Con el título "Leer también es escribir", que parafrasea el libro escrito por ambos "Escribir es vivir", el profesor y su esposa ofrecieron una amena charla en la que el autor de "Congreso de Estocolmo" dejó constancia de su lucidez pese a su avanzada edad.
Sampedro mostró su desacuerdo con la máxima de que "una imagen vale más que mil palabras" y defendió el valor de los libros frente a la televisión en la educación de los niños puesto que las palabras son "provocadoras" y pese a lo que un escritor describa "cada lector lo interpreta de una forma", mientras que si una actriz es rubia "su imagen es para todos la misma".
Por ello, el académico apuntó que cada vez es "más desconfiado" del uso de las técnicas avanzadas para la educación y consideró que los ordenadores "evitan la relación con los seres humanos".
El autor de "El río que nos lleva" consideró también que la lectura de los jóvenes "ha cambiado mucho" y aseveró que una de las ventajas de leer "es poder vivir otras vidas", algo que él, a su edad, añadió, agradece porque puede vivir experiencias que ahora mismo no podría vivir de otro modo.
En este sentido, afirmó que en la actualidad "relee" libros que ya había conocido siendo más joven y a los que da otra interpretación "porque aunque el libro es el mismo, yo he cambiado".
Sampedro opinó que "todo lo que uno escribe, cuando se entrega y le sale de dentro, es autobiográfico" y agregó que "la ficción no es tanta ficción ni la verdad tanta verdad", porque siempre hay una parte que desconocemos.
Así, puso como ejemplo la novela histórica, que se basa "en aspectos de la historia que conocemos pero que podrían desmoronarse si conociéramos lo que no nos ha llegado" de esa época.- (EFE)
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