TOKIO/BEIRUT/PARÍS.- ¿Cómo lo hizo? Carlos Ghosn, el expresidente de Nissan y Renault, que
esperaba el primero de los dos juicios que tiene pendientes en Tokio,
evadió de alguna manera la vigilancia con videocámaras 24 horas al día y
las fuertes restricciones a su libertad de movimientos para huir al
Líbano.
Tras hacerlo, Ghosn envió un correo electrónico el martes denunciando
la "injusticia y la persecución política" del sistema judicial japonés.
El hombre de 65 años se enfrenta a cargos de mala conducta financiera y
apropiación de recursos corporativos para beneficio personal,
acusaciones que niega.
Poco después de su reaparición, en Internet se difundieron con
informaciones no siempre confirmadas y diferentes teorías sobre cómo
Ghosn, convertido ahora en un fugitivo internacional, logró una fuga
propia de un thriller de Hollywood, una huida que será muy
difícil de encajar para las autoridades japonesas. Todavía hay más
preguntas que respuestas.
Sin citar fuentes, la emisora de televisión libanesa MTV informó de
que Ghosn se escapó de Japón en una gran caja de un instrumento musical
después de que una banda navideña visitara su residencia en Tokio. Llegó
a Líbano desde Turquía en un avión privado.
La escapada de Ghosn llegó tras semanas de planificación, informó el Wall Street Journal,
citando a personas no identificadas familiarizadas con el asunto. Un
equipo de cómplices se reunió el fin de semana pasado para llevar a cabo
su recogida y su esposa, Carole, desempeñó un papel importante en la
operación, dijo el periódico.
Ghosn fue trasladado desde su residencia vigilada por orden del
tribunal en Tokio a un avión privado, con destino a Turquía, desde donde
continuó hacia Líbano, aterrizando allí el lunes por la mañana
temprano, dijo el citado medio.
Según una información del diario francés Le Monde, que
también cita fuentes a las que no identifica, detalla de manera similar
que Carole Ghosn organizó la fuga con la ayuda de sus hermanos y sus
contactos en Turquía y que su esposo entró en Líbano con una tarjeta de
identificación. Es posible que haya decidido huir debido a la nueva
información que las autoridades japonesas podrían haber obtenido de un
banco suizo y de centros offshore como Dubái, aseguró el periódico.
El periódico libanés Annahar, por el contrario, informó de
que Ghosn entró en el país con un pasaporte francés. El antiguo peso
pesado de la industria tiene ciudadanía libanesa, francesa y brasileña,
aunque se le han retirado todos sus pasaportes. Mientras tanto, un
funcionario de la presidencia negó un informe de que Ghosn se haya
reunido con el presidente libanés, Michel Aoun.
Para el diario financiero parisino Les Echos, Ghosn pudo
haber salido de Japón bajo una identidad falsa con un pasaporte
falsificado, tras subirse a un avión privado en un aeropuerto más
pequeño donde era menos probable que lo reconocieran.
The Guardian, del Reino Unido, sostiene que los funcionarios
del Líbano recibieron instrucciones de los líderes políticos de ignorar
las formalidades de llegada de Ghosn al aeropuerto de Beirut, citando a
una figura de alto rango en la clase dirigente del país que el
periódico no identificó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores francés, por su parte, confesó
que no sabe cómo Ghosn logró fugarse. El Ministerio de Relaciones
Exteriores del Líbano emitió un comunicado en el que explicaba que Ghosn
entró legalmente en l país y que no sabía cómo huyó de Japón y llegó a
Beirut.
El periódico japonés Asahi sugirió que Ghosn podría haber
salido del aeropuerto de Kansai, cerca de Osaka, citando como fuente
registros del Ministerio de Transporte que indicaban que un avión
privado salió de Japón con destino a Estambul en la noche del 29 de
diciembre. En las redes sociales, también supuestos investigadores
publicaron información de vuelos en jet privado en aviones que partieron
hacia Estambul el mismo día en que Ghosn pudo haber abandonado el país.
Un avión de negocios de largo alcance de Bombardier salió del
aeropuerto de Kansai el domingo por la noche y llegó el lunes por la
mañana a Estambul, según el informe del Journal, que cita datos
de seguimiento de vuelos. Un avión más pequeño salió del aeropuerto
hacia Beirut poco más de media hora después, dijo.
La huida de Ghosn ha marcado tendencia en Twitter e inspirado una
buena cantidad de juegos de palabras, como "Ghosn with the wind", en
alusión al título en inglés –Gone with the wind- de la película Lo que el viento se llevó, o jugando con el de la canción Gone, gone, gone ("Ghosn, Ghosn, gone").
Yousuke Isozaki, un diputado del partido gobernante en Japón, tuiteó
que si otro país ha estado involucrado en la fuga de Ghosn eso supondría
una violación de la jurisdicción del país y sería comparable con los
secuestros de ciudadanos japoneses por parte de Corea del Norte. Llamó
al Gobierno a hablar sobre el asunto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón dijo por correo
electrónico el miércoles que están investigando el asunto y no pueden
ofrecer un comentario.
