
La compañía considera que "pocos sectores escapan a la crisis", aunque algunos, como la metalurgia, química, mecánica, farmacia, tecnologías de la información y comunicaciones están intentando reducir el impacto "gracias a una buena orientación de sus mercados y a una fuerte internacionalización, principalmente en países emergentes, donde la coyuntura está resistiendo mejor que en otras áreas.
El director general de Coface, Jérôme Cazes, señaló que la quinta crisis de crédito registrada desde la primera crisis del petróleo "ha comenzado". A su juicio, el comportamiento de pago de las empresas se ha deteriorado significativamente desde comienzos de 2008.
"Nuestro seguimiento de riesgos se ha reforzado para continuar ofreciendo la protección necesaria a nuestros clientes en sus operaciones comerciales, al mismo tiempo que limitamos el impacto de la crisis en nuestros resultados", señaló.
En este sentido, Coface ha detectado un incremento del 45% en los impagos entre empresas en los cuatro primeros meses de 2008, respecto al mismo período del año anterior.
La entidad considera que el aumento de los impagos es "un claro signo del comienzo de una crisis de crédito", aunque considera que será "menos significativa que la de 2001-2002, que estuvo marcada por un incremento del 30% de los impagados".
En este sentido, Coface señala que la crisis financiera se ha transmitido a la economía real por una reducción de la demanda americana, que principalmente afecta a Norteamérica y a los países y sectores orientados a Estados Unidos, y por un incremento de las dificultades de acceso al crédito bancario.
Junto a estos factores, se encuentran además el incremento de los precios de las materias primas y de la energía, la apreciación de las monedas fuera de la zona dólar y una fuerte competencia. Por el momento, sólo Francia y Alemania se han visto ligeramente afectadas, concluye Coface.
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