PARÍS.- En los puntos turísticos del sur de Europa, lo único que pueden hacer es prepararse y tener esperanza.
La distribución de las vacunas contra el coronavirus ya se está desplegando, pero pasarán meses antes de que apliquen la cantidad suficiente para que la gente pueda comenzar a viajar en aviones, cruceros o simplemente pasar el rato en bares atestados cerca de la playa. Esto significa que las empresas están casi a ciegas sobre la temporada de verano de este año.
La expectativa es que será mejor que 2020, pero esa referencia es un nivel bajo. En la isla griega de Santorini, solo llegaron tres cruceros el año pasado, en comparación con cerca de 600 en 2019. Cifras de la Comisión Europea publicadas el jueves muestran que las noches de vacaciones para no residentes en Italia, España y Grecia cayeron al menos 70%, y la Comisión advirtió a la industria que debe prepararse para otro año tranquilo.
“No se espera que los flujos del turismo en general se recuperen completamente a sus niveles anteriores a la crisis en 2021”, dijo la Comisión. En Italia, el turismo está rezagado frente a la recuperación económica más general, ya que los visitantes “solo regresan gradualmente a medida que disminuye la incertidumbre”.
Para la industria, esto ya se evidencia en los menos de dos meses de 2021 que han trascurrido. Paolo Manca, quien dirige la cadena Felix Hotels en Cerdeña, dice que normalmente en este punto las reservas de verano estarían en 30%, pero los libros aparecen casi vacíos.
Es una situación difícil para los propietarios, que tienen costos de mantenimiento y contratación sin garantía alguna de ingresos.
“Necesitamos estar listos sin saber si podremos abrir”, dijo Manolis Karamolegos, propietario de Meltemi Hotels and Resorts en Santorini y presidente de la asociación local de hoteleros. “No podemos dejar los preparativos para último minuto”.
El turismo es crucial para muchos lugares del sur de Europa. Representa 21% de la economía en Grecia y 17% en Portugal. A menudo es el principal empleador en regiones donde otras industrias están ausentes, proporcionando ingresos cruciales para las familias y apoyo a las economías locales.
La perspectiva mejorará a medida que continúen las vacunas, con una demanda acumulada que conduzca a reservas de vacaciones más espontáneas. Pero la aparición de cepas resistentes a las vacunas en todo el continente podría arruinarlo todo.
Incluso si hay un aumento en las reservas de última hora, los beneficios no se sentirán de manera uniforme. La Comisión Europea dice que favorecerán los destinos aislados como en casa o a una distancia cercana en automóvil en lugares como Grecia y Portugal.
Mientras tanto, a medida que la campaña de inoculación de la Unión Europea avanza lentamente, y polémicamente, los Gobiernos buscan cualquier oportunidad para apoyar al turismo.
Grecia quiere que la Unión Europea cree un certificado para que quienes estén inoculados puedan viajar libremente. Ya ha llegado a un acuerdo con Israel, el líder mundial en vacunas, según Bloomberg Vaccine Tracker.
TUI AG, el mayor operador turístico del mundo, dijo esta semana que se apega a los planes de ofrecer 80% de su programa habitual de vacaciones este verano. Está apostando a que el rápido ritmo del despliegue de la vacuna en el Reino Unido aumentará la demanda de los británicos que buscan destinos soleados.
Pero el Gobierno del Reino Unido no comparte su entusiasmo. El secretario de Transporte, Grant Shapps, advirtió a los británicos esta semana en contra de las reservas de vacaciones, dada la incertidumbre.
Si bien las vacunas deberían poner fin a medidas estrictas, aún no está claro cuándo. Además, los Gobiernos a menudo han ido introduciendo restricciones al azar, manteniendo a las empresas y sus clientes potenciales al límite.