En Japón, la fuga de Ghosn dominó las portadas de los periódicos
nacionales el día de Año Nuevo. Los artículos especulaban sobre cómo
Ghosn pudo escapar, exponían las dificultades para su extradición del
Líbano y afirmaban que su juicio, que iba a comenzar en abril, era poco
probable que ocurriera.
El periódico Yomiuri, citando a altos funcionarios no
identificados en la oficina del fiscal, informó sobre la ira y la
frustración allí reinantes. Portavoces de la oficina comentaron a Yomiuri
que Ghosn se había burlado del sistema de justicia de Japón y culparon a
los tribunales y a los abogados de Ghosn por su puesta en libertad bajo
fianza, diciendo que era obvio que escaparía.
Se espera que Ghosn ofrezca una conferencia de prensa desde Líbano en
su nuevo hogar después de las vacaciones. Mientras tanto, las
avergonzadas fuerzas del orden japonesas tienen que dar algunas
explicaciones.
La fuga deja muchos interrogantes abiertos
La rocambolesca huida de Japón del ex jefe de Renault-Nissan,
Carlos Ghosn, deja muchos interrogantes sobre cómo el preso más famoso de Japón pudo fugarse sin que nadie se diera cuenta ni le reconociera, quiénes han sido sus cómplices, por qué ha elegido Líbano como destino teniendo también las nacionalidades francesa y brasileña,
qué ocurrirá ahora con él y cómo el Gobierno francés, accionista de
Renault y aliado de Japón en el G7, gestionará esta incómoda crisis.
Ghosn, que estaba en arresto domiciliario en su residencia en Tokio (Japón) a espera de juicio, había sido puesto en libertad el 24 de abril, tras pasar 130 días en prisión. El ex jefe de Renault-Nissan, hijo de libaneses asentados en Brasil, estaba imputado por ocultar ingresos al fisco japonés y por abuso de confianza agravado. Había sido arrestado el 19 de noviembre de 2018.
El ex jefe de Renault-Nissan huyó furtivamente de Japón y llegó a Beirut (Líbano) en un avión privado procedente de Turquía. De momento, se ignora la forma en la que abandonó la isla.
"En estos momentos estoy en el Líbano. Ya no soy rehén de un sistema judicial japonés
en el que prevalece la presunción de culpabilidad, en el que la
discriminación es generalizada y en el que los derechos humanos son
despreciados. Y todo esto con un desprecio absoluto de las leyes y
tratado internacionales que Japón ha ratificado y está obligado a respetar", dijo el 31 de diciembre Ghosn a través de un comunicado, confirmando su fuga.
"Yo no he huido de la justicia, me he liberado de la injusticia y de la persecución política", añadió Ghosn, quien dijo que la próxima semana hará declaraciones a la prensa.
De momento, se desconoce la forma en la que el ex directivo logró salir de Japón sin ser detectado por las autoridades japonesas.
Ghosn no ha podido viajar con ninguno de sus tres pasaportes -francés,
brasileño y libanés-, ya que los tenía su abogado japonés como condición
de su arresto domiciliario. Los servicios de inmigración japonés no tienen ningún rastro de su salida del país.
El ex jefe de Renault-Nissan entró en Líbano de forma legal, ya que lo hizo con su carnet de identidad libanés. Ghosn nació en Brasil y se crió en el Líbano, el país de donde procedía su familia, antes de irse a estudiar a Francia.
Según el diario Le Monde, su mujer, Carole Ghosn, habría orquestado la evasión de su marido. Si esto fuera cierto, se desconoce cómo su esposa pudo ponerse con contacto con él, ya que la justicia francesa había prohibido cualquier comunicación entre ellos. Entre Líbano y Japón no hay tratado de extradición.
El Gobierno francés asegura que se enteró de la noticia "por la prensa". "Las autoridades francesas no han sido informadas de su salida de Japón
y no tienen ninguna conocimiento de las circunstancia de su salida",
aseguró el Quai d'Orsay, el ministerio de Exteriores francés, en un
comunicado.
El ministro de Interior francés, Christophe Castaner, por su parte,
se limitó a señalar que "nadie, sea cual sea su nacionalidad, debe
exonerarse de la buena aplicación de la ley".
Ghosn simbolizó durante años el éxito de un cierto capitalismo francés al salvar Renault y fusionarlo con Nissan,
pero también los excesos de los directivos. En un país muy patriótico y
a la vez muy igualitarista como Francia, Ghosn suscitaba orgullo por
los éxitos económicos que dio a Renault y a la vez rechazo por su obscena ostentación de riqueza y poder.
Por eso, en Francia ya eran muy pocos los que le defendían; no así en
el Líbano donde, para algunos, la huida de Ghosn se parece al regreso
del hijo pródigo.