LONDRES.- La actividad empresarial en la zona euro continuó mostrando debilidad en el arranque del nuevo año, según mostró una encuesta publicada un día después de que el Banco Central Europeo señalara al sector manufacturero como una rémora para la economía, si bien se observan indicios de que lo peor podría haber pasado.
El índice
compuesto de gestores de compras (PMI) de la zona euro elaborado por IHS
Markit, que se considera un buen barómetro del estado de forma de la
economía, se mantuvo en 50,9 en enero, por debajo de la media de una
encuesta realizada por Reuters que preveía una lectura de 51,2. Toda
marca por encima de los 50 indica crecimiento.
“Aunque hemos
entrado en un nuevo año, el desempeño de la economía de la zona euro en
enero fue similar. El crecimiento de la producción se mantuvo sin
cambios con respecto al modesto ritmo registrado en diciembre, lo que
indica que el crecimiento de la economía no acabó de despegar”, dijo
Andrew Harker, director asociado de IHS Markit.
El índice PMI principal se vio lastrado por un sector industrial
todavía en dificultades. El PMI manufacturero registró su duodécimo mes
por debajo de la marca de equilibrio, en 47,8, lo cual no obstante
supone una mejora sobre la lectura de 46,3 de diciembre y queda muy por
encima del 46,8 de lo previsto por la encuesta de Reuters.
El
subíndice que mide la producción, que es uno de los componentes para
calcular el PMI compuesto, ascendió a 47,5 desde la marca anterior de
46,1, el registro más alto desde agosto.
Si bien la mayoría de
los indicadores provisionales del PMI manufacturero se mantuvieron en
territorio negativo, avanzaron posiciones hacia el crecimiento. Los
índices de pedidos nuevos, empleo, cartera de pedidos y compras se
mantuvieron por debajo de 50, pero mostraron mejoría.
Sin embargo, se apreciaron señales de debilidad en el sector
servicios, dominante en el bloque, ya que su indicador PMI cayó a 52,2
desde los 52,8 anteriores, en contra de las expectativas de que se
mantuviera sin cambios.
Lo que probablemente preocupe más a los
responsables económicos y monetarios de la región será, no obstante, la
debilidad de la demanda, que apunta a que no habrá un cambio
significativo en el corto plazo. El índice de nuevos negocios en el
sector servicios cayó a 51,5 desde 52,1.
Sin embargo, el
optimismo de cara al nuevo año remontó. El índice compuesto de
producción futura subió de 59,4 a 61,2, la lectura más alta desde
septiembre de 2018.