NUEVA YORK.- Un grupo de relatores de Naciones Unidas ha reclamado este jueves a
la comunidad internacional que actúe para evitar "un genocidio" contra
la población palestina y han subrayado que las "graves violaciones"
cometidas por el Ejército israelí desde el 7 de octubre,
"particularmente en Gaza", apuntan a "un genocidio en proceso".
Así, han indicado en un comunicado conjunto que hay pruebas de un
aumento de la "incitación genocida", una intención abierta de "destruir
al pueblo palestino bajo ocupación" y llamamientos a una "segunda
'Nakba'" en Gaza y el resto de los Territorios Palestinos Ocupados".
Los
expertos han apuntado además al uso de "armas poderosas con impactos
inherentemente indiscriminados" en el marco de la ofensiva contra Gaza
tras los ataques ejecutados por el Movimiento de Resistencia Islámica
(Hamás), lo que ha provocado "un colosal balance de muertos y la
destrucción de infraestructura vital".
"Muchos de nosotros
hemos hecho saltar la alarma por el riesgo de genocidio en Gaza", han
manifestado.
"Estamos profundamente afectados por el fracaso de los
gobiernos a la hora de escuchar nuestro llamamiento y lograr un alto el
fuego inmediato", han lamentado.
"Estamos también profundamente
preocupados por el apoyo de ciertos gobiernos a la estrategia de guerra
de Israel contra la población cercada en Gaza y por el fracaso del
sistema internacional a la hora de movilizarse para prevenir el
genocidio", han destacado.
"Estamos profundamente preocupados
por el fracaso de Israel a la hora de acordar y la falta de voluntad por
parte de la comunidad internacional para presionar de forma más
decisiva para un alto el fuego inmediato. Un fracaso a la hora de
aplicar urgentemente un alto el fuego supone un riesgo de que la
situación derive en un genocidio ejecutado con medios y métodos de
guerra del siglo XXI", han advertido.
En esta línea, han
expresado su preocupación por la retórica "genocida y deshumanizadora"
por parte de altos cargos israelíes que han pedido "la destrucción
total" y la "eliminación" de Gaza, así como la expulsión de palestinos
hacia otros países de la región, al tiempo que han señalado que el país
cuenta con la capacidad militar de aplicar estas intenciones.
"La comunidad internacional tiene una obligación de evitar las
atrocidades, incluido el genocidio, y debe considerar inmediatamente
todas las medidas diplomáticas, políticas y económicas a tal fin", han
señalado.
En este sentido, han recordado que más del 40 por
ciento de los más de 11.000 muertos en Gaza son niños y han hecho
hincapié en que esto supone que "un niño muere y dos resultan heridos
cada diez minutos", lo que, en palabras del secretario general de la
ONU, António Guterres, ha convertido el enclave en "un cementerio de
niños".
"Esto tiene lugar en medio del endurecimiento por parte
de Israel de su bloqueo ilegal de 16 años de duración en Gaza, lo que
ha evitado que la gente escape y la ha dejado sin alimentos, agua,
medicina y combustible desde hace semanas, a pesar de los llamamientos
internacionales para que se permita el acceso de ayuda humanitaria
crítica", han argumentado.
"Como hemos dicho previamente, matar
de hambre de forma intencionada es un crimen de guerra", han recalcado,
al tiempo que han incidido en que la mitad de la infraestructura civil
de Gaza ha sido destruida. "La realidad en Gaza, con su insoportable
dolor y trauma para los supervivientes, es una catástrofe de enormes
proporciones", han reseñado.
Por ello, han reiterado que "estas
atroces violaciones no pueden ser justificadas en nombre de la defensa
propia tras los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás, que hemos
condenado en los términos más firmes posible", al tiempo que han
abundado en que "Israel sigue siendo la potencia ocupante en los
Territorios Ocupados Palestinos, lo que incluye la Franja de Gaza, y por
ello no pueden lanzar una guerra contra una población bajo una
ocupación beligerante".
"Para que sea legítima, la respuesta de
Israel debe estar enmarcada estrictamente en el Derecho Internacional
Humanitario. La presencia de túneles en partes de Gaza no elimina el
estatus civil de los individuos y la infraestructura, que no puede ser
atacada de forma directa ni sufrir de forma desproporcionada", han
argüido.
