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viernes, 10 de octubre de 2014

Argentina cuenta con el nuevo apoyo del G-24 en el litigio con los fondos buitre

BUENOS AIRES.- Argentina tiene hoy más apoyo en el litigio creado por los fondos buitre y en su defensa a la reestructuración de la deuda, luego que el Grupo de los 24 (G-24) emitió una declaración de respaldo. 

El G-24, integrado por países emergentes, emitió en Washington la víspera un comunicado oficial en el cual manifestó su preocupación por el negativo impacto que puede tener en el sistema financiero internacional el fallo de la justicia estadounidense en el caso entre Argentina y los fondos buitre.

La nota advierte que esa sentencia incite al resto de los llamados "holdouts" y socave la arquitectura de préstamos y la resolución de deudas soberanas.

El G-24 se pronunció luego de escuchar al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien participó en la reunión.

Kicillof explicó el litigio desatado por el dictamen del juez neoyorquino Thomas Griesa que ordenó a Buenos Aires pagarle a los fondos buitre una suma usurera inmensa por bonos que adquirieron a precios viles en 2008 al desatarse la crisis financiera en Estados Unidos.

En otro fallo, el magistrado declaró a Argentina en desacato por no obedecer su anterior mandamiento y amenazó con multas.

Para el G-24, este caso puso "de relieve la importancia de establecer mecanismos más eficaces para resolver las crisis de la deuda soberana".

Los ministros de Economía y titulares de los bancos centrales de los países miembros del grupo intergubernamental de los 24 para asuntos monetarios internacionales y de desarrollo se reunieron en víspera de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Kicillof dijo a sus colegas del G-24 que si se impone el criterio del juez Griesa sobre la interpretación de la cláusula de condición igualitaria, conocida por el término pari passu, será imposible que en el futuro se puedan realizar reestructuraciones soberanas de deuda.

jueves, 7 de octubre de 2010

Los países emergentes necesitan mejor representación en el FMI

WASHINGTON.- Los países de economías emergentes necesitan una representación más equitativa en el Fondo Monetario Internacional y no pueden ser el único motor de la recuperación económica global, dijo el jueves un vocero del G24. 

"La legitimidad, relevancia y efectividad del FMI depende de forma crítica de cómo aborda el desbalance en representación", dijo en conferencia de prensa el ministro sudafricano de Finanzas Pravin Gordhan, quien explicó que la representación en el FMI de países emergentes debería subir cinco puntos porcentuales.
Gordhan, quien ejerce la primera vicepresidencia, explicó que el G24 propone un reacomodo de la composición de la junta directiva del FMI para que represente mejor a los países emergentes.

Los 187 países miembros del FMI están representados en 24 sillas en la junta directiva. Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Japón presiden escaños de manera permanente y los otros países se rotan la presidencia de los restantes 19 escaños. Europa ocupa nueve sillas.

Por otra parte, los países del G24 _ que incluyen a algunas economías relevantes para la economía global como Brasil, China, Sudáfrica e India _ están preocupados ante una creciente divergencia entre las tasas de interés de países avanzados y las de países en desarrollo.

Las bajas tasas de interés en los países desarrollados han provocado un mayor flujo de capitales a los países emergentes, lo que aumenta la presión en los tipos de cambio y encarece sus exportaciones.

El G24, creado en 1971 con el objetivo de concertar la posición de países en desarrollo en política monetaria y financiamiento del desarrollo, sesionó el jueves durante la reunión otoñal que el FMI celebra esta semana en la capital estadounidense. 

Sus 24 miembros incluyen a Argentina, Colombia, Guatemala, México, Perú, Trinidad y Tobago y Venezuela.

jueves, 22 de abril de 2010

El G-24 llama a reformar Banco Mundial y FMI para atender nuevas necesidades

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han dado pasos para ampliar la participación de los países emergentes, pero es necesario que esas naciones tengan el mismo peso que las desarrolladas para poder atender los desafíos económicos globales, señaló el jueves el G-24 en su comunicado final.

"Se trata de cómo podemos atender con una gobernanza mejor los desafíos que tenemos ahora", indicó Rogerio Studart, quien asistió a la rueda de prensa en nombre de Brasil, país que tiene la presidencia del grupo.

