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jueves, 6 de junio de 2019

Putin, sobre Cataluña: “Rusia no quiere que se desmorone ningún Estado europeo”

SAN PETESBURGO.- El presidente de Rusia Vladímir Putin, aseguró este jueves que Moscú "no quiere que se desmorone ningún Estado europeo", en respuesta a una pregunta sobre el intento independentista en Cataluña.

“Tenemos una actitud de sumo respeto hacia España, el pueblo español, la historia española. Tenemos unas buenas relaciones, con raíces históricas. Para nada estamos interesados en que los países europeos se desmembren unos detrás de otros”, dijo Putin a los responsables de las principales agencias de noticias mundiales, entre ellos el presidente de la agencia Efe, Fernando Garea.
El mandatario aseguró en la entrevista que “en general es un mito que Rusia quiera que Europa sea débil”. “¿Para qué lo necesitaríamos? El 40 % de nuestras reservas de oro y divisas están denominadas en euros. La Unión Europea (UE) es nuestro principal socio económico. ¿Para qué querríamos que allí todo estuviera convulso? No tiene sentido”, insistió.
“Pero se busca la huella de Rusia. Esto también se refiere a España. España debe ella misma decidir cómo convivir con los territorios problemáticos, con Cataluña, y en el norte, con el País Vasco, etcétera”, recalcó en la entrevista.
Putin sostuvo que “hasta ahora se había conseguido resolver estos problemas” y que espera que éstos “sean resueltos mediante el diálogo y en base a decisiones legítimamente adoptadas, mediante el debate”.
Ante todo nos pronunciamos por la estabilidad, por la preservación de la “integridad territorial”.
Añadió que “la vida es más compleja que algunos postulados recogidos incluso en conocidas normas del derecho internacional” y que “eso lo entendemos perfectamente”. “Vuelvo a reiterar: una solución positiva puede hallarse solo mediante la vía del diálogo y el debate”, enfatizó.
Putin también dijo que desconocía que el embajador español en Rusia, Fernando Valderrama, hubiera sido citado en Moscú en protesta por unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell. “¿Por que fue citado el embajador? No lo sé. Lo citaron al Ministerio de Exteriores al embajador de España”, señaló.
“Es un delirio absurdo decir que Rusia es una amenaza”, sostuvo no obstante Putin, en referencia a las palabras pronunciadas por Borrell, quien en un periódico español dijo: “Nuestro aliado nos da la espalda, nuestro viejo enemigo, Rusia, vuelve a decir aquí estoy yo, y vuelve ser una amenaza, y China aparece como un rival”.

sábado, 27 de septiembre de 2014

La secesión tendría un importante coste económico tanto en España como en Cataluña

MADRID.- La globalización de la economía y la interconexión de los mercados financieros y económicos, hace que la independencia de una región de cualquier país genere un importante coste económico que se traslada fuera y especialmente dentro de las fronteras, según www.ahorro.com

