Mostrando entradas con la etiqueta Tipos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tipos. Mostrar todas las entradas

sábado, 23 de marzo de 2019

La curva de tipos se invierte por primera vez desde 2007 en EEUU y deja la puerta abierta a una nueva recesión

MADRID.- Uno de los momentos más temidos por los inversores ha llegado: la curva de tipos del bono del Tesoro de EEUU se ha invertido por primera vez desde 2007. Los bonos a corto plazo (un mes, tres meses, seis meses y un año) ofrecen más rentabilidad el bono del Tesoro a diez años. Históricamente, una vez que la rentabilidad del bono a un año supera a la del bono a 10 años se ha producido una recesión entre nueve y veinticinco meses después, según recuerda elEconomista.

El giro de la política monetaria de la Reserva Federal prometiendo "paciencia", poniendo fin a la reducción del balance  y descartando nuevas subidas de tipos para este año han dado la 'puntilla' a la curva de rendimientos, que ya venía aplanándose desde que la Fed iniciase en 2015 el ciclo de ajuste monetario con la primera subida de tipos tras la Gran Recesión. 
Todo ello se ha unido a los malos datos 'macro' publicados en la Eurozona y en EEUU, que dejan entrever que la desaceleración de la economía no ha terminado. Las bolsas del Viejo Continente han sido hoy víctimas de este temor con caídas que han superado el 1,5%.
La inversión de la curva entre el bono a tres meses y el bono a 10 años se ha producido por primera vez desde el 22 de marzo de 2007. No obstante, el diferencial entre el bono a dos años y el de diez (uno de los más fiables y seguidos por la Fed) aún sigue siendo positivo por doce puntos básicos para el bono de mayor plazo.
Esta forma de la curva (invertida) es poco habitual y se ha producido en momentos contados a lo largo de las últimas décadas. Como apunte extra, algunos expertos aseguran que a partir de ahora será más habitual ver una curva de tipos invertida por los cambios que han experimentado los factores que componen los rendimientos de los bonos.
En condiciones normales, la curva de tipos tiene una pendiente positiva en la que cada bono ofrece una rentabilidad superior a medida que aumenta su fecha de vencimiento. La explicación es lógica: grosso modo, no es lo mismo prestar dinero a alguien durante tres meses o un año que hacerlo con una promesa de devolución a diez o veinte años. La deuda o los bonos con vencimientos más largos suelen ofrecer un interés superior (prima a plazo), porque un mayor espacio de tiempo es sinónimo de incertidumbre.
En diez o veinte años pueden pasar muchas cosas, como un shock inflacionario que erosione el valor real del dinero prestado, que la empresa, estado o persona a la que se le ha prestado el dinero desaparezca o que los tipos se disparen. Esto último, es otro de los componentes que determinan el interés de un bono y se conoce como expectativas sobre los tipos. Sin embargo, en tres meses o un año la incertidumbre es inferior. 
Por todo ello, la curva de tipos comienza en la parte baja con las letras o pagares y va escalando hasta los bonos de mayor plazo. El riesgo y la incertidumbre se pagan con un mayor interés.
Su inversión asusta a los inversores y otros agentes porque es el mejor vaticinador de crisis futuras. Como destacan desde BBVA en un documento de trabajo sobre las posibilidades de recesión en EEUU, la crisis suele tardar en hacer su aparición entre 9 y 25 meses desde que el bono a un año y el bono a 10 años se invierten. 
No obstante, la inversión de la curva es una consecuencia, no la causa de la llegada de una recesión. Con EEUU creciendo alrededor del 3% y el mercado laboral en pleno empleo, parece difícil pensar que su economía pueda comenzar a registrar tasas negativas. Pero hay consenso entre economistas e instituciones que EEUU ha entrado en la última fase de su ciclo expansivo. 
Los analistas de TD Securities añaden que "los bancos centrales globales mantienen balance muy grandes si se analizan desde una perspectiva histórica. Por lo tanto, los rendimientos a largo plazo pueden ser más bajos y las curvas más planas, por razones que en realidad deberían respaldar una mayor expansión económica". 
A pesar de que este es cierto, siempre que se invierte la curva han sonado voces argumentando que "esta vez era diferente" y finalmente la crisis terminó llegando.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

El BCE no subirá los tipos en 2019 y la Fed pausará las alzas

LONDRES.- La inestable economía de Europa y la crisis presupuestaria de Italia podrían impedir el aumento de los tipos de interés el próximo año por parte del Banco Central Europeo, cuya labor se complicará por el cambio de liderazgo, dijo el miércoles el jefe de inversiones de Amundi, el mayor administrador de fondos de Europa.

Pascal Blanque, quien supervisa 1,5 billones de euros (1,7 billones de dólares) en la firma de inversión con sede en París, dijo en la Cumbre sobre Perspectivas de Inversión Global de Reuters que otro tema clave sería la pausa en el ciclo de ajuste de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Este punto de vista se basa en los signos de desaceleración económica tanto a nivel global como en Estados Unidos, que según Blanque convencerían a los bancos centrales de todo el mundo “a errar hacia el lado flexible”.
Respecto al BCE, dijo que el posible aumento de los tipos -que los mercados estiman en 10 puntos base para diciembre de 2019- también estaba en duda debido a que el mandato del presidente Mario Draghi finaliza en octubre.
“No espero un aumento de los tipos de interés (del BCE el año que viene)”, dijo Blanque.
“En términos generales, cuando hay una sucesión (cambio de liderazgo) en un banco central, no es el mejor momento para un cambio en la política, especialmente si es grande. Por lo tanto, diría que la sucesión se suma a la necesidad de un ajuste prudente de la política (monetaria)”, agregó.
Sin embargo, Blanque cree que el BCE reducirá su programa de estímulo el mes que viene, según lo previsto, y que la Fed aumentará los tipos dos veces en 2019, como estima el mercado.
“Creo que ellos (la Fed) entregarán lo que se valora en (...) Y luego entraremos en una situación en la que, al menos desde el (punto de vista del) mercado, la pausa será la tendencia. Si estoy en lo cierto, diciendo esto en este punto, tendremos signos convincentes de cierta desaceleración “, agregó Blanque.
Esa perspectiva implica que Amundi cree que es hora de alejarse de los sectores que cotizan al alza y liderados por el crecimiento, como el tecnológico, en favor de las acciones de alta calidad y alto dividendo “en todo el espectro”.
Los mercados de acciones se han visto afectados durante las últimas semanas por los temores a una desaceleración en el crecimiento y el comercio, especialmente a medida que el impacto de los recortes de impuestos de Estados Unidos en los beneficios de las compañías comienza a desvanecerse.
“En términos de geografías, mirando hacia el próximo año, veremos una rotación que favorecerá a los mercados emergentes en algún momento del año, (y a) Europa una vez se solucione la situación en Italia”, dijo Blanque mediante una transmisión de vídeo desde París.
Blanque continúa optimista sobre una solución a la disputa de Italia con la Comisión Europea por su proyecto de presupuesto, que prevé un déficit tres veces mayor que el prometido. Pero cree que “veremos diferenciales más amplios antes de ver diferenciales más ajustados, y esto traerá oportunidades”.
Asimismo, Amundi muestra cautela ante los mercados emergentes, que se han visto afectados por la inesperada apreciación del 5 por ciento del dólar, la incertidumbre sobre la reacción de China a los aranceles comerciales de Estados Unidos y las crisis monetarias en Argentina y Turquía.
“Los mercados emergentes aún no son lo suficientemente baratos como para adoptar una postura positiva, aunque deberíamos verlos avanzar (...) Hemos visto la mayor parte de la presión al alza sobre los tipos de interés (de Estados Unidos) y el dólar... Esto debería eliminar la incertidumbre de los mercados emergentes”, dijo Blanque.