al mundo entero que estaba en una situación de necesidad y que esa era la razón para ofrecer en subasta una de las obras maestras de su colección privada, La Esclusa de John Constable […]. La suma de la venta en la casa Sotheby’s de Londres, 28 millones de euros, debería ser suficiente para que la antigua Miss España pueda mantener su tren de vida durante unos meses”.

    Sea como sea, Tita queda en el ranking a años luz de quien lo encabeza con 40.000 millones de dólares: el sueco Ingvar Kamprad, propietario de IKEA. Le sigue, con 18.000 millones, el suizo-brasileño Jorge Lemann, poseedor del 15% del capital de Anheuser-Busch InvBEV, el mayor fabricante de cervezas del mundo y reciente comprador de Burger King. Y en tercer lugar figura la familia Hoffmann y Oeri, accionista mayoritaria de la farmacéutica Roche, con una fortuna de entre 16.000 y 17.000 millones de dólares.

    Todos ellos han sabido capear la crisis económica internacional logrando conservar cuando no incrementar su patrimonio. En este sentido, el caso más espectacular es el de Karim Aga Khan, jefe espiritual de los ismaelíes chiitas. Su fortuna se ha multiplicado por cuatro en sólo un año’. 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Atando cabos/ Pedro Olalla *

En los casi tres años de "crisis" y "rescates" en Grecia, las únicas "medidas" que han conseguido realmente su "objetivo" son las encaminadas desde el primer momento a abaratar el mercado de trabajo, a desmantelar los servicios públicos, a hacer retroceder las conquistas sociales, a debilitar las estructuras democráticas y a favorecer el trasvase de los bienes comunes a manos privadas. No es ironía, es la triste realidad: es la evidencia de que todas las acciones de quienes hoy gestionan esta "crisis" no van encaminadas a ponerle fin sino a sacar de ella el máximo provecho en beneficio propio.

El resultado está siendo el expolio incesante e impune de un pueblo y un país en nombre de una controvertida "deuda": en lo laboral –rebajando salarios y derechos y haciendo galopar el paro y la precariedad–, se ha conseguido ya que el "mercado" esté lleno de gente dispuesta a hacer cualquier cosa por un bocadillo; los servicios públicos –dinamitados premeditadamente por el clientelismo político y por una administración irresponsable– corren ahora a manos de corporaciones privadas ávidas de hacerse con su prometedora gestión; la pérdida de conquistas sociales arroja cotidianamente imágenes de despedidos sin derecho al subsidio, de jubilados hurgando en la basura, de hospitales sin gasas, de farmacias sin medicamentos y de desesperados quitándose la vida; la Democracia ha presenciado miles de movilizaciones en su nombre sofocadas con armas químicas y abultados dispositivos de represión antidisturbios, ha conocido un presidente de gobierno impuesto por los acreedores, está representada por diputados que no se atreven a circular entre los ciudadanos, y asiste cada día a un parlamento donde los "compromisos internacionales" marcan la pauta de gobierno por encima y en contra de los derechos y las necesidades del pueblo y faltando a los principios constitucionales; y, por último, el trasvase de bienes comunes a manos privadas sigue implacablemente su curso, orquestado desde el "Fondo Helénico de Desarrollo de Activos", una sociedad anónima de derecho privado regida por tecnócratas del ámbito financiero y empresarial y encargada de ejecutar el mayor programa de privatizaciones que actualmente se realiza en el mundo.

Como telón de fondo, un informe titulado "Cretan Gas Fields – Α new perspective for Greece's hydrocarbon resources", elaborado por reconocidos expertos para el banco de inversión Pytheas, presenta evidencias científicas que apuntan a la existencia de enormes yacimientos de hidrocarbonos en aguas del sur de Creta. 

Según Petroleum Geo-Services, compañía noruega líder en la investigación de mercados petrolíferos, la cuenca del sur de Creta "es equivalente" a la llamada "Cuenca Levantina", la cual, de acuerdo con los datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), contiene al menos 3,45 billones de m3 de gas natural y 1.700 millones de barriles de crudo. Sobre el tema de estas prometedoras reservas energéticas en territorio europeo pesa un discreto silencio, aunque, a finales del pasado mes de noviembre, el Deutsche Bank evaluaba la posibilidad de que las deudas de Grecia fueran cubiertas con los beneficios de las futuras extracciones.

¿A quién irá a parar esta riqueza? ¿Podrá un país vendido a sus acreedores mantenerla como su patrimonio? ¿No está siendo la deuda un arma de conquista y de sometimiento más poderosa que la propia guerra? A veces, una lectura de los hechos puede ser tan perfectamente coherente como perfectamente falsa. Ésta, de momento, parece coherente: ojalá los hechos lleguen a demostrar que es falsa.


(*) Pedro Olalla González de la Vega (Oviedo, España, 1966) es escritor, helenista, profesor, traductor, fotógrafo y cineasta