JERUSALÉN.- Por primera vez en más de
un cuarto de siglo, los partidos árabes de Israel apoyaron este domingo
a un candidato para el puesto de primer ministro, en este caso Benny
Gantz, con la esperanza de acabar con el largo reinado de Benjamin
Netanyahu.
Los partidos hicieron esta recomendación en el primer
día de consultas del presidente, Reuven Rivlin, con las formaciones
políticas para elegir al candidato que estará encargado de formar un
gobierno de coalición, después de las legislativas del 17 de septiembre.
El partido centrista Kahol Lavan ("Azul-blanco") de Benny
Gantz obtuvo 33 escaños de los 120 del Parlamento en las legislativas
del martes, contra 31 para el Likud (derecha) de Netanyahu, primer
ministro saliente y con más tiempo en el poder en la historia de Israel.
Contando
sus aliados naturales o probables, Benny Gantz podría obtener hasta 57
diputados y Netanyahu 55. Ningunos de los dos es capaz de llegar a los
61 parlamentarios, umbral de la mayoría absoluta en la Knéset
(parlamento israelí).
El presidente Rivlin,
cuyo cargo es casi simbólico, abrió este domingo las consultas. "Estoy
convencido de que hay que formar un gobierno estable con los dos grandes
partidos", el Likud y Azul-blanco, declaró. "Es la voluntad del
pueblo", alegó.
Ahora bien, ¿quién podrá dirigir ese eventual gobierno de coalición?
La
"Lista unida" de los partidos árabes israelíes liderada por Ayman Odeh,
que se convirtió en tercera fuerza política del país con 13 diputados,
causó una gran sorpresa al responder: Benny Gantz.
"Bajo la era Netanyahu,
nos convertimos en ilegítimos dentro de la política israelí [...]. Así,
buscamos impedir que Netanyahu sea primer ministro", declaró Odeh al
presidente Rivlin.
Por ello, "en esta ocasión recomendamos a Benny Gantz para que forme el próximo gobierno", añadió.
Es la primera vez desde 1992 que los representantes de los
partidos árabes israelíes apoyan a un candidato a la jefatura del
gobierno.
En aquel entonces, apoyaron a Yitzhak Rabin, asesinado
tres años después por un extremista judío que se oponía a los acuerdos
de paz israelo-palestinos de Oslo.
"Hoy, escribimos la historia:
haremos cuanto sea necesario para hacer caer a Netanyahu", señaló por su
parte Ahmad Tibi, un responsable de la Lista Árabe Unida.
Sin embargo, este apoyo no le permite a Gantz superar el umbral de los 61 escaños.
Pero
sí que envía un mensaje claro al presidente, de que la tercera fuerza
política del país no desea que Netanyahu sea el jefe de una eventual
coalición que incluya, entre otros, al Likud y a Azul-blanco.
El
Likud no tardó en denunciar este apoyo a Benny Gantz, afirmando que
estaba "prohibido que pueda formarse un gobierno basándose en los
partidos árabes, que se oponen al Estado de Israel".
Otro personaje clave es
Avigdor Lieberman. Este exministro de Defensa, antiguo aliado de
Netanyahu, ha hecho campaña contra los partidos judíos ultraortodoxos,
aliados del primer ministro, a los que reprocha intentar convertir a
Israel en una teocracia judía.
"No formaremos parte del bloque con
los haredim [judíos ultraortoxos] y los mesianistas. No recomendaremos a
Netanyahu al presidente por esta razón", declaró Lieberman durante una
rueda de prensa, antes de reunirse con Rivlin.
Aún así, también declaró que "no podemos recomendar a
Benny Gantz, que se plantea un gobierno apoyado por la lista árabe",
agregó. "Los haredim son nuestros adversarios políticos, los árabes son
nuestros enemigos", sostuvo.
Lieberman quiere formar un gobierno
de unión con el partido "Azul-blanco" de Gantz y con el Likud de
Netanyahu, pero de momento rehúsa apoyar a uno o a otro para dirigir el
gobierno.
Para Netanyahu, la supervivencia política depende del
resultado de estas consultas. Tras haberse jugado el todo por el todo en
las elecciones del martes, puede acabar perdiendo su apuesta, algo
inusual en su larga carrera política.
Y estas consultas son tanto
más importantes en tanto debe ser interrogado por la justicia a
principios de octubre por, presuntos casos de "corrupción",
"malversaciones" y "abuso de confianza".
Netanyahu, llamado el
"rey Bibi", busca obtener una inmunidad del Parlamento si es que fuera
encausado, pero esta inmunidad sería más difícil de conseguir de parte
de los parlamentarios si no dirige al próximo gobierno.