Por otra parte, han alertado sobre el aumento de la
violencia contra los palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este, tanto a
manos de las fuerzas de seguridad como por parte de colonos, con al
menos 190 muertos y más de 2.700 heridos, demás de 1.100 desplazados en
estos territorios desde el 7 de octubre.
Por ello, han reiterado su llamamiento a un alto el fuego que permita
la entrega de ayuda humanitaria, la liberación de los rehenes en manos
de Hamás, la liberación de detenidos de forma arbitraria por parte de
Israel y la apertura de corredores humanitarios "hacia Cisjordania,
Jerusalén Este e Israel".
Además, han abogado por el despliegue
de "una presencia internacional de protección" bajo supervisión de la
ONU en los territorios palestinos, la colaboración de las partes con el
Tribunal Penal Internacional (TPI), la imposición de un embargo "a todas
las partes en conflicto" y abordar las "causas subyacentes" poniendo
fin a la ocupación israelí.
"La comunidad internacional,
incluidos no sólo los Estados sino también los actores no estatales como
las empresas, deben hacer todo lo posible para poner fin inmediatamente
al riesgo de genocidio contra el pueblo palestino y poner fin en última
instancia al apartheid israelí y la ocupación del territorio
palestino", han expuesto.
"Recordamos a los Estados miembro que
lo que está en juego no es sólo el destino de israelíes y palestinos,
sino el estallido de un grave conflicto en la región que lleve a más
violaciones de los Derechos Humanos y más sufrimiento de civiles
inocentes", han remachado los expertos firmantes.
Entre ellos
figuran la relatora especial para la situación de los Derechos Humanos
en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese;
el relator especial sobre pobreza extrema y Derechos Humanos, Olivier De
Schutter; la relatora especial de los derechos de desplazados internos,
Paula Gaviria Betancur; y el relator especial para la promoción y
protección de los Derechos Humanos y las libertares fundamentales en
operaciones contra el terrorismo, Ben Saul.
Israel lanzó su
ofensiva tras los ataques de Hamás, que dejaron cerca de 1.200 muertos y
unos 240 secuestrados. Las autoridades de la Franja, controladas por el
grupo islamista, han elevado este mismo jueves a 11.500 los muertos,
entre ellos, 4.710 niños, mientras que cerca de 3.500 personas se
encuentran desaparecidas bajo los escombros.
Se desmarcan de cualquier plan para establecer "zonas seguras"
Por otra parte, los responsables de algunas de las principales organizaciones de
Naciones Unidas han avisado de que no colaborarán con el establecimiento
en la Franja de Gaza de ninguna "zona segura" si no es con el
consentimiento de todas las partes, dejando "clara" así su oposición a
cualquier posible medida unilateral por parte del Gobierno de Israel.
Creen que la mera propuesta de estas zonas puede perjudicar la
situación de los civiles y, por tanto, "debe ser rechazado".
"Sin las
condiciones adecuadas, concentrar a los civiles en un contexto de
enfrentamientos activos puede aumentar los riesgos de ataques y daños",
han señalado los responsables de la oficina de la ONU para los Derechos
Humanos, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la
Organización para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), del
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (ONUD), del Alto
Comisionado para los Refugiados (ACNUR), del Fondo de la ONU para la
Infancia (UNICEF) o del Programa Mundial de Alimentos, entre otros.
En este sentido, han llamado a acatar en cualquier circunstancia la
"obligación" de atender a los civiles, "sin importar donde estén", para
"cubrir sus necesidades esenciales".
Esta asistencia implica igualmente
el acceso de organizaciones humanitarias, en un contexto en el que casi
1,6 millones de gazatíes se han visto obligados a abandonar sus hogares.
Los firmantes inciden en que una posible zona segura debe ser siempre
un área "temporal" y con una serie de condiciones, ya que incumplir
ciertos requisitos "podría constituir una violación del Derecho
Internacional Humanitario".
Las partes deberían alejar los combates de
estas zonas y facilitar la ayuda, así como el libre movimiento de
quienes se encuentran en su interior, también si quisieran retornar a
sus casas.
En este sentido, han insistido en la necesidad de
que haya un alto el fuego humanitario "para aliviar el sufrimiento y
ayudar a facilitar operaciones humanitarias" y han reclamado la
liberación de todos los rehenes en manos de milicianos palestinos, reza
la nota, suscrita también por ONG como Save the Children, Mercy Corps o
Christian Aid.