"Seguimos creyendo que la equidad entre las naciones desarrolladas y en desarrollo sería una vía mejor para atender los desafíos", agregó Studart.

El comunicado final de los ministros de Hacienda y gobernadores de bancos centrales hace un llamado a una "realineación sustancial" de las cuotas del FMI para darle un mayor peso a los países en desarrollo. En particular, que se transfiera un 7% de las cuotas relativas a los países avanzados a aquellos emergentes, pero protegiendo a las naciones de bajos ingresos.

Asimismo, piden al menos un 5% más en la participación accionaria del Banco Mundial, aunque el objetivo final es que el grupo tenga al menos un 50%.

En el 2008, las reformas del Banco Mundial otorgaron un 44% de participación accionaria a los países en desarrollo. Luego se acordó llevar esa proporción al 47%.

Amar Bhattacharya, secretario del G-24, dijo que tomando en cuenta que ahora los países en desarrollo están creciendo 2,5 veces más que los desarrollados y contribuyen cada vez más a mantener funcionando el Banco Mundial, deberían tener "más que paridad"

"Las instituciones financieras son más importantes que nunca", indicó Studart, quien dijo que los países en desarrollo deben atender desafíos de pobreza.

En su comunicado, el G-24 expresa "satisfacción" por la mejoría de la economía desde el último encuentro del grupo, pero destaca que aún son muchos los desafíos, como la restricción del crédito, las deudas soberanas, una gran alfuencia de capital, presiones inflacionarias y "burbujas" en el precio de los activos.

Aunque aplauden un incremento de la "supervisión multilateral", los ministros rechazaron una propuesta que buscaba usar las consultas del artículo IV del FMI para "determinar de manera anticipada si los países reúnen las condiciones necesarias para acceder a los servicios de carácter precautorio"

"Supervisión es supervisión", dijo Bhattacharya, al explicar que esto iría en detrimento de la independencia y eficacia del mecanismo.

Agregaron, además, que una reforma del Directorio Ejecutivo del FMI debería considera la posibilidad de que se agregue un director ejecutivo representante del Africa subsahariana.

También consideran que es "insuficiente" la ampliación de crédito propuesta para el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.

"Si hay mayores desafíos, ¿como puedes tener un banco del mismo tamaño?", preguntó Studart durante la rueda de prensa.

Apoyan asimismo que el FMI mejore las condiciones de la Línea de Crédito Flexible y advierten que el financiamiento del organismo internacional debe complementar en lugar de reemplazar la acumulación de reservas. Los funcionarios hicieron un llamado para que se cree un mecanismo similar a la LCF para los países pobres.

La LCF fue creada en marzo del 2009 para apoyar a los países afectados por las crisis económicas. Hace una semana, Colombia pidió una línea de crédito por 3.500 millones de dólares, menor que los 10.400 millones de dólares que había pedido antes.

Una vez más, el grupo pidió a las naciones avanzadas que eviten medidas proteccionistas, en particular sobre la agricultura, y que la elección de los máximos representantes del FMI y el BM se haga basada en sus méritos y no en sus nacionalidades.

Los ministros y gobernadores de los bancos centrales del G-24 --del que son miembros Argentina, Guatemala, Venezuela, Colombia, Brasil, México, Perú y Trinidad y Tobago entre otros-- acordaron volver a reunirse el 8 de octubre. El grupo se reunió antes de los encuentros del FMI y el Banco Mundial que se celebrarán este fin de semana.

sábado, 25 de abril de 2009

El G-24 teme que la recesión se ahonde en los países en desarrollo

WASHINGTON.- El Grupo de los Veinticuatro (G-24) expresó anoche en Washington su temor de que la actual crisis financiera internacional se "ahonde" y prolongue en los países en vías de desarrollo que, según advirtió, necesitarán el apoyo "urgente" y "sin precedentes" de los organismos financieros internacionales, y volvió a clamar contra las medidas proteccionistas.

"Estamos especialmente preocupados por el impacto de la crisis en los países más pobres y vulnerables, que afrontan el riesgo de que descienda la ayuda oficial al desarrollo", afirmó el G24, que agrupa a los países en vías de desarrollo, tras reunirse en Washington, en el marco de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional.

