
De hecho, afirma, “firmas como la nuestra, que contamos con un equipo propio de análisis del riesgo de crédito soberano y/o corporativo, nos beneficiamos sistemáticamente de su timidez y falta de lógica, mediante la anticipación de sus decisiones”, recoge 'Cotizalia'.
Para ilustrarlo, no duda en poner el ejemplo de España: “S&P rebajó la semana pasada el rating de España un grado de AA+ a AA, advirtiendo a su gobierno que podría ser la primera de una serie de actuaciones si no actuaban con cuidado. ¡Oh, qué miedo! He aquí un país con un 20% de paro, déficit del 10%, que ha hecho default 13 veces en los últimos 200 años, cuyos bonos se negocian a nivel de Baa y donde cada vez parece más próxima una intervención de la UE y el FMI... y que sigue siendo AAA para Moodys y Fitch”.
Un mensaje demoledor procedente de una compañía perteneciente a la aseguradora alemana Allianz, que gestionaba a finales de marzo un billón de dólares en activos financieros, cuenta con 1.300 empleados repartidos entre los principales centros financieros del mundo y ejerce una influencia sustancial en una parte importante del mercado de deuda global, siendo la referencia para muchos agentes del mercado.
Un jarro de agua más para el Ejecutivo español que ve cómo un actor de este peso específico se alinea con sus tesis, invalidez del criterio de las agencias de rating, pero lo hace atacando la solvencia de España.
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