WASHINGTON.- El presidente de la
Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, instó este miércoles al Congreso a
actuar para frenar la deuda de Estados Unidos, para que ésta no limite
la capacidad de incrementar el gasto si fuera necesario ante una baja
del crecimiento.
En el primero de días de declaraciones ante el
Congreso, Powell aseguró que su papel no consistía en dar consejos
políticos, aunque acabó dando varios.
"La política presupuestaria es a menudo una parte de la
respuesta", declaró Powell, tras señalar que "el presupuesto federal
sigue una trayectoria insostenible".
"La deuda está creciendo más
rápidamente que la economía", señaló, y dijo que, para él, no afrontar
ese problema supone ignorar las consecuencias futuras.
"Los
impuestos de nuestros hijos y nuestros nietos servirán más para
rembolsar la deuda que para (invertir) en ámbitos que necesitan
realmente, como la educación, la salud, los cuidados y la seguridad",
afirmó.
"No necesitan equilibrar el presupuesto o reducir la
deuda. Sólo deben procurar que la economía crezca más rápido que la
deuda", agregó ante el Congreso.
De momento, la administración de
Donald Trump no parece haber elegido la senda del control de la deuda y
los déficits presupuestarios siguen acumulándose.
El déficit federal rozaba los 1.000 millones de dólares al final del año fiscal que terminó en septiembre.
Según
la teoría económica clásica, los Estados deben aprovechar los periodos
de crecimiento para llenar sus arcas y disponer así de fondos en caso de
ralentización.
Pero una escuela económica, que desdeña los
riesgos vinculados a los déficits, convence cada vez a más gente,
especialmente en este periodo de campaña por las presidenciales de 2020,
un contexto que nunca es propicio para las medidas de ahorro
presupuestario.
Powell indicó
que la Fed anticipa un "crecimiento sostenido" para la economía
estadounidense, aunque destacó el "riesgo persistente" de la
desaceleración global y las incertidumbres comerciales, que ya han
afectado la expansión.
El presidente de la Reserva Federal también
confirmó la decisión de mantener las tasas de interés sin cambios,
luego de tres bajas en el año.
Tras ese estímulo monetario, la
Fed ve una "sostenida expansión de la actividad económica, un mercado
laboral fuerte y una muy probable inflación cercana" a su meta del 2%,
dijo Powell.
No obstante, el "crecimiento desacelerado en el
exterior y el desarrollo comercial han afectado a la economía y plantean
un riesgo persistente", declaró.
La expansión del Producto
Interior Bruto del país se desaceleró hasta el 1,9% en el tercer
trimestre desde 2,5% en los tres meses anteriores. Aunque se debió en
parte a una extensa huelga en General Motors, los conflictos comerciales
también han debilitado las inversiones y las exportaciones y la
actividad manufacturera este año, explicó Powell.
Trump volvió a
acusar el martes al presidente de la Fed de elevar las tasas muy
rápidamente y de reducirlas a muy bajo ritmo. Incluso dijo que le
gustaría que la institución pusiera las tasas en negativo como se ha
hecho en Europa para compensar un crecimiento bajo.
Pero Powell
insistió en lo que había dicho tras el tercer recorte de tasas en
septiembre: "Vemos la política monetaria actual apropiada siempre que la
información sobre la economía se mantenga coherente con nuestros
pronósticos".
La Reserva Federal había elevado las tasas de
interés cuatro veces en 2018, pero revirtió ese rumbo este año a causa
de los conflictos comerciales motivados por Trump que han impactado en
la economía real.
Powell dijo que los recortes de tasas fueron
diseñados para respaldar el crecimiento continuo "y para proporcionar
algún seguro contra los riesgos persistentes".
Y si bien se niega
constantemente a responder a las críticas de Trump, antes de comenzar
su testimonio dijo que se le ha otorgado independencia a la Fed para
llevar a cabo una política monetaria "basada en hechos y análisis
objetivos".