El grupo advirtió de que la crisis originada en los "mercados maduros" está teniendo un efecto "desproporcionado" en los países en desarrollo como la caída de los precios de las materias primas, una fuerte contracción de las exportaciones, la disminución de las remesas, flujos negativos de capital privado y una contracción del crédito en muchos países.

Por ello, volvieron a pedir que concluya "con prontitud" la Ronda de Doha, instaron a los países desarrollados a eliminar los subsidios que perjudican el sector agrícola y a las más pobres de los países en desarrollo, y a no caer en la tentación de adoptar medidas proteccionistas ni de comercio exterior, ni de inversiones, ni laborales.

Precisamente se ha dado conocer en España un estudio que revela que en el contexto de la actual crisis uno de cada cuatro ciudadanos ve bien que las empresas contraten a un compatriota antes que a un inmigrante aunque este último estuviese más cualificado para el puesto.

Tras reunirse con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, los miembros del G-24 enfatizaron que los países en vías de desarrollo necesitarán un apoyo "urgente" y "sin precedentes" por parte de las instituciones financieras internacionales para hacer frente a los efectos inmediatos y prolongados la crisis.

Por un lado, aplaudieron la reforma de los instrumentos de prevención y resolución de la crisis que permitirá al FMI responder con más flexibilidad y en la escala necesaria, y celebran las medidas propuestas para focalizar y racionalizar la condicionalidad de las ayudas, como la nueva línea de Crédito Flexible, del que piden que se ponga en marcha de forma imparcial.

En este punto, aunque los países en desarrollo aseguraron avalar la propuesta de triplicar los recursos disponibles para el crédito del FM -tras la pasada cumbre de Londres-, consideraron que no puede ser más que una solución "provisional" hasta la ampliación permanente de los recursos del organismo a través de un aumento general de las cuotas.

Además, reiteraron su llamamiento a que el FMI refuerce su función de supervisión a través de una supervisión "más imparcial y eficaz" de los mercados financieros, los flujos internacionales de capital y los países avanzados de importancia sistémica, y respaldaron la "pronta" revisión del papel del FMI en el sistema financiero internacional "a la luz de las lecciones de la crisis".

Respecto al BM, los países del G-24 -que volverán a reunirse el 3 de octubre en Estambul-aplaudieron la propuesta de ampliar los préstamos del organismo ya que creen que le corresponde jugar un papel crítico durante la crisis, respaldando políticas anticíclicas como las redes de protección social, el sustento de la infraestructura y la recapitulación de los bancos.

"Instamos al Banco Mundial a brindar un respaldo oportuno para contrarrestar los efectos inmediatos e impedir una crisis absoluta, y le pedimos que se abstenga de aplicar condiciones indebidas a los préstamos ampliados, y que no se apliquen aumentos en las políticas de precios de los préstamos", subrayaron.

En otro orden de cosas, volvieron a destacar la necesidad de corregir el "déficit democrático" de las instituciones de Bretton Woods y de realzar la voz y la representación de los países en desarrollo en las estructuras decisorias, como el únicos caminos para devolver la eficacia y legitimidad al FMI y el Banco Mundial.

Así, insistieron en la importancia de que las máximas autoridades de ambas instituciones sean seleccionadas por sus "méritos" y a través de un proceso "abierto" y "competitivo", haciendo caso omiso a la nacionalidad, y solicitaron una mayor diversidad de su personal en los niveles de gestión mediante una mejor representación de regiones "sumamente subrepresentadas".

Por último, recalcaron la importancia de una colaboración "estrecha" entre el FMI, el Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo para responder bien a la crisis, y respaldaron la idea de examinar oportunamente la idoneidad de la capitalización de los bancos regionales de desarrollo para que puedan ampliar y sustentar sus préstamos.

viernes, 24 de abril de 2009

El G-24 teme que la recesión se ahonde en los países en desarrollo y clama contra las medidas proteccionistas

WASHINGTON.- El Grupo de los Veinticuatro (G-24) expresó este viernes en Washington su temor de que la actual crisis financiera internacional se "ahonde" y prolongue en los países en vías de desarrollo que, según advirtió, necesitarán el apoyo "urgente" y "sin precedentes" de los organismos financieros internacionales, y volvió a clamar contra las medidas proteccionistas.

