HELSINKI.- La Unión Europea está contemplando nuevos impuestos energéticos para
cumplir sus objetivos climáticos, según dijeron el viernes dirigentes
comunitarios, y Alemania pidió “medidas drásticas” para reducir las
emisiones de dióxido de carbono.
En la última década, los países
de la UE han liderado el cambio global hacia las energías renovables y
han establecido el mayor sistema de compraventa de derechos de emisión
del mundo para fijar el precio del carbono y reducir la dependencia de
los combustibles más contaminantes.
Sin embargo, las normas del bloque en materia de fiscalidad de la energía no han cambiado desde hace más de 15 años.
Están “desactualizados y mal adaptados a los retos del cambio
climático y a la evolución de la política energética a nivel de la UE”,
según indica un documento que los ministros de finanzas de la UE
debatirán en las reuniones que se celebrarán en Helsinki el viernes y el
sábado.
A su llegada a la reunión, el ministro de Finanzas
alemán, Olaf Scholz, dijo que se necesitan “medidas drásticas” para
contrarrestar el cambio climático e instó a un planteamiento
internacional sobre el tema.
“Estamos en el proceso de averiguar
cómo podemos limitar el consumo de CO2 en la agricultura, las pequeñas
empresas o el transporte”, dijo Scholz.
El principal
comisario económico del bloque, Valdis Dombrovskis, dijo a los
periodistas que las opciones incluían un impuesto al dióxido de carbono y
una revisión de los impuestos sobre la energía.
Entre las
posibles medidas incluidas en un documento preparado por la presidencia
finlandesa de la UE figuran unos tipos impositivos mínimos más elevados
sobre la energía, gravámenes sobre los combustibles fósiles y el fin de
las exenciones para los sectores del transporte aéreo y marítimo.
La
agenda de la nueva Comisión Europea, que entrará en funciones en
noviembre, incluye objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de
carbono en al menos un 50% de aquí a 2030.
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