BRUSELAS.- El negociador de la Unión Europea para el
Brexit, Michel Barnier, ha lamentado este viernes la falta de avances al
término de la cuarta ronda de negociación con Reino Unido, a quien ha
acusado de ignorar los compromisos entre las dos partes sobre la
arquitectura básica de la futura relación: "No podemos seguir así
eternamente", ha dicho.
En una rueda de prensa, el francés ha señalado que Bruselas y
Londres no han conseguido "progresos sustanciales" desde que comenzaran
sus negociaciones para pactar la relación futura una vez finalice en
diciembre de este año el periodo transitorio, que el Gobierno británico
se niega a prorrogar.
"Sólo puedo decir que no ha habido progresos sustanciales desde el
inicio de estas negociaciones. Y no podemos seguir así eternamente.
Especialmente dado el rechazo continuado de Reino Unido a extender el
periodo de transición", ha subrayado Barnier.
El negociador europeo ha defendido que la UE no pide "nada más"
que lo acordado en la declaración política sobre el marco de la futura
relación que ambas partes ya pactaron. "Ronda tras ronda, nuestros
homólogos británicos buscan distanciarse de esta base común", ha
denunciado.
"Debemos ceñirnos a nuestros compromisos si queremos avanzar", ha
enfatizado, para después utilizar la ironía en sus críticas: "Este
documento (la declaración política) está disponible en todos los
idiomas, también en inglés. Es una buena lectura, si se me permite
decirlo", ha expresado.
A pesar de la falta de avances, Barnier ha apuntado que sigue
estando previsto el encuentro entre la presidenta de la Comisión
Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris
Johnson, recogido en la declaración política, aunque no ha puntualizado
una fecha.
Uno de los principales obstáculos en las negociaciones es el
acuerdo pesquero que ambas partes tenían la voluntad de cerrar antes del
uno de julio de este año, algo que tanto Bruselas como Londres ya dan
por imposible.
Según Barnier, Reino Unido "no ha mostrado ninguna voluntad real"
de explorar un enfoque distinto al suyo y sigue defendiendo que cada
parte faene en sus aguas y negociaciones anuales para establecer los
límites de capturas.
Pero la UE rechaza este enfoque y aboga por un acuerdo que permita
el acceso recíproco a los distintos caladeros. "Las dos partes tenemos
posiciones muy sólidas. Nosotros queremos un 'statu quo' y Reino Unido
quiere cambiarlo todo. Estamos listos para debatir", ha remarcado
Barnier.
Así las cosas, Bruselas y Londres se han dado unos meses más para
lograr un acuerdo pesquero sin el cual "no habría acuerdo comercial", ha
recordado el francés, quien ha advertido de que ambas partes necesitan
un acuerdo global como muy tarde el 31 de octubre, para que pueda ser
ratificado después y entrar en vigor con el divorcio del 1 de enero de
2021.
Además de los aspectos pesqueros, Bruselas ha lamentado la falta
de progresos en las negociaciones sobre la igualdad de condiciones o
'level playing field', la gobernanza del futuro acuerdo y la cooperación
policial y judicial. Sobre este último punto, Bruselas ha celebrado el
debate "constructivo" con los negociadores británicos, aunque "quedan
abiertas cuestiones importantes".
Por su parte, el negociador jefe de la parte británica, David
Frost, ha señalado en un comunicado que los progresos siguen siendo
"limitados", pero ha destacado que el tono entre ambas partes ha sido
"positivo" en una ronda de negociación "más corta de lo habitual y más
restringida en alcance".
"Estamos en un momento importante de estas conversaciones, cerca
de alcanzar el límite de lo que podemos lograr en un formato de rondas
telemáticas. Si queremos avanzar, está claro que debemos intensificar y
acelerar nuestros trabajos", ha confesado.
Frost ha recalcado que Reino Unido "está dispuesto a trabajar
duro" para conseguir que "pueda ser alcanzado pronto al menos un esbozo
de un acuerdo equilibrado que cubra todos los asuntos". Este pacto, ha
añadido, debería "acomodar" la posición británica "en el llamado 'level
playing field', la pesca y otras cuestiones difíciles".