NUEVA YORK.- El Ejército de Estados Unidos ha financiado un nuevo modelo matemático, desarrollado por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de Princeton, que tiene como objetivo mejorar las predicciones de futuras pandemias basadas en la forma en que la información muta a medida que se transmite de persona a persona y de grupo a grupo.
El modelo sugiere que las ideas y la información se difunden y
evolucionan entre individuos con patrones similares a los genes en el
sentido de que se autorreplican, mutan y responden a la presión selectiva
al interactuar con su anfitrión.
“Estos cambios evolutivos tienen un
enorme impacto. Si no consideras los potenciales cambios a lo largo del
tiempo, te equivocarás al predecir el número de personas que se
enfermarán o el número de personas que se expondrán a una información”,
explica uno de los autores del estudio, Osman Yagan.
En su investigación, publicada en la revista ‘Proceedings of National
Academy of Sciences’, los investigadores desarrollaron un modelo
matemático que tiene en cuenta los cambios evolutivos tanto de la
enfermedad como de la información.
La investigación puso a prueba el modelo frente a miles de pandemias simuladas por computadora
utilizando datos de dos redes del mundo real: una red de contacto entre
estudiantes, profesores y personal de una escuela secundaria de Estados
Unidos, y una red de contacto entre el personal y los pacientes de un
hospital de Lyon (Francia).
“Demostramos que nuestra teoría funciona sobre redes del mundo real.
Los modelos tradicionales que no consideran las adaptaciones evolutivas
fallan en predecir la probabilidad de la aparición de una pandemia”,
detalla otro de los autores, Rashad Eletreby. El modelo
epidémico más utilizado hoy en día no está diseñado para tener en cuenta
los cambios en la enfermedad que se está rastreando.
Esta
incapacidad de dar cuenta de los cambios en la enfermedad puede hacer
más difícil contrarrestar la propagación de una enfermedad o que se
tomen decisiones efectivas de salud pública, como por ejemplo cuándo
instituir órdenes de quedarse en casa o enviar recursos adicionales a
una zona.
“La propagación de un rumor o de información a través de una
red es muy similar a la propagación de un virus a través de una
población. Diferentes piezas de información tienen diferentes
tasas de transmisión. Nuestro modelo nos permite considerar los cambios
en la información a medida que se propaga a través de la red y cómo esos
cambios afectan a la propagación”, apunta otro de los autores, Vincent
Poor.
Aunque el estudio no es la solución definitiva para predecir la
propagación del coronavirus, los autores dicen que es un gran paso. En
el futuro, el equipo espera que su investigación pueda ser utilizada
para mejorar el seguimiento de las epidemias y pandemias al tener en cuenta las mutaciones en las enfermedades
y, en última instancia, considerar intervenciones como las cuarentenas y
luego predecir cómo esas intervenciones afectarían la propagación de
una epidemia cuando el patógeno está mutando a medida que se propaga.
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