Ambos tienen claro que Ceuta y Melilla deben seguir trabajando para presentar un plan conjunto encima de la mesa de la Administración General del Estado. El presidente ceutí, Vivas, estima que “está convencido” de que existe un déficit estructural en la financiación de los servicios que se prestan a los ciudadanos.
A su juicio, el actual sistema no compensa los condicionantes a los que tiene que hacer frente ambas ciudades. Es decir, este sistema no compensa la condición de territorio extrapeninsular y frontera sur de Europa, la reducida superficie, la alta desindad de población, el déficit de recursos básicos y otras singularidades, lo que dibuja una coyuntura que lastra las posibilidades para conseguir unos niveles de desarrollo y progreso equiparables a los del resto de España.
En palabras del presidente Vivas, cuando se firmaron las transferencias recogidas en sendos estatutos, no se tuvo en cuenta por parte del Estado una serie de circunstancias específicas y como es lógico es una cuestión que ha venido perjudicando el propio devenir financiero de la institución y por ello es necesaria esa compensación.
Ceuta tiene encargado un estudio a una empresa especializada donde se recogerán todas estas expectativas avanzadas por el presidente ceutí y confía en que dentro del plazo de un mes ya se pueda contar con más criterios que exponer y los caminos por donde avanzar en el sentido de sentarse a negociar con el Estado.
Melilla se ha comprometido a efectuar los mismos estudios de manera urgente, aunque se desconoce si lo harán utilizando el mismo sistema de Ceuta o bien a través de los propios servicios de los que disponen internamente.
(Vista aérea de Ceuta)
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