
Los datos conocidos hoy en la eurozona hacían tambalear la idea generalizada de que el Banco Central Europeo (BCE) subiría los tipos de interés el próximo mes.
La economía de Francia y Alemania creció en el segundo trimestre un 0,3%. Los analistas esperan ahora que el PIB de la zona euro se ralentice tras haber registrado un crecimiento del 0,7% en el primero.
Un dato decepcionante (el mercado espera un crecimiento del 0,6%) podría hacer que aumenten las dudas de si el Banco Central Europeo (BCE) necesita subir los tipos de interés, actualmente al 4%.
Tras las noticias, el euro bajó a 1,3567 dólares, su menor nivel desde el 6 de julio, y cayó a 159,86 yenes, también un mínimo desde el 11 de abril, desde los 160,95 anteriores.
El euro podría haber recuperado el terreno perdido si los datos en EEUU hubieran resultado peores de lo esperado. Sin embargo, el déficit comercial de la primera economía mundia se redujo a 58.140 millones de dólares, unas cifras que mejoran las previsiones de los analistas.
Poco antes del cierre de los mercados del Viejo Continente, la divisa comunitaria se depreciaba algo más de un 0,2% y se cambiaba en 1,3578 dólares. El BCE fijaba el cambio oficial en 1,3591 dólares.
Mientras el euro y el dólar sufrían los temores al riesgo y los vaivenes del mercado, el yen disfrutaba de los placeres del carry trade. La divisa nipona continúa su marcha hacia adelante y poco antes del cierre de las bolsas europeas, la moneda japonesa se apreciaba algo más de un 0,1% frente al dólar y cerca de un 0,5% en su cruce con el euro.
La economía de Francia y Alemania creció en el segundo trimestre un 0,3%. Los analistas esperan ahora que el PIB de la zona euro se ralentice tras haber registrado un crecimiento del 0,7% en el primero.
Un dato decepcionante (el mercado espera un crecimiento del 0,6%) podría hacer que aumenten las dudas de si el Banco Central Europeo (BCE) necesita subir los tipos de interés, actualmente al 4%.
Tras las noticias, el euro bajó a 1,3567 dólares, su menor nivel desde el 6 de julio, y cayó a 159,86 yenes, también un mínimo desde el 11 de abril, desde los 160,95 anteriores.
El euro podría haber recuperado el terreno perdido si los datos en EEUU hubieran resultado peores de lo esperado. Sin embargo, el déficit comercial de la primera economía mundia se redujo a 58.140 millones de dólares, unas cifras que mejoran las previsiones de los analistas.
Poco antes del cierre de los mercados del Viejo Continente, la divisa comunitaria se depreciaba algo más de un 0,2% y se cambiaba en 1,3578 dólares. El BCE fijaba el cambio oficial en 1,3591 dólares.
Mientras el euro y el dólar sufrían los temores al riesgo y los vaivenes del mercado, el yen disfrutaba de los placeres del carry trade. La divisa nipona continúa su marcha hacia adelante y poco antes del cierre de las bolsas europeas, la moneda japonesa se apreciaba algo más de un 0,1% frente al dólar y cerca de un 0,5% en su cruce con el euro.
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