"Estamos especialmente preocupados por el impacto de la crisis en los países más pobres y vulnerables, que afrontan el riesgo de que descienda la ayuda oficial al desarrollo", afirmó el G-24, que agrupa a los países en vías de desarrollo, tras reunirse este viernes en Washington, en el marco de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional.

El grupo advirtió de que la crisis originada en los "mercados maduros" está teniendo un efecto "desproporcionado" en los países en desarrollo como la caída de los precios de las materias primas, una fuerte contracción de las exportaciones, la disminución de las remesas, flujos negativos de capital privado y una contracción del crédito en muchos países.

Por ello, volvieron a pedir que concluya "con prontitud" la Ronda de Doha, instaron a los países desarrollados a eliminar los subsidios que perjudican el sector agrícola y a las más pobres de los países en desarrollo, y a no caer en la tentación de adoptar medidas proteccionistas ni de comercio exterior, ni de inversiones, ni laborales.

Precisamente este viernes se ha dado conocer en España un estudio que revela que en el contexto de la actual crisis uno de cada cuatro ciudadanos ve bien que las empresas contraten a un compatriota antes que a un inmigrante aunque este último estuviese más cualificado para el puesto.

Tras reunirse con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, los miembros del G-24 enfatizaron que los países en vías de desarrollo necesitarán un apoyo "urgente" y "sin precedentes" por parte de las instituciones financieras internacionales para hacer frente a los efectos inmediatos y prolongados la crisis.

Por un lado, aplaudieron la reforma de los instrumentos de prevención y resolución de la crisis que permitirá al FMI responder con más flexibilidad y en la escala necesaria, y celebran las medidas propuestas para focalizar y racionalizar la condicionalidad de las ayudas, como la nueva línea de Crédito Flexible, del que piden que se ponga en marcha de forma imparcial.

En este punto, aunque los países en desarrollo aseguraron avalar la propuesta de triplicar los recursos disponibles para el crédito del FM -tras la pasada cumbre de Londres-, consideraron que no puede ser más que una solución "provisional" hasta la ampliación permanente de los recursos del organismo a través de un aumento general de las cuotas.

Además, reiteraron su llamamiento a que el FMI refuerce su función de supervisión a través de una supervisión "más imparcial y eficaz" de los mercados financieros, los flujos internacionales de capital y los países avanzados de importancia sistémica, y respaldaron la "pronta" revisión del papel del FMI en el sistema financiero internacional "a la luz de las lecciones de la crisis".

Respecto al BM, los países del G-24 -que volverán a reunirse el 3 de octubre en Estambul-aplaudieron la propuesta de ampliar los préstamos del organismo ya que creen que le corresponde jugar un papel crítico durante la crisis, respaldando políticas anticíclicas como las redes de protección social, el sustento de la infraestructura y la recapitulación de los bancos.

"Instamos al Banco Mundial a brindar un respaldo oportuno para contrarrestar los efectos inmediatos e impedir una crisis absoluta, y le pedimos que se abstenga de aplicar condiciones indebidas a los préstamos ampliados, y que no se apliquen aumentos en las políticas de precios de los préstamos", subrayaron.

En otro orden de cosas, volvieron a destacar la necesidad de corregir el "déficit democrático" de las instituciones de Bretton Woods y de realzar la voz y la representación de los países en desarrollo en las estructuras decisorias, como el únicos caminos para devolver la eficacia y legitimidad al FMI y el Banco Mundial.

Así, insistieron en la importancia de que las máximas autoridades de ambas instituciones sean seleccionadas por sus "méritos" y a través de un proceso "abierto" y "competitivo", haciendo caso omiso a la nacionalidad, y solicitaron una mayor diversidad de su personal en los niveles de gestión mediante una mejor representación de regiones "sumamente subrepresentadas".

Por último, recalcaron la importancia de una colaboración "estrecha" entre el FMI, el Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo para responder bien a la crisis, y respaldaron la idea de examinar oportunamente la idoneidad de la capitalización de los bancos regionales de desarrollo para que puedan ampliar y sustentar sus préstamos.