Así se argumentó en el referéndum de Escocia que finalizó en el no, y en el que el peso de la economía tuvo un importante componente para la decisión de miles de escoceses. Estos argumentos son aún más poderosos en Cataluña, ya que el peso de la economía catalana sobre el total de la española es proporcionalmente mucho mayor que lo es la escocesa sobre el total de Gran Bretaña. Un 19% del PIB procede de Cataluña y una independencia llevaría a que España perdiera una quinta parte del Producto Interior Bruto de un plumazo.
Pero también Cataluña sufriría por diferentes razones una importante caída de su PIB, especialmente por su salida de la Unión Europea y su complicada integración como país miembro, dado que su readmisión debería contar con el voto favorable de los 28 miembros actuales, entre ellos, España.
El efecto más claro y contundente estaría en sus exportaciones, tanto las que se venden a otros países como las que se harían a una España, que deja de ser mercado interior. Cataluña exportó en el año 2013 bienes por un valor de 58.358 millones de euros, con un 65% destino la zona euro. En el momento que deje de ser miembro de la Unión Europea las exportaciones estarían gravadas por aranceles, la Tarifa Exterior Común (TEC), que supondría directamente un incremento sobre el precio de las exportaciones del 5,7%. Este aumento no sólo repercutiría a las ventas a países de la UE, sino también a las decenas de naciones con los que la Unión Europea tiene acuerdos preferenciales con rebajas arancelarias que desaparecerían.
Esta perdida de competitividad se estima que tendrá un impacto de 7.400 millones de euros, un 13% del volumen de exportaciones y un 3,8% del PIB de Cataluña. Pero el impacto mayor sería en la venta de productos que realiza actualmente a otras Comunidades Autónomas de España.
La suma de lo que vende al extranjero y al resto de España supone el 66% del PIB. El resto de España es su mercado principal, sus 50.000 millones de ventas suponen más de cinco veces lo que se vende en su segundo país por ventas (Francia con 10.000 millones) y más de ocho veces que el tercero (Alemania con 6.600 millones). Por ello mantener el mercado español es más que importante y es precisamente el que más riesgos tiene:
El llamado Efecto Frontera por el cual el comercio entre países es siempre muy inferior al comercio entre regiones.
El efecto frontera sería en todas las hipótesis muy superior a cualquier tipo de boicot o encarecimiento de tarifas y ha sido analizado en casos producidos en los últimos años (Eslovenia y Croacia o Eslovaquia con la República Checa). Las hipótesis parten de una caída del 50% y los más pesimistas hasta el 80%, lo que haría inasumible compensarlo con mayores compras dentro de Cataluña. En términos del Producto Interior Bruto supondría un descenso de alrededor del 20%.
En inversión directa de otros países el golpe sería también importante. Cataluña es la segunda región en recepción de capitales y la primera de España en inmovilizado material, lo que denota la preponderancia en inversión industrial. Las principales razones de recepción de capitales las perdería de golpe, es decir, dejar de ser miembro de la UE y empeorar el stock de trabajadores cualificados que traería la deslocalización de empresas, su traslado a otros países.
Y es que, en lo más álgido del debate de independencia de Escocia, empresas y bancos importantes advirtieron que cambiarían Edimburgo por Londres como sede de sus negocios. Algo parecido sucedería en Cataluña, con una cuantía por supuesto indeterminada.
Cataluña tiene un gran número de filiales multinacionales en sectores tan variados como automoción, químico, textil, electrónica o alimentación entre otros. La razón de la salida sería que no estarían dispuestas a asumir los grandes costes que supondría una salida de la UE. Algo que podrían hacer empresas catalanas y españolas con fábricas en Cataluña, y que beneficiarían especialmente a regiones limítrofes o que ofrezcan facilidades para su traslado.
Otra caída importante de ingresos lo tendría vía turismo. Cataluña recibió el pasado año más de cuatro millones de visitantes españoles que se dejaron 155,5 euros de media por cada uno de ellos. Por cada 100.000 turistas españoles que dejen de viajar a Cataluña se perderán 15,5 millones o lo que es más importante, un 0,007% del PIB. Peor es el caso de los más de 15 millones de turistas extranjeros (la Comunidad Autónoma con más turismo extranjero) que se dejaron 903 euros de media, por lo que cada 100.000 turistas que pierda supondría una pérdida del 0,04% del PIB.
Además de la caída de venta y salida de empresas, Cataluña se enfrentaría a un problema grave de financiación, al menos en el corto plazo. Actualmente es la Comunidad más endeudada de España (27,2% de su PIB) y tras asumir la parte proporcional de la deuda nacional alcanzaría el 78% del PIB de arranque de la región. A esto se añade que la salida de la Unión Europea llevaría a perder los mecanismos de financiación del Banco Central Europeo.
Cataluña tendría dificultad para captar fondos de fuera y lo haría mucho más caro que ahora a la vez que tendría un enorme dilema en su moneda, tal y como lo hubiera tenido Escocia si se hubiera independizado y optado por la Libra para sus intercambios sin ser ya su moneda.
Cataluña podría optar porque el euro fuera su moneda oficial tal y como ocurre con Andorra, San Marino, Mónaco o el Vaticano o por otro lado, utilizarla aunque no tenga acuerdo legal lo hace Kosovo y Montenegro. La primera opción es complicada, ya que Cataluña si tiene un peso importante económico (no el testimonial de estos países) y en ambos casos llevarían a perder independencia en política monetaria y fiscal, teniendo que adaptarse a las decisiones que tome el BCE. Pero peor sería el problema en las reservas, ya que el déficit comercial de Cataluña es sistemático (importa más que exporta) y se haría mayor al salir de la UE. Si necesita más moneda que la que entra porque compra más que vende, añadiría un problema mayor a su PIB, ya que tendría que captar fondos del extranjero a un precio importante.
En resumen, el impacto económico para España y Cataluña sería importante. Cambiaria mucho el mapa de los intercambios económicos y generaría incertidumbres en los mercados financieros, además, de perder "independencia" económica y financiera por mantener el euro como moneda base. En definitiva un duro golpe económico en el que perdemos todos.

