WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed) de Estados
Unidos comenzó hoy su primera reunión de política monetaria del año con
la expectativa de que ralentice su ritmo de subida de tipos de interés
ante la moderación de las perspectivas económicas.
De
cara al nuevo año, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó a
comienzos de mes que el banco central puede ser "paciente" y "flexible"
en su ritmo gradual de ajuste monetario ante la desaceleración del
crecimiento global.
Por su lado, la economía estadounidense mantiene su
solidez, con una tasa de desempleo del 3,9 % al cierre de 2018 y en
niveles de pleno empleo; mientras que la inflación está controlada en
torno a la meta anual marcado por el propio banco central, del 2 %
anual.
Los tipos de interés se encuentran actualmente
en el rango de entre 2,25 % y 2,5 %, tras los cuatro ajustes monetarios
llevados a cabo en 2018, y los analistas prevén dos alzas adicionales
este año, una menos de las anticipadas a finales del pasado año.
"La ausencia de una aceleración en la inflación apoya el plan de la Fed
de ser paciente y sugiere que no habrá subida de tipos hasta junio,
como muy pronto", indicó Ryan Sweet, economista de Moody's Analytics, en
una nota a sus clientes.
El Comité Federal de
Mercado Abierto (FOMC), órgano de la Fed que dirige la política
monetaria, arrancó esta mañana su encuentro de dos días, que concluirá
mañana miércoles con la divulgación de un comunicado a las 14.00 hora
local (18.00 GMT).
A continuación, a las 14.30 hora
local el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell,
ofrecerá una rueda de prensa.
A partir de este año,
Powell comparecerá ante los periodistas después de todas las reuniones
de la FOMC, en lugar de una vez cada dos como ocurría en el pasado.
Esta reunión se produce después de la reapertura tras el cierre parcial
de la Administración federal de Estados Unidos durante más de un mes,
el más largo de la historia del país, provocada por el bloqueo político
generado por la financiación del muro en la frontera con México que
desea el presiente Donald Trump.
El acuerdo de
reapertura, no obstante, es temporal y ofrece solo tres semanas hasta el
15 de febrero para evitar un nuevo cierre gubernamental.
El cierre parcial administrativo supuso un coste no recuperable de
3.000 millones de dólares a la economía de Estados Unidos, según un
informe divulgado este lunes por la Oficina de Presupuestos del
Congreso.
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