MOSCÚ.- Caída del 3% del PIB, poder adquisitivo de los hogares en descenso y nuevas fugas masivas de capital: el gobierno ruso presentó este sábado un pronóstico negro de lo que espera a Rusia este año 2015, tras meses de aislamiento y sanciones. Moscú se enfrenta ahora a su primer año de recesión desde 2009 después de la crisis financiera global.
Casi once meses después de la anexión de Crimea, las grandes empresas
públicas del país han visto cómo se les cerraba la financiación en los
mercados internacionales, debido a las sanciones occidentales.
Asimismo, la espectacular pérdida de valor del crudo en los últimos
seis meses ha afectado duramente al principal sector de actividad de la
economía rusa y también a sus ingresos presupuestarios.
El hundimiento de la moneda, que ha perdido la mitad de su valor
frente al dolar en un año, degeneró a finales de 2014 para convertirse
en una crisis monetaria sin precedente desde la llegada al poder de
Vladimir Putin hace 15 años, con la población retirando sus depósitos de
los bancos y un conato de inflación.
Si la actividad económica en Rusia resistió el año pasado, con un
aumento del PIB del 0,6 %, las autoridades advirtieron de que los
próximos meses se anuncian negros, y que deberán adaptar sus previsiones
económicas al empeoramiento de estas últimas semanas.
"Hemos introducido nuevas previsiones para 2015 que prevén el
mantenimiento de la cotización petrolera actual, de 50 dólares el
barril, para todo 2015", explicó el ministro de Economía, Alexei
Uliukaiev, precisando que su previsión era menos pesimista que la de
muchos especialistas.
"Esto implica una caída del PIB ruso significativa, del orden del
3%", explicó. La anterior previsión del gobierno contemplaba un descenso
del 0,8%.
El ministro advirtió de que las fugas de capital, que el año anterior
alcanzaron un nivel récord para la Rusia postsoviétiva de 150.000
millones de dólares, podrían alcanzar los 115.00 millones en 2015, que
las inversiones podrían caer un 13% y la producción industrial,
disminuir un 1,6%.
Sobre todo, el gobierno prevé una caída del 8% de la venta minorista,
frente al incremento del 2,5% del año pasado, signo de que los hogares
se verán especialmente afectados por la crisis.
La inflación, dopada por el hundimiento del rublo y el embargo sobre
la mayor parte de los productos alimentarios europeos y estadounidenses,
ya ha traspasado el 13% en ritmo anual y se espera un pico en
primavera, según los expertos, de entre el 15 y el 20%.
El descenso de los precios al consumo podría moderarse al 12% a fin
de año, los ingresos reales de los hogares podrían caer más del 9% en
2015, según el gobierno.
"La situación económica será dolorosa en los próximos meses", dijo el economista Chris Weafer, de la consultoría Macro Advisory,
quien considera las previsiones del gobiernos ruso "razonables, dadas
las circunstancias y las dificultades a las que se enfrenta la economía
rusa".
"Pero creo que el gobierno va a minimizar las repercusiones sobre los
jubilados y los funcionarios indexando sus salarios y las pensiones",
agregó.
El gobierno acaba de presentar un plan de apoyo a la economía, que
prevé inyecciones en el sistema bancario, ayudas dirigidas a ciertos
sectores como la agricultura o la defensa, u una indexación de las
pensiones en base al nivel de inflación a partir de febrero.
Los severos recortes presupuestarios previstos para adaptarse a la
crisis (5% anual durante tres años) no afectan a las subidas salariales
de los funcionarios y pensionistas, como prometió Vladimir Putin a su
regreso al Kremlin.
Como signo de la inquietud del poder frente a la degradación de la
actividad económica, el banco central ruso bajó el tipo de interés
director del 17 al 15%, con intención de limitar la recesión.
Pese a que en los medios económicos se creía que ese tipo hacía
imposibilitaba la solicitud de préstamos por parte de hogares y
empresas, pocos esperaban ver a la institución retirar tan rápido la
drástica subida decretada en diciembre para detener la caída del rublo.
La moneda, en efecto, volvió a fragilizarse en los últimos días, tras
la decisión de la agencia de calificación Standard & Poor's de
clasificar la deuda de Rusia en la categoría de "especulativa", así como
por la intensificación de la violencia en Ucrania, que hace temer
nuevas sanciones internacionales.
Los analistas encuestados a fines de enero estimaron que la economía rusa caería en un 4,2 por ciento este año, mientras que la agencia de calificación Moody's dijo este mes que el PIB podría caer en hasta un 5,5 por ciento. Analistas en Danske, en Copenhague, dijeron en una nota publicada recientemente que el PIB podría contraerse en un 8 por ciento.
El ministerio ya había dicho previamente que estaba usando un precio promedio del petróleo, la principal exportación de Rusia, de 50 dólares por barril-- la mitad de los 100 dólares que el ministerio visualizó el verano pasado en su escenario económico de este año.
La inflación, según Ulyukayev, no caería este año y alcanzaría un 12 por ciento para finales de 2015, respecto al 11,4 por ciento de 2014. La salida de flujos de capital netos, alentada por la caída del rublo y la creciente tensión entre Moscú y Occidente por Ucrania, probablemente alcanzaría 115.000 millones de dólares, agregó.
La inversión de capital- el dinero invertido en activos tangibles de firmas como construcción e infraestructura- probablemente caería en un 13 por ciento este año y las ventas minoristas en un 8 por ciento, dijo Ulyukayev.
Aprobado esta semana por el Gobierno, el plan se centrará en sanear la banca, apoyar la industria, la agricultura y las pequeñas y medianas empresas.
Los analistas encuestados a fines de enero estimaron que la economía rusa caería en un 4,2 por ciento este año, mientras que la agencia de calificación Moody's dijo este mes que el PIB podría caer en hasta un 5,5 por ciento. Analistas en Danske, en Copenhague, dijeron en una nota publicada recientemente que el PIB podría contraerse en un 8 por ciento.
El ministerio ya había dicho previamente que estaba usando un precio promedio del petróleo, la principal exportación de Rusia, de 50 dólares por barril-- la mitad de los 100 dólares que el ministerio visualizó el verano pasado en su escenario económico de este año.
La inflación, según Ulyukayev, no caería este año y alcanzaría un 12 por ciento para finales de 2015, respecto al 11,4 por ciento de 2014. La salida de flujos de capital netos, alentada por la caída del rublo y la creciente tensión entre Moscú y Occidente por Ucrania, probablemente alcanzaría 115.000 millones de dólares, agregó.
La inversión de capital- el dinero invertido en activos tangibles de firmas como construcción e infraestructura- probablemente caería en un 13 por ciento este año y las ventas minoristas en un 8 por ciento, dijo Ulyukayev.
El presidente ruso, Vladímir
Putin, instó esta semana a las autoridades regionales a explicar a la
población las medidas anticrisis para prevenir el descontento entre
ciertos grupos sociales.
El plan anticrisis de 2,3 billones de rublos (35.000 millones de
dólares) incluye un recorte del gasto del 10 % en todos los sectores
para este año, menos el militar y los programas sociales.Aprobado esta semana por el Gobierno, el plan se centrará en sanear la banca, apoyar la industria, la agricultura y las pequeñas y medianas empresas.