martes, 24 de febrero de 2009

El Estado invertirá este año 4.800 millones en infraestructuras en Cataluña

BARCELONA.- El Estado español invertirá en infraestructuras en Cataluña 4.806 millones de euros este año, acordó hoy la Comisión Bilateral entre Generalitat y Estado, que agrupa a representantes de ambas administraciones.

Si en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2008 el Gobierno central presupuestó 4.006 millones de inversiones en infraestructuras catalanas, Estado y Generalitat acordaron incrementar esta cifra en 800 millones más, de los cuales 140 servirán para compensar la cantidad presupuestada en 2007 y que no se ejecutaron.

Tanto el conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, como la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, expresaron su "satisfacción" por el acuerdo tras la reunión de la Comisión Mixta, que se celebró en el Palau de la Generalitat durante más de dos horas.

Salgado afirmó que las inversiones estatales en 2009 incluso "superan lo dispuesto" en la disposición adicional tercera del Estatut. Contrastó los 4.806 millones en obra pública que invertirá el Estado en Catalunya este año con la inversión que se hizo en 2004, que fue un 75% inferior.

Esta disposición establece que la inversión del Estado en Catalunya en infraestructuras debe equipararse a la contribución del PIB catalán al del Estado durante los siete años posteriores a la aprobación del Estatut, esto es, hasta 2013.

Según los datos oficiales, en 2007 --los primeros PGE con el Estatut en vigor-- hubo 500 millones presupuestados para infraestructuras en Catalunya que no se ejecutaron. Hoy se acordó compensar 140 de estos 500 millones, por lo que Saura dijo: "Empezamos a compensar el déficit".

Próximamente, se dará a conocer la cantidad presupuestada y que no se ejecutó en el año 2008.

De los 800,13 millones de euros que el Estado acordó aportar este año, 453 millones se destinarán a inversiones en ferrocarriles y carreteras, 224 a infraestructuras relacionadas con el ciclo del agua y regadíos, 83,1 a innovación, y 39,4 a actuaciones industriales.

De los 453 millones para ferrocarriles y carreteras, aún está por decidir el destino de 158. Los aportará la Sociedad Estatal de Inversiones en Transporte Terrestre (Seittsa), y su destino los decidirá la subcomisión de infraestructuras de la Comisión Bilateral, que podría acordar la ejecución directa de esta cantidad por parte de la Generalitat.

Tanto Saura como Salgado no descartaron hoy que estos 158 millones o una parte de ellos puedan destinarse a la nueva estación de la Sagrera, aunque esta decisión, recordaron, tiene que tomarla la subcomisión.

Saura indicó que la Comisión Bilateral de hoy es la última que presidirá la Generalitat este curso. Esto es porque en el Estatut, la presidencia de la comisión es rotatoria y cada año corresponde a una de las dos administraciones.