MÉXICO.- El
nuevo Gobierno de México opta por una política energética en la que se
busca la autosuficiencia, reduciendo así las importaciones y la
inversión privada, un modelo que genera incertidumbre en sus países
vecinos de América del Norte.
Este
fue uno de los ejes de discusión dentro del panel "La cambiante
política energética de América del Norte" celebrado este martes en el
marco del foro "Mexico Energy 2019" que se está celebrando en Ciudad de
México y reúne a especialistas internacionales del sector energético.
El
presidente de la entidad estadounidense Energy Policy Research
Foundation, Lucian Plugiaresi, expuso que ahora mismo el comercio de
barriles de crudo entre México, Estados Unidos y Canadá es "una
plataforma eficiente que genera riqueza para los tres países".
Ante
esto, llamó a la nueva Administración federal mexicana encabezada por
Andrés Manuel López Obrador a reflexionar sobre el hecho de que las
políticas localistas tienen repercusiones en otros países con los que se
tiene relación comercial.
Ya
desde la campaña, el líder izquierdista mostró un rechazo frontal a las
políticas neoliberales adoptadas por los presidentes anteriores.
"La
política neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida
pública del país", aseveró el dirigente en su discurso de investidura el
1 de diciembre de 2018.
En
la práctica, rechazar el neoliberalismo a nivel energético supone
desarrollar el sector para que México pueda ser autosuficiente.
Este
martes, durante el discurso inaugural del foro, la secretaria de
Energía, Rocío Nahle, respaldó el discurso de López Obrador. "En el
mediano plazo seremos capaces de procesar todo el petróleo que se
produce y poder así abastecer el mercado nacional", aseguró.
Esta
medida se llevará a cabo de varias maneras, entre ellas construyendo
una nueva refinería en el sureño estado de Tabasco e invirtiendo más
dinero y reduciendo la carga fiscal de la empresa estatal Petróleos
Mexicanos (Pemex).
Para
la funcionaria, el diagnóstico es claro: las importaciones de
combustible han aumentado de una forma considerable.
"A tal grado que la
mayoría de gasolinas del país son de importación mientras tenemos
infraestructura de Pemex subutilizada", agregó.
De
acuerdo con datos del Gobierno mexicano, en el país se producen 200.000
barriles diarios de gasolina por los 800.000 que se consumen. Esto
supone a México tener que importar del extranjero unos 600.000 barriles
diarios.
Ante
estas medidas en las que el país busca tener más control y, por ende,
también tener un ahorro económico, Plugiaresi cuestionó "qué se va a
hacer con ese dinero".
Por
su parte, el director de Investigación y Análisis de Energy
Intelligence Group (EIG), TJ Conway, expuso durante su turno de palabra
las "implicaciones de alto nivel que supone para México implementar
estas políticas".
"Hay
incertidumbre política y la pregunta será si esto será un punto crítico
para los análisis de riesgo de las empresas que quieran invertir allí",
comentó.
Y
es que, además de potenciar la producción interna, el nuevo Gobierno
habla también de reducir la inversión extranjera en el país, revirtiendo
así algunas de las medidas que el hoy expresidente Enrique Peña Nieto
(2012-23018) inició con la reforma energética en 2013, apostando por una
mayor apertura a la inversión privada.
En
este sentido, Nahle comentó que "el sector energético es muy amplio,
todos caben en él; lo importante es ubicar a cada quien en su espacio
para el beneficio de la economía de México".
En
cambio, Lourdes Melgar, experta en energía e investigadora del
Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos, consideró
que de 2014 a 2018 los tres países de la región norteamericana (México,
Estados Unidos y Canadá) vivieron "los años de oro de integración de
América del Norte".
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