PEKÍN.- La Unión Europea (UE)
recurrirá ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) si se siente
perjudicada por el acuerdo entre China y Estados Unidos, advirtieron el
viernes fuentes del bloque, que aspira firmar este año su propio acuerdo
con Pekín.
La tregua entre China y Estados Unidos firmada el
miércoles en Washington especifica que el gigante asiático se compromete
a comprar 200.000 millones de dólares adicionales en productos
estadounidenses en dos años, en relación a las compras de 2017.
Esta disposición preocupa a Bruselas, que teme que las
empresas europeas se vean penalizadas en el mercado chino frente a sus
competidoras estadounidenses.
"Los objetivos cuantitativos [de
compras chinas estipulados en el acuerdo] no son compatibles con la OMC
si generan distorsiones comerciales", subrayó el embajador de la UE en
China, Nicolas Chapuis.
"Si este fuera el caso, recurriremos a la OMC para solucionar el problema", advirtió Chapuis, en una rueda de prensa en Pekín.
Sin embargo, la actual inactividad de la OMC podría atenuar el alcance de la amenaza.
Desde
hace años Washington bloquea los nombramientos de jueces encargados de
resolver los diferendos en la organización, donde los procedimientos son
lentos.
Chapuis aseguró el jueves en China que había recibido
"las garantías formales de que las empresas europeas no se verán
afectadas en ningún caso por el acuerdo chino-estadounidense".
"Vigilaremos su aplicación", advirtió.
El representante de
Bruselas dijo también haber recibido la garantía de que las promesas
hechas por Pekín a Estados Unidos en materia de respeto a la propiedad
intelectual o de apertura del sector de servicios financieros se
extenderían a todos los socios de China.
"Sin embargo, estaremos atentos (...) para ver si hay una preferencia por los estadounidenses sobre los europeos", advirtió.
El ministerio chino de Relaciones Exteriores aseguró que
el acuerdo de Washington estaba "conforme a las reglas y principios de
la OMC".
De los 200.000 millones de dólares de compras chinas a
Estados Unidos, casi 80.000 millones se destinan a bienes
manufactureros, principalmente a la industria aeroespacial, una
disposición que puede alarmar a Airbus frente a su competidor
estadounidense Boeing.
"No me sorprendería ver pedidos a Boeing en
un futuro próximo", declaró Chapuis, quien subrayó que el constructor
europeo había tomado ventaja sobre el estadounidense los últimos años en
el mercado chino.
El embajador destacó que en virtud del acuerdo
comercial China-Estados Unidos "las decisiones de compras chinas no
serán administrativas sino basadas en el mercado". "También en esto,
verificaremos que así sea", prometió.
Mientras que Washington y
Pekín firmaron su acuerdo preliminar después de casi dos años de guerra
comercial, los europeos intentan cerrar con China un acuerdo sobre las
inversiones tras casi siete años de negociaciones.
En ese acuerdo
se incluyen algunas peticiones comunes a las de Estados Unidos: respeto
de la propiedad intelectual y fin de las transferencias de tecnología
impuestas a las empresas extranjeras y subvenciones a las empresas
públicas chinas.
"Las discusiones entraron en una fase crucial", declaró
Chapuis, recordando que Pekín y Bruselas pretendían concluirlas antes de
fin de año.
"Se han registrado progresos mes tras mes", aseguró,
precisando que Pekín había presentado en diciembre una oferta de acceso a
su mercado.
El proyecto de acuerdo debería ocupar un lugar
destacado en las discusiones durante la cumbre China-UE que se celebrará
en Pekín a finales de marzo.
"El contenido es más importante que
la fecha límite. No concluiremos el acuerdo si el resultado no
corresponde a lo que esperamos", advirtió Chapuis.
El
embajador dijo esperar "progresos significativos" en materia de reforma
de la OMC durante la reunión ministerial de la organización
internacional, prevista en junio en Kazajistán.
Frente al
proteccionismo del gobierno de Donald Trump, los europeos esperan
convencer a los chinos de ayudarle a reforzar el marco multilateral
encarnada